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La Procuraduría General de la Nación citó a juicio disciplinario al comandante de la Brigada Móvil 17 del Ejército Nacional, coronel Pedro Antonio García Vásquez por su presunta omisión en los hechos que rodearon el ataque de la guerrilla de las Farc a un grupo de militares que se encontraban descansando en la vereda La Esperanza, municipio de Buenos Aires (Cauca) en la madrugada del 14 de abril de 2015.
Según el pliego de cargos los uniformados investigador habrían incurrido en una omisión de sus deberes de control y supervisión, en la medida en que no dispusieron las acciones correctivas necesarias de cara a la indisciplina táctica que venía asumiendo la Compañía Coloso. (Ver Diez militares muertos deja ataque de las Farc en Cauca)
En la acción subversiva murieron un suboficial y nueve soldados profesionales, al igual que resultaron heridos de consideración un suboficial y dos soldados, 6 más heridos levemente y 11 afectados por la onda explosiva. (Ver Sobreviviente de ataque de las Farc dice que fueron emboscados mientras dormían)
Para la Procuraduría General los integrantes de la Compañía Coloso, presuntamente por un exceso de confianza en el ambiente creado por la declaración de cese unilateral del fuego anunciada por el grupo guerrillero habrían incurrido en actos de indisciplina táctica como el desobedecer órdenes superiores. (Ver Ellos son los 11 militares que murieron en masacre de las Farc)
Además no habrían tenido en cuenta las alertas de la zona y pernoctaron por más de 24 horas en el mismo lugar y luego de ser vistos por la población civil, no implementaron medidas de seguridad, a la vez que frecuentaron tiendas, cantinas, ventas de comida y algunos ingirieron bebidas alcohólicas y participaron de juegos de billar, de azar y hasta establecieron relaciones sentimentales con mujeres de la comunidad; situación que fue aprovechada por las Farc para sorprenderlos y atacarlos.
En el documento el órgano de control disciplinario deja claro y reconoce que los autores intelectuales y materiales de las muertes, lesiones personales, daños y de las pérdidas de elementos de guerra, según lo indican las pruebas, es la guerrilla de las Farc que se aprovecharon del ambiente de aparente calma y tranquilidad suscitado por su declaración de cese unilateral al fuego.
Por estos hechos también son investigados el comandante del Batallón de Combate Terrestre 110, mayor Andrés Celemín Celis; oficial de operaciones de la Brim-17, teniente coronel Manuel Fernando Celis López; y de los comandantes de la Compañía Coloso: el cabo Rodolfo Díaz Donoso; el cabo primero Wilder Camilo Aguilar Sánchez; el cabo tercero Merbyn Adrián Jaramillo Marín; el cabo segundo Diego Corredor Montes, el cabo Alfonso Carvajal cuadros; y cabo tercero Juan de Jesús Torrado León.