Condenan a patrulleros de la Policía por caso grafitero

La jueza 19 de conocimiento de Bogotá avaló el preacuerdo firmado por los patrulleros de la policía Freddy Navarrete y Nelson Rodríguez Castillo con la Fiscalía General. En el documento los dos uniformados aceptaron su responsabilidad y participación en la manipulación de los elementos materiales probatorios en el lugar donde el joven grafitero, Diego Felipe Becerra Lizarazo recibió un disparo por parte del patrullero Wilmer Antonio Alarcón en la noche del 19 de agosto de 2011.

La funcionaria judicial consideró que el documento firmado entre los dos procesados y el ente investigador está ajustado a la ley y al derecho. En este sentido los dos patrulleros, quienes se encuentran actualmente cobijados con medida de aseguramiento, fueron sentenciados por los hechos que rodearon la alteración de la escena mediante la ubicación de un arma de fuego.  

Igualmente se comprometieron a colaborar con los otros procesos penales que se adelantan por estos hechos. Actualmente tres coroneles de la Policía, 10 suboficiales y tres civiles quienes habrían participado en la obtención de un arma de fuego en el mercado negro, asi como el traslado hasta la calle 166 con avenida Suba donde fue ubicada para crear una estrategía de difamación contra el joven de 16 años. 

Según la hipótesis de la Fiscalía, la noche de los hechos se presentó un acuerdo para presentar a Becerra Lizarazo como un delicuente juvenil quien, junto a dos amigos, había atracado minutos antes un bus de servicio público que se movilizaba por el sector. El conductor del vehículo de servicio y su esposa alertaron a un patrullero que se movilizaba por el lugar.

Acto seguido empredió una persecución en contra de los jóvenes. Según el relato de los uniformados el patrullero Wilmer Antonio Alarcón -procesado por el homicidio y la alteración de la escena del crimen- le disparó a Becerra Lizarazo "en defensa propia" puesto que éste le apuntó con un arma de fuego. (Ver 'Se debía proteger al patrullero' que mató al grafitero)

El joven de 16 años fue trasladado inmediatamente a un centro asistencial en la localidad de Suba donde, debido a la gravedad de la heridad falleció pocos minutos después de ingresar. Casi al mismo tiempo se adelantó una conversación múltiple en las cuales los policías pactaron la forma de ocultar el crimen y guardar silencio sobre lo ocurrido. 

En el preacuerdo los patrulleros aceptaron su responsabilidad en los delitos de favorecimiento en homicidio, falsedad ideólogica en documento público y ocultamiento, alteración y destrucción de elemento material probatorio.

El patrullero Navarrete fue sentenciado a 48 meses de prisión, sin embargo la juez avaló la solicitud para otorgarle la libertad a prueba por 12 meses debido a su buena conducta y al hecho que ya lleva tres años privado de su libertad. Mientras que el patrullero Rodríguez fue condenado a 48 meses y seguirá en detención domiciliaria. 

Gusavo Trejos, padre del menor aseguró que esta sentencia representa una puerta para aclarar la responsabilidad de las personas que participaron en el crimen del menor de 16 años. "Queremos justicia para limpiar el nombre de nuestro hijo".

"Esto confirma que siempre hubo un montaje por parte de altos miembros de la Policía Nacional, los patrulleros han dado declaraciones de cómo se plantó un arma en la escena del crimen, a qué personas se la entregaron, a qué personas se la llevaron y quiénes autorizaron", precisó.

Las declaraciones de los patrulleros, según Trejos, va a demostrar que se presentó un abuso de autoridad por parte de los coroneles que tuvieron conocimiento de primera mano de este montaje.

Finalmente aseguró que existen pruebas para demostrar la responsabilidad de otros oficiales y suboficiales por su participación y responsabilidad en la manipulación de la escena del crimen. 

"Nosotros sabemos de dos generales que están involucrados en el proceso. Existe material probatorio muy fuerte contra el general Patiño, y contra los coroneles", explicó.