En la Fiscalía reposa una denuncia del presidente de la Asociación de Trabajadores Enfermos de Drummond Puerto, Aníbal Pérez Parra, quien manifestó ser objeto de una persecución por su activa participación en la denuncia por el daño ambiental de la empresa Drummond.
Pérez denunció haber sido objeto de amenazas directas de muerte al igual que su familia, los afiliados a esa organización y quienes denunciaron el derrame de carbón que motivó el cierre de las operaciones de la empresa Drummond en la zona de cargue ubicada en el municipio de Ciénaga (Magdalena).
Según Pérez, las amenazas se hicieron a través de las cuentas de correo de Gmail y Hotmail de la asociación. En los anónimos obligan a la organización a sus integrantes a mantenerse alejados del tema y abstenerse de opiniones o denuncias sobre la operación de la empresa.
La advertencia la acompañan con la adjudicación de la muerte de un compañero directivo sindical que también luchaba por los derechos de la salud ocurrida el pasado sábado, sostuvo Pérez Parra.
Los responsables de las amenazas hicieron llegar adjunto un documento en el que lo declaran objetivo militar, a su asociación y a todo aquel que atente contra lo que denominan su fuente de ingreso.
Desde que se hicieron las denuncias por el vertimiento de carbón al mar por parte de la empresa Drummond no han dejado de parar las amenazas. Denunció “que estas amenazas han sido telefónicamente, donde me dicen que soy un sapo, que me he metido con gente pesada del común y además de eso estoy haciendo una lucha que no me corresponde”.
Perez Parra llamó la atención a la Fiscalía General de la Nación porque desde 2010 ha venido denunciando las amenazas de muerte de las que ha sido objeto al igual que ataques físicos e intimidaciones.