Cartel de la toga: exmagistrado Gustavo Malo dio su versión ante la Corte Suprema

En el juicio que se lleva en su contra por su presunta participación en este esquema de sobornos, el exmagistrado fue interrogado y pudo defenderse de los señalamientos que han hecho exmiembros del alto tribunal, así como el exfiscal anticorrupción Gustavo Moreno.

Redacción Judicial
05 de agosto de 2019 - 06:13 p. m.
Gustavo Malo a su llegada a la audiencia preparatoria por el cartel de la toga, hace unos meses. / Óscar Pérez - El Espectador
Gustavo Malo a su llegada a la audiencia preparatoria por el cartel de la toga, hace unos meses. / Óscar Pérez - El Espectador

El exmagistrado Gustavo Malo fue interrogado en la Corte Suprema de Justicia este lunes 5 de agosto por su supuesta participación en el cartel de la toga. En el marco del juicio que se lleva en su contra porque habría recibido sobornos para frenar y ralentizar decisiones judiciales, Malo tuvo la oportunidad de hablar. Los magistrados de la Sala Especial de Primera Instancia iniciaron con interrogantes sencillos y pronto escalaron hasta su relación con el exfiscal anticorrupción, Luis Gustavo Moreno, y el exmagistrado Francisco Ricaurte, también involucrados en este caso.

(Lea también: Así destapó la DEA el cartel de la toga: detalles de los encuentros de Lyons, Pinilla y Moreno)

Malo fue acusado por la Comisión de Acusación del Congreso porque, al parecer, congresistas y otros aforados que eran investigados en la Corte Suprema acudían al despacho del exmagistrado y este, al parecer, los favorecía “con decisiones o impidiendo aperturas formales de investigación, a cambio de altas sumas de dinero”. Entre quienes habrían pagado estarían el exsenador Musa Abraham Besaile, que aceptó haber dado $2.000 millones para dilatar la apertura de una investigación en su contra, y el exsenador Álvaro Ashton, que habría entregado $1.200 millones con el fin de que se archivara una indagación preliminar, ambos por parapolítica.

Las primeras preguntas de los magistrados apuntaban a entender el funcionamiento de la Sala Penal —de la que hacía parte Malo—: cómo se investigaba, quiénes estaban a su cargo, entre otros detalles. Según el exmagistrado las decisiones por las que ahora lo acusan ni siquiera las tomaba él, que era el magistrado titular del despacho, sino magistrados auxiliares que estaban a su cargo que le presentaban proyectos de decisiones.

(Le puede interesar: Marcos Daniel Pineda, alcalde de Montería, y el cartel de la toga)

Por ejemplo, para investigar a todos los salpicados por parapolítica se creó una comisión de magistrados auxiliares. De este grupo hacía parte, según explicó Malo, José Reyes Rodríguez Casas —quien declaró en contra del exmagistrado—. Ellos se encargaban de adelantar las investigaciones y les presentaban informes a los magistrados titulares cuando había avances o cuando se debía tomar una decisión importante.

Rodríguez Casas es otra pieza clave en este proceso, pues cuando fue interrogado hace unos meses por la Corte Suprema dijo que Malo presuntamente intervino para desaparecer unas interceptaciones telefónicas que incriminaban al exsenador Ashton y al exmagistrado Francisco Ricaurte. Según Malo, este señalamiento de Rodríguez Casas lo tomó por “sorpresa”. Aseguró que no descarta que su exauxiliar haya declarado en su contra como una retaliación, pues fue Malo la razón por la que Rodríguez Casas salió de la Corte: le pidió la renuncia.

(Lea también: La ventana que abrió la JEP para el cartel de la toga con el caso de Álvaro Ashton)

Malo siguió, entonces, despachándose contra Rodríguez Casas. Dijo que el exmagistrado auxiliar tenía una “animadversión por la región de la Costa” (Malo, Besaile y Ashton son de esta región del país), que presentaba informes “lacónicos” y retrasados y que le fue perdiendo confianza por supuestas actuaciones irregulares. Finalmente dijo: “Él (Rodríguez Casas) no se adaptó con mi modo de trabajo” y, por eso, le pidió la renuncia.

Según Malo, hubo dos actuaciones de Rodríguez Casas en concreto que demostrarían estas irregularidades. Por un lado, un operativo en el que se capturó al exmiembro del Parlamento Andino Óscar Arboleda Palacio y que, por la forma que se llevó (con la dirección de Rodríguez Casas), podría haberse declarado ilegal, pues los agentes entraron hasta la sede del Parlamento. Y por otro lado, había “comentarios frecuentes” de que Rodríguez Casas al parecer daba instrucciones a los testigos de los casos que llevaba de cómo hablar y qué decir y de esto se quejó el abogado del excongresista Julio Manzur Abdala, también vinculado al escándalo del cartel de la toga.

En el interrogatorio le preguntaron, asimismo, por otro de sus magistrados auxiliares: Camilo Ruiz. Malo ya había declarado que Ruiz era su pupilo desde que fue su alumno en la Universidad de Cartagena y que lo ha acompañado en su carrera, que confiaba en sus capacidades y que nunca dudó de sus virtudes. Hasta que un día eso se borró cuando, se enteró de que Ruiz, supuestamente, almorzó con el exsenador Otto Bula en un lujoso restaurante de Bogotá mientras era investigado por el despacho de Malo. Algo, a todas luces, irregular. Según Malo, apenas se enteró le pidió la renuncia a Ruiz y al poco tiempo supo que su pupilo habría sostenido un encuentro similar con los excongresistas Musa Besaile y Bernardo "el Ñoño" Elías. 

(En contexto: Cartel de la toga: Gustavo Malo es llamado a juicio en la Corte Suprema de Justicia)

Malo dijo que sí fue muy cercano a otro personaje de este escándalo, el exmagistrado de la Corte Suprema y del Consejo Superior de la Judicatura, Francisco Ricaurte. Lo conoció “hace más de 30 años” y tenían “mucha empatía”. Incluso agregó que tuvo contacto con Gustavo Moreno porque lo conoció en una fiesta en la casa de Ricaurte. Después de eso, dice, lo vio quizá dos veces más : “Jamás lo he visto en escenarios diferentes a reuniones sociales”. 

Se refirió a los señalamientos del exfiscal Moreno como "risibles" y dijo: "Es lo más descabellado que he oído”. Según el examgistrado, la mayoría de decisiones a las que se refirió Moreno en su testimonio (supuestas intenciones de “aguantar” órdenes de captura, como en el caso de Ashton, y “dilatar” procesos, como en el caso de Besaile) sí salían de su despacho, pero eran aprobadas por la Sala Penal en pleno, y fueron tomadas en derecho, no de manera irregular.

“Nunca lo conocí, ni tuve trato con él”, repitió Malo una y otra vez en su interrogatorio de este lunes. Lo dijo sobre Musa Besaile, sobre Álvaro Ashton y hasta sobre Leonardo Pinilla, mano derecha del exfiscal Moreno. Dijo que a Besaile y a Ashton nunca los vio en persona, pero sabía quiénes eran porque los veía en los medios de comunicación. Sobre dijo lo mismo, pero agregó que en los audios de la DEA que destaparon todo este escándalo (en los que se escucha a Pinilla y Moreno pactar un soborno con el exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons), no mencionan una sola vez al exmagistrado Malo. 

El exmagistrado, versado en temas penales, también se refirió a los delitos que le imputaron y que ahora lo tienen en juicio. Se quejó, por ejemplo, de que en el escrito de acusación que le quitó el fuero en el Congreso, lo responsabilizan de “prevaricato por acción y por omisión” —cuando un funcionario toma decisiones contrarias a la ley—, pero, según dice, no se ha especificado a la fecha cuál fue esa decisión que tomó o dejó de tomar y que ahora lo tiene en aprietos. 

Por Redacción Judicial

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar