Cárdenas, de nuevo libre

Jueza de garantías revocó medida de aseguramiento en su contra por falta de credibilidad de los testimonios.

Redacción Judicial
18 de julio de 2012 - 10:44 p. m.

Ni Jonathan Andrés Martínez ni José Wílmer Ayola fueron testigos tan consistentes como para convencer a la jueza tercera de conocimiento de Bogotá de mantener al estudiante de la Universidad de los Andes Carlos Cárdenas en detención preventiva en la cárcel La Modelo. En una decisión que fue como balde de agua fría para la familia de Luis Andrés Colmenares, la funcionaria judicial determinó que ante la falta de credibilidad de los testimonios de la Fiscalía Cárdenas debía recobrar su libertad. El fiscal Antonio González no apeló.

La disposición, como suele ocurrir con todas las relacionadas con este caso, no estuvo exenta de polémica. Los dolidos padres del joven, que murió en la noche de Halloween de 2010, salieron de la audiencia reclamando que la jueza María del Carmen Vallejos se había reunido en privado con Mario Iguarán, exfiscal general y defensor de Cárdenas. Aseveraron, además, aunque sin pruebas en mano, que Vallejos había sido sobornada y que el sorteo con el que le correspondió el caso fue irregular.

Iguarán rechazó de tajo la acusación. Afirmó, como lo han hecho todos los abogados que han pasado por este expediente, que ha recibido amenazas en contra de su vida, enunciando: “Podría decir que ni siquiera cuando fui fiscal general viví esta situación”. El exfiscal manifestó sentir incomodidad frente al señalamiento de haberse reunido con la jueza, resaltó que desde que había iniciado la audiencia para pedir la libertad de Cárdenas se habían intentado poner varias trabas y que la decisión de la jueza Vallejos era, simplemente, el resultado de las inconsistencias en los testimonios presentados por la Fiscalía.

La jueza María del Carmen Vallejos expuso durante la audiencia que eran válidas las dudas que recaían sobre la credibilidad de José Wílmer Ayola y Jonathan Martínez. Del primero dijo que era muy grave que existieran unas minutas en un conjunto residencial, en un punto bastante lejano del parque El Virrey, firmadas por él como supervisor de seguridad, que indicarían que no estaba en la escena del crimen como lo ha afirmado. “Estos registros le dan inferencia a este juzgado que Ayola firmó a las horas que aparece ahí”, dijo Vallejos.

De Martínez dijo que le extrañaba que usara las mismas palabras de Ayola para describir el crimen; que le generaba inquietud el hecho de que, a pesar de estar oculto mientras supuestamente veía la agresión contra Colmenares, no había llamado a la línea de urgencias 123 ni había hablado del momento en que a Ayola —como éste lo narró— lo insultaron los agresores tildándolo de “sapo”. Expresó que tampoco entendía por qué insistía Martínez en su relato que Laura Moreno y Carlos Cárdenas eran los culpables de la muerte de Luis Andrés Colmenares si, como él mismo había dicho, cuando subieron a la camioneta a Colmenares aún estaba con vida.

Por Redacción Judicial

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