Crimen de Luis Carlos Galán fue un acto terrorista: Corte Suprema de Justicia

El exdirector del DAS, Miguel Maza Márquez, fue sentenciado por la Corte Suprema de Justicia. Se estableció que el general (r) tuvo nexos con paramilitares del Magdalena Medio, quienes estuvieron detrás del homicidio del excandidato presidencial en agosto de 1989.

Redacción Judicial
25 de noviembre de 2016 - 04:00 a. m.
El general (r) Miguel Maza Márquez era director del DAS para la época de los hechos.  / Archivo
El general (r) Miguel Maza Márquez era director del DAS para la época de los hechos. / Archivo

Por decisión unánime, la Corte Suprema de justicia condenó al exdirector del DAS, el general (r) Miguel Maza Márquez, por el asesinato del excandidato presidencial del Nuevo Liberalismo Luis Carlos Galán. Maza Márquez fue hallado responsable por los delitos de concierto para delinquir y homicidio y tendrá que purgar 30 años de prisión. (Vea acá la condena completa a Maza Márquez)

Por decisión unánime, la Corte Suprema de Justicia condenó al exdirector del DAS, el general (r) Miguel Maza Márquez, por el asesinato del excandidato presidencial del Nuevo Liberalismo Luis Carlos Galán. Maza Márquez fue hallado responsable por los delitos de concierto para delinquir y homicidio, y tendrá que purgar 30 años de prisión. Así, el alto oficial se convierte en el primer agente del Estado en ser condenado por este crimen que, según la investigación de la Fiscalía, fue una alianza criminal entre varios bandos: el cartel de Medellín, el cartel de Cali y los paramilitares del Magdalena Medio.

El 18 de agosto de 1989, día en que Luis Carlos Galán murió por las balas del narcotráfico en un evento público en Soacha —y en el que también fallecieron el concejal Julio César Peñaloza Sánchez y el escolta Santiago Cuervo Jiménez—, el entonces director de DAS, Miguel Maza Márquez, inició la investigación del crimen. En ese momento, las autoridades apuntaron hacia Júbiz Hazbún, un hombre que fue capturado cuatro días después de los hechos y procesado por el asesinato del candidato presidencial. El 5 de mayo de 1993 quedó en libertad, luego de comprobarse que se trataba de un falso positivo judicial. Desde ese momento reinó la impunidad.

Sólo hasta 2004, cuando el expediente se reabrió, fue que el general (r) Maza Márquez entró en el radar de las autoridades. En ese entonces se investigaba su responsabilidad por ser el encargado de velar por la seguridad de Luis Carlos Galán. Tuvieron que pasar cinco años más y llegar al año 2009, cuando se declaró el homicidio como crimen de lesa humanidad, en que la Fiscalía volcó su investigación a demostrar la alianza entre criminales y agentes del Estado, en la que participaron personajes como Gonzalo Rodríguez Gacha, alias el Mexicano, Pablo Escobar y uno de los fundadores del paramilitarismo en el Magdalena Medio, Henry de Jesús Pérez Durán.

Según el fallo de 267 páginas de la Corte Suprema, el general (r) Maza Márquez participó junto a los capos del narcotráfico y las autodefensas del Magdalena Medio en la elaboración del plan para asesinar al candidato presidencial. Su tarea era debilitar el esquema de seguridad. Razón por la cual en julio de 1989, el entonces director del DAS nombró al teniente Jacobo Torregrosa como jefe de seguridad de Galán. Se trataba de un hombre que pocos meses llevaba en el DAS, no tenía la experiencia suficiente y era incompetente para proteger a uno de los hombres más amenazados en Colombia.

Para la Corte Suprema, Torregrosa era un hombre de confianza de Maza Márquez, pues no había otra forma de explicar cómo un policía que en su hoja de vida tenía múltiples anotaciones, memorandos, expulsiones e incluso una investigación interna en la misma institución por hurto, era apto para cuidar de Luis Carlos Galán.

Además, en la sentencia se lee que el teniente Torregrosa cambió a los escoltas de confianza de la familia Galán —sólo dejó a dos de los antiguos— y tenía una relación cercana con el sicario de Galán, Jaime Rueda Rocha. La Corte sostuvo que este último, luego de ser capturado, logró escapar de prisión en septiembre de 1990 y se escondió de las autoridades en una finca de los paramilitares del Magdalena Medio gracias a la ayuda que le prestó el general (r) Maza Márquez.

Asimismo, la Corte manifestó que los nexos de los paramilitares con el general (r) Maza Márquez permitieron la llegada al país del mercenario israelí Yair Klein, quien entrenó a miembros de las autodefensas del Magdalena Medio a finales de los 80. Uno de sus agentes del DAS, Orlando Monroy, alias Trapero -quien también fue escolta personal de la mamá del alto oficial y se encuentra desaparecido-, transportó a Klein y también participó de los campamentos donde dio cursos de adiestramiento militar. En esos campos se entrenó al asesino de Galán: Jaime Rueda Rocha.

Entre los testigos que hablaron de las relaciones del general (r) Maza Márquez con el comandante paramilitar Henry Pérez figuran varios miembros de las autodefensas de Puerto Boyacá en el Magdalena Medio. Entre ellos Alonso Baquero, alias Vladimir , y José Antonio Villamizar, alias John. Otros que constataron la versión de que el exdirector del DAS era cercano a los para fueron Diego Murillo Bejarano, alias Don Berna, Wilson de Jesús Pérez (hermano de Henry Pérez) e Iván Roberto Duque, alias Ernesto Báez.

En pocas palabras, la condena contra Maza Márquez se centra en que sirvió de interlocutor con Henry Pérez para cometer el homicidio de Galán y que su rol consistió en debilitar el esquema de escoltas del candidato presidencial. La Fiscalía todavía investiga cómo, luego del asesinato, se desvió la investigación para evitar que los verdaderos responsables fueran descubiertos, por lo que miembros de la Policía terminaron cometiendo un falso positivo judicial contra Júbiz Hazbún y otros acusados de ser los asesinos de Galán.

Durante el juicio se demostraron las precarias medidas de seguridad que se tomaron durante el evento en el que participó Galán en la plaza central de Soacha. Asimismo, que al poco tiempo de llegar a la plaza central, el teniente Torregrosa se alejó de la tarima en la que fue baleado al candidato presidencial por los sicarios del Mexicano. Al jefe de escoltas de Galán, quien murió en 2009 sin ser procesado, sólo lo volvieron a ver horas después en el hospital donde murió el jefe del Nuevo Liberalismo.

La investigación formal contra Maza Márquez comenzó en 2009. Desde ese entonces no ha dejado de insistir en que nunca hizo algo para facilitar la muerte de Galán y que mucho menos lo podían acusar de aliarse con criminales como el cartel de Medellín, pues Pablo Escobar era su acérrimo enemigo. Tanto así que, recordó el general (r) Márquez, Escobar ordenó una serie de atentados en su contra, como la bomba que le puso al DAS en diciembre de 1989, en la que murieron unas 60 personas. Maza sostuvo también que la orden del cambio de escolta se dio por solicitud de la familia Galán y no por capricho. Sin embargo, esa afirmación fue desmentida por la viuda de Galán, Gloria Pachón.

Para la Corte Suprema, sin embargo, sí se comprobaron los nexos entre Maza Márquez con los paramilitares del Magdalena Medio, con quienes, se supone, tenía una relación de vieja data para combatir a un enemigo común: la guerrilla. “Es claro, por lo tanto, que Maza Márquez no vaciló en utilizar su cargo en desmedro de los valores que honra el desempeño de la función pública, en aras de lograr el éxito de los criminales objetivos de la organización con la cual se había concertado y se comprometió a colaborar”, se lee en el fallo.

A Maza Márquez la Corte Suprema le impuso la pena máxima. Es más, se señaló que sus acciones fueron con fines terroristas porque se trató del crimen de una figura pública que iba a ser el próximo presidente de Colombia, que había librado una “lucha frontal contra el narcotráfico” y al que terminó debilitándole su esquema de seguridad al designar al teniente Torregrosa. Asimismo, el alto tribunal precisó que el oficial (r) de la Policía no cumplió con las exigencias que le demandaban ser el director del DAS, pues omitió perseguir a las autodefensas del Magdalena Medio y por el contrario fingió operativos para destruir laboratorios de cocaína.

Otros implicados

El general (r) Maza Márquez no es el único miembro de la Fuerza Pública que está siendo investigado por el crimen de Galán. De hecho, son cuatro los miembros de la Policía y el DAS que en este momento están vinculados a las investigaciones. Cada uno, al parecer, habría desempeñado un papel determinante en el homicidio del candidato presidencial al dar instrucciones a sus hombres que terminaron por debilitar los esquemas de seguridad del candidato presidencial y permitieron que los sicarios actuaran y escaparan sin oposición alguna.

Se trata de Luis Felipe Montilla (excomandante de la Policía de Soacha) y Manuel Antonio González (exjefe de la Oficina de Protección del DAS), quienes fueron llamados a juicio en noviembre de 2013. Además, desde septiembre de 2015 también fueron vinculados los generales (r) Argemiro Serna (exsubcomandante de la Policía de Cundinamarca) y Óscar Darío Peláez Carmona (exdirector de la Dijín).

Por Redacción Judicial

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