Por orden de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia fue capturado en Medellín, Antioquia, el ex congresista César Pérez García ante su eventual responsabilidad en la llamada masacre de Segovia, en el mismo departamento, donde fueron asesinadas 43 personas.
Agentes del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía, CTI, hicieron efectiva la orden de detención que pesaba en contra del dirigente, luego de que la máxima Corporación de la Jurisdicción Ordinaria hubiera reabierto el caso, al declararlo como un delito de lesa humanidad.
Pérez García deberá responder si tiene o no responsabilidad en la ejecución de esta masacre, perpetrada por el grupo extremista “Muerte a revolucionarios del nordeste antioqueño” en 1988, en el marco del proceso de exterminio que vivió la Unión Patriótica, UP, con más de 4.000 dirigentes y simpatizantes ultimados o desparecidos.
Inicialmente, la Fuerza Pública había atribuido el crimen a las organizaciones rebeldes, teniendo en cuenta la capacidad de cobertura y operaciones con las que contaban los insurgentes en la zona durante la época de los hechos.
Sin embargo, la gran aceptación y simpatía con la que contaba la UP en esa zona de Antioquia generó dudas sobre el origen de la masacre, lo que derivó en una investigación que atribuyó la autoría del ataque al grupo paramilitar en mención.
La Corte, haciendo uso de la jurisprudencia que sugiere investigar a los dirigentes vinculados con el paramilitarismo como presuntos coautores de los crímenes de lesa humanidad cometidos por este actor armado ilegal, decidió retomar el caso por el cual había sido absuelto César Pérez García.