La Procuraduría General de la Nación le solicitó al Consejo de Estado rechazar la demanda que por pérdida de investidura pesa en contra del congresista Carlos Emiro Barriga, interpuesta en su contra por supuesta doble militancia política.
Roberto Serrato, procurador Primero Delegado ante la máxima Corporación de la jurisdicción contencioso administrativa, trajo a colación una sentencia del propio tribunal de 1994 en la que el ex consejero Alejandro Ordóñez Maldonado indicó que la doble militancia no era causal de pérdida de la investidura.
Añadió que el cambio de partido del dirigente se había dado siguiendo todos los preceptos constitucionales y legales que salvaguardan el derecho de la ciudadanía a integrar movimientos.
El parlamentario, que integraba el Partido Convergencia Ciudadana, hoy Partido de Integración Nacional, PIN, abandonó las filas del movimiento que lo llevó al legislativo hace cuatro años, para integrar las filas del conservatismo, haciendo uso del llamado ‘trasfuguismo’ consagrado en la reforma política.
Según el demandante, Carlos Alberto García, el trámite surtido por el dirigente para formalizar su salida de Convergencia Ciudadana fue enmarcado por una serie de irregularidades.
De ser aceptados los argumentos del accionante por parte del Consejo de Estado, el dirigente, que salió elegido como senador por el Partido Conservador el pasado 14 de marzo, no podrá volver a presentarse a concurso para ocupar cargos de elección popular, ya que la pérdida de investidura determina lo que se conoce popularmente como ‘muerte política’ de los dirigentes.
Por un hecho de similar naturaleza perdió su investidura el representante a la Cámara por Bogotá, Luis Felipe Barrios, quien militaba en Cambio Radical y se inscribió en el Partido de La U, lo que le permitió apoyar la segunda reelección del ex presidente Álvaro Uribe.
En su momento, el vicepresidente del Consejo de Estado Mauricio Fajardo manifestó que la decisión se en contra de Barrios se debía a que éste no se había apartado de la sesión en la que se definiría la apelación a la decisión que salvaguardó su determinación de abandonar la primera de las colectividades que representó.