Contraloría denuncia hacinamiento en las cárceles de Pasto e Ipiales

El órgano de control también encontró irregularidades en la infraestructura, destrucción de la infraestructura hidráulica por actos de vandalismo y la falta de los requisitos establecidos para la preparación de los alimentos.

Redacción Judicial
23 de noviembre de 2018 - 11:27 p. m.
La Contraloría sostiene que, tal como dijo la Corte Constitucional, el estado de cosas inconstitucional se mantiene en materia penitenciaria y carcelaria.  / Archivo El Espectador.
La Contraloría sostiene que, tal como dijo la Corte Constitucional, el estado de cosas inconstitucional se mantiene en materia penitenciaria y carcelaria. / Archivo El Espectador.

En una visita de tres días a las cárceles de Pasto e Ipiales, la Contraloría aseguró que persisten “las graves situaciones” de hacinamiento y de salubridad que compromete los derechos fundamentales de las personas privadas de la libertad. A pesar de que la Corte Constitucional revisó dos fallos de tutela, en la que ordenó a las autoridades a adoptar medidas para resolver la situación en los establecimientos de reclusión que operan en Nariño, el órgano de control dice que estas no se han cumplido en su totalidad. (Lea también: Las cárceles en Colombia, una historia de hacinamiento)

Por ejemplo, la Contraloría aseguró que los internos de la cárcel de varones de Pasto no cuentan con áreas de comedor para consumir los alimentos, como sucede en el Patio 4 del establecimiento carcelario, ni con áreas para distribución de alimentos. Otra de las fallas, según el informe, es el sobrecupo en los patios del establecimiento, pues los internos no cuentan con celda asignada y deben dejar sus pertenencias en los pasillos, donde también pasan la noche.

También denuncian que los propios internos, en actos de vandalismo, destruyen la infraestructura hidráulica que permite el funcionamiento de los baños al interior de las celdas del Patio 6. “Tal circunstancia lleva a que las heces fecales y orina que producen los internos de esa área, durante las horas de encierro, sean expulsadas al exterior del edificio, con las consecuencias de salubridad que esta circunstancia ocasiona”, expresó el órgano de control. (Le sugerimos: La misión de motivar la lectura en las cárceles)

Según la Contraloría, lo mismo sucede en la reclusión que mujeres, que funciona como patio separado al interior del penal. En el informe se lee que en una celda para dos personas deben dormir cinco y que en ese mismo espacio llevan a cabo su visita conyugal. Y también denuncian que los internos que no cuentan con una celda, su visita conyugal deben atenderla en espacios que no están diseñados para tal fin.

Respecto a la cárcel de varones en Ipiales, el órgano de control manifestó que el inicio de las obras de intervención de la infraestructura hidráulica agravó el hacinamiento ya existente, ya que es necesario mantener libre el área donde se realizarán los trabajos. “Los internos deben ser redistribuidos en los restantes patios, lo que lleva a que muchos de ellos pernocten en los baños”, sostuvo la Contraloría, que también aseguró que la demora en la intervención se debe al suministro del material por parte del consorcio constructor. (Le podría interesar: Por hacinamiento, gobernador de Antioquia pide reacomodar reclusos en carpas)

Asimismo, la Contraloría denunció irregularidades en algunas áreas de suministro de alimentos, inundaciones en el área de sanidad por no contar con un cielo raso y la falta de los requisitos establecidos por las autoridades sanitarias para la preparación de los alimentos. Al encontrar estas fallas, la Contraloría sostiene que, como lo dijo la Corte Constitucional, el estado de cosas inconstitucional se mantiene en materia penitenciaria y carcelaria.

Por Redacción Judicial

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