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Este martes, un juez de Cali condenó a casi treinta años de prisión a los responsables del asesinato del fiscal Alcibiades Libreros, ocurrido el pasado 29 de diciembre en la capital del Valle del Cauca. Según la Fiscalía, los cuatro sujetos integraban una red delincuencial que hurtaba joyas y elementos de valor en la ciudad, y una de sus víctimas fue el funcionario, quien supuestamente murió en un hurto que tuvo un final fatídico.
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Samuel Hernando Alvear Ramírez, quien se acercó al vehículo del fiscal Libreros para robarlo y le disparó; y Yojan Salazar Martínez, el hombre que identificó a la víctima en una panadería de la ciudad, deberán purgar una pena de 26 años de prisión. Y, por otro lado, Edison Fajardo Angulo, jefe de la banda de asaltantes de joyas; y Álvaro Preciado Quiñonez, conductor de la motocicleta en la que se movilizó Alvear hasta el vehículo del fiscal aquel 29 de diciembre, deberán pagar 27 años de cárcel.
El hecho se registró cuando Libreros se movilizaba en su camioneta por la calle quinta con carrera 66, al sur de Cali. Según se observa en un video, el Alvear se bajó de la motocicleta, se acercó y forcejeó con el funcionario por unos segundos. Acto seguido, le disparó en repetidas ocasiones y huyó del lugar, sin vaciar el arma en su víctima. "Lo intimidó con arma de fuego con el propósito de hurtarle una cadena, y posteriormente le habría propinado dos disparos", dijo en su momento el fiscal general encargado, Fabio Espitia.
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En poco más de una semana, la Fiscalía esclareció el hecho y capturó a los cuatro sujetos. Alvear, Salazar, Fajardo y Preciado fueron presentados ante un juez de control de garantías y en las audiencias el ente investigador presentó, entre otras pruebas, 35 videos de cámaras de vigilancia de la capital del Valle que "permitieron conocer los roles de los homicidas y el recorrido exacto que hicieron antes, durante y después del crimen", según señaló la entidad.
Asimismo, desde esta fase del proceso se les imputaron los delitos de homicidio agravado, hurto calificado y agravado, y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego, accesorios, partes, y municiones. Y, además, la Fiscalía "acreditó la alta peligrosidad de los procesados, en el entendido de que estarían involucrados en otros asaltos en Cali, tenían antecedentes judiciales por diferentes delitos y algunos ya estaban condenados por varias conductas ilegales", según dijo el ente investigador.
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Libreros, de 58 años, trabajaba desde 1992 en la Fiscalía y, según supo este diario, ayudó a dar duros golpes a estructuras de crimen organizado como La Cordillera. Por eso, desde el momento en que se conoció de su muerte, las autoridades lo volvieron una prioridad y se alcanzaron a ofrecer hasta $100 millones por información que condujera al paradero de quienes orquestaron el asesinato.
En entrevista con El Espectador, la hermana del fiscal, Carmenza Libreros, denunció que el funcionario judicial había perdido desde hace cerca de un año su esquema de protección y recibido tres amenazas. Además, reveló que en la unidad en la que él trabajaba son nueve fiscales y ninguno tiene protección, y dijo que no compartía la hipótesis de investigación de la Fiscalía de vincular el asesinato con delincuencia común, pues aseugra que para encontrar a los responsables hay que mirar a las personas que su hermano investigaba.