El comandante de las Fuerzas Militares y ministro de Defensa encargado almirante Edgar Cely, confirmó el retiro de siete militares adscritos a la Brigada Móvil No. 5 por fallas en el control y mando de la tropa, tras recurrentes denuncias de la población sobre excesos y participación en actividades por fuera de sus encargo.
La medida de retiro cobija al teniente coronel Germán Belarcazar Arciniegas, al teniente coronel James Edinson Pineda Parra, al mayor James Alberto Granados, al subteniente Raúl Muñoz Linares, al sargento viceprimero Luis Giovanni Torrijos Medina, al cabo primero Juan Esteban Sánchez Bonilla y al Cabo segundo Robinson Javier Castro.
En el caso del coronel Belarcazar Arciniegas, teniente coronel Pineda Parra y el mayor Granados su retiro se produjo por fallas en el control y mando de la tropa.
La medida se produce tras las denuncias y apertura de investigación por la desaparición, tortura y asesinato de Jenny Torres Jaimes de 14 años, Jimmy Ferney y Jeferson Torres Jaimes de 9 y 6 años de edad el pasado 19 de octubre.
El caso se conoció luego de que José Álvaro Torres, padre de las víctimas, denunciara que sus hijos fueron brutalmente asesinados y sepultados en una fosa común en la vereda Caño Tembladores, zona rural del municipio de Tame, a pocos metros de una unidad militar.
La investigación de los homicidios comenzó a ser adelantada la semana pasada por un fiscal especializado de Arauca, con apoyo de un fiscal de asuntos humanitarios de Cúcuta. Fueron varias las pistas: manchas de sangre en las mochilas de ocho de los sesenta miembros de la Brigada Móvil Nº 5 y restos de semen en las prendas que vestía Jenny.
El comandante del Ejército, general Alejandro Navas, dijo que uno de los oficiales, al parecer, está "relacionado por los hechos del 2 de octubre" en los que otra menor fue violada en la misma zona.
La madre de una niña de 13 años denunció ante la Fiscalía que ese día un militar violó a su hija en Flor Amarillo, municipio de Tame , donde el 19 de octubre, tres niños, de 14, 9 y 6 años, fueron asesinados en Caño Tembladores, al parecer también por tropas del Ejército en esa zona rural de la misma localidad.
La decisión de destituir a los siete militares fue "unánime" de la "junta asesora de generales y almirantes".
Navas indicó que esa institución "repudia estos hechos y manifiesta toda la colaboración con la Fiscalía que llevará este caso".