La sentencia fue contundente: Ángela Guerra, madrina de Sara Salazar Palacio, una niña de tres años que murió en abril del año pasado en Armero (Tolima), luego de ser víctima de abusos sexuales y físicos, deberá pagar 39 años y 8 meses de cárcel. Así lo determinó un juez penal de Ibagué, quien además condenó a Edilberto Rojas, padrino de la menor, a pagar 13 años de prisión por haber participado en los hechos. Según la sentencia, ambos son culpables de haberla torturado y haber participado en su homicidio.
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Según Medicina Legal, la niña llegó al hospital, en abril del año pasado, con signos de violencia intrafamiliar, estaba desnutrida, presentaba fracturas en varios lugares de su cuerpo, le faltaba una parte de un dedo de una mano y, como si fuera poco, la menor había sido abusada sexualmente. Ángela Guerra, la madrina de Sara Salazar y quien se encargó de llevarla a un centro médico, le aseguró al personal médico que todo se trataba de un accidente pues la niña se había caído de la cama.
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“La muerte de Sara fue un acto absolutamente violento, ejecutado por una persona en condiciones físicas totalmente superiores a las que tenía la niña (…) Este es un caso que lo calificamos y lo reiteramos como detestable, reprochable y, si se nos permite, absolutamente asquerosos”, aseguró la Fiscalía durante el juicio en contra de los padrinos de la menor. El juez del casó declaró que que Guerra es culpable de los delitos de tortura y homicidio, y Rojas del delito de tortura a título de coautor pasivo.
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Los padrinos no son los únicos involucrados en este proceso judicial. La excomisaria de familia del municipio de Armero, Katherine de los Ángeles García Rodríguez, fue capturada en agosto de 2017 pero hoy se encuentra en libertad. Según la investigación en su contra, la exfuncionaria archivó el caso de Sara Salazar, luego de las denuncias que había recibido la comisaria sobre el supuesto maltrato y acoso que estaba recibiendo la menor en su casa.