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Condenan a 30 años de cárcel a alias 'Rasguño'

Hernando Gómez Bustamante fue hallado culpable de narcotráfico por la corte de Nueva York.

El Espectador
02 de diciembre de 2013 - 07:35 p. m.
Hernando Gómez Bustamante, alias 'Rasguño'/ Archivo
Hernando Gómez Bustamante, alias 'Rasguño'/ Archivo

En menos de 20 años, Hernando Gómez Bustamante, alias 'Rasguño', pasó de ser el empleado de una gasolinera en el norte del Valle, su tierra natal, a convertirse en uno de los grandes capos y herederos del negocio dejado tras la muerte de Pablo Escobar y la captura de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela. Este lunes, 'Rasguño', de 55 años de edad, fue condenado a 30 años de prisión por una corte federal del Estado de Nueva York (Estados Unidos) por el delito de narcotráfico y por la alianza criminal que hizo con los paramilitares para inundar ese país norteamericano con –por lo menos– 500 toneladas de cocaína y que incluyó varios asesinatos y el lavado de millones de dólares.

El que en algún momento fue uno de los narcos más buscados en los Estados Unidos, con una recompensa de cinco millones de dólares por quien ayudara a su captura,  se declaró culpable de haber enviado a Estados Unidos casi 500 toneladas de cocaína el 26 de junio de 2008. Desde ese momento ya se sabía que Rasguño no iba a pasar menos de 10 años en una cárcel federal. El futuro de este capo ya estaba cantado. Este lunes –no obstante– se le puso cifra a la pena que deberá pagar el otrora capo de capos, socio estratégico de los paramilitares y, además, sobreviviente de las varias guerras que se vivieron en su tierra natal.

Su historia se remonta a 1986. Ese año, Hernando Gómez Bustamante, alias Rasguño, era un empleado de una gasolinera en el norte del Valle. Al año ya era un acaudalado –aunque cuestionado– empresario. ¿La razón? Rasguño hacía sus primeros pinitos en el narcotráfico de la mano del capo José Orlando Henao Montoya. Y desde ese momento fue creciendo en el mundo criminal hasta que en 1998 –tras la muerte de Henao– se convirtió en una de las cabezas del cartel del norte del Valle: la estructura criminal que vino a reemplazar a los carteles de Medellín y Cali tras la muerte de Escobar y los Rodríguez Orejuela.

Con los años, Rasguño se convirtió en un socio clave de los paramilitares y –sin dejarse afectar por el baño de sangre que protagonizaban los otros capos del norte del Valle: Wilber Varela, alias Jabón, y Diego León Montoya, alias Don Diego– su negocio siguió creciendo. No obstante, las autoridades ya lo tenían en la mira y, de hecho, la justicia estadounidense lo requería desde 2002. Rasguño tenía su suerte contada y en 2004 fue capturado en Cuba con un pasaporte falso que lo identificaba como ciudadano mexicano y que evidenciaba que sus socios en México. En 2007 fue deportado de esa isla a Colombia y ese mismo año fue extraditado a Estados Unidos, donde hoy es condenado.

De acuerdo con las autoridades, durante su paso por el mundo criminal, Rasguño pudo conocer de primera mano los entresijos de crímenes como el del excandidato presidencial Álvaro Gómez Hurtado y sobre los nexos entre la clase política, los paramilitares, el narcotráfico y las Fuerzas Militares. Las autoridades siguen a la espera de que Rasguño revele todo lo que sabe, todo lo que pudo conocer durante esos 18 años de una carrera criminal por la que hoy es condenado.

Por El Espectador

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