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Denuncian que la Supersubsidio es un “fortín politiquero”

Exfuncionaria de la entidad señaló que la superintendente Griselda Restrepo puso la entidad al servicio de sus amigos políticos. Restrepo se defiende y acusa. Investigación de Noticias Caracol y El Espectador.

Juan David Laverde Palma
25 de febrero de 2016 - 01:41 a. m.
La superintendente Griselda Restrepo. / Archivo
La superintendente Griselda Restrepo. / Archivo

Un escándalo de marca mayor, con ribetes penales y disciplinarios, conocido en detalle por la Casa de Nariño, acaba de estallar en la Superintendencia de Subsidio Familiar. Aunque de todas las superintendencias del país quizá sea ésta la menos conocida, vigila $5,3 billones al año de recursos parafiscales. Una entidad que, debido a las denuncias de una alta exfuncionaria, hoy está en el radar de las autoridades. La historia es así: la superintendente Griselda Janeth Restrepo –una curtida política del Valle y exsenadora del Partido Liberal– decidió remover de su cargo a Jeannette Benítez de Arevalo, quien se desempeñó hasta el 13 de enero pasado como Delegada para la Responsabilidad y las Medidas Especiales en el organismo. Benítez aceptó –su cargo es de libre nombramiento y remoción–, pero antes de irse se despachó en críticas y denuncias contra su exjefa.

En una carta de 12 páginas conocida por Noticias Caracol y El Espectador, fechada el pasado 3 de febrero, la exfuncionaria sostuvo que Griselda Janeth Restrepo convirtió a la Supersubsidio en un fortín politiquero, que manipula informes o engaveta expedientes a su antojo, que puso a cercanos colaboradores a vigilar cajas de compensación intervenidas para “su propio beneficio”, que omitió los hallazgos de sus investigaciones por presunta corrupción en Sucre y Bolívar y que debido a sus pesquisas se convirtió en una piedra en el zapato. “La gestión que venía cumpliendo me hizo merecedora del reconocimiento del Sistema de Subsidio Familiar, y el de los mejores y más honestos funcionarios de la Superintendencia, pero también de la enemistad de la superintendente Griselda Janeth Restrepo, a quien lo que me menos le interesa es tener una funcionaria eficiente y honesta”, señaló Jeannette Benítez.

Según ella, hay prácticas extorsivas en la Supersubsidio y funcionan así: cuando los funcionarios detectan irregularidades “ejercen una posición dominante y arbitraria para intimidar a los directivos de las cajas. Se comenta con insistencia que estos comportamientos hostiles al final tienen como verdadero propósito llegar a ‘acuerdos’ con los potenciales investigados”. La exfuncionaria insistió en que puso al tanto a la superintendente de estas denuncias. “Acudí a ella ciega y confiadamente para informarle la gravedad de lo que estaba sucediendo sin saber que ella era copartícipe de todo este tinglado”. Seguidamente explicó más anomalías y presuntos actos de corrupción en Comfasucre. Y aquí le puso nombres y apellidos a sus señalamientos. Dijo que documentó el desgreño administrativo en esa caja tras unas visitas de control y que sus descubrimientos la llevaron a formularle pliego de cargos a la directora de esa entidad Erika Ahumada.

Ahí fue Troya. Benítez sostuvo que esa decisión, firmada en octubre de 2015, le molestó profundamente a la superintendente Restrepo, al punto que ella le pidió que no la sacara, que lo cambiara y que para ello ejerció todas las presiones posibles. En su carta de renuncia Benítez indicó que conoció denuncias que advertían que Comfasucre había sido intervenida como “un acto de politiquería para cumplirle al grupo político del secretario general del Partido Liberal Héctor Olimpo Espinosa”. Y, además, resaltó que Ahumada “maneja recursos mensuales por $5.000 millones sin control alguno y le da contratos de prestación de servicios a empresas, fundaciones e IPS recomendadas” del secretario del Partido Liberal. De acuerdo con Benítez, cuando se disponía a sancionar a la directora de Comfasucre fue desvinculada de su cargo.

Así mismo soltó la siguiente perla: que la superintendente Restrepo nombró como agente especial para vigilar a Erika Ahumada en Sucre a Rubén Darío Córdoba, un contador con más de 10 años de experiencia en la Auditoría que, además, está casado con una prima de la alta funcionaria. “El ratón cuidando el queso. No tiene ninguna presentación que un pariente de la superintendente esté cuidando los recursos de las cajas más denunciadas por corrupción”, aseguró vehemente Jeannette Benítez. En el documento de renuncia consignó más cosas: “Meses antes de que la Superintendente tomara la decisión de separarme del cargo el secretario general del Partido (Liberal) se movió desesperadamente en el Congreso buscando ‘presionar’ a quienes, según él, me habían referenciado para ocupar el cargo. Entiendo que finalmente la superintendente le pudo dar gusto al secretario Héctor Olimpo Espinosa entregándole mi cabeza”.

Su extensa misiva la remató refiriéndose a Cajasai, Caja de Compensación de San Andrés: “Se debe evitar en lo posible y con la ayuda de los entes de control que esta otra caja se convierta en la caja menor de los políticos amigos de la Superintendente Griselda Janeth Restrepo”. Benítez es una mujer con 30 años en el sector público. Aunque apenas estuvo 10 meses en la Supersubsidio, se desempeñó antes como directora de Caprecom en Bogotá, como subgerente administrativa de la Lotería de Bogotá, en la secretaría general Instituto Colombiano de Reforma Agraria y como secretaria general del Ministerio de Trabajo. “Estoy convencida de mis denuncias y tengo las pruebas. Que las autoridades investiguen. Lo que está pasando aquí es muy grave”, concluyó.

La defensa

En respuesta a estas graves denuncias, conocidas por Noticias Caracol y El Espectador, la superintendente Restrepo desmintió una a una las afirmaciones de su exfuncionaria. Insistió en que es infame que la señalen de corrupción o favorecimiento cuando lo que ella ha hecho desde que llegó a la entidad hace más 16 meses ha sido sanear los procesos administrativos del organismo, haciendo alianzas estratégicas con la Fiscalía y vigilando sin pausa las 43 cajas de compensación familiar del país. “Esto no es ningún fortín politiquero y podrá dar fe de ello el sistema en pleno. Ya presentamos una denuncia penal (contra Benítez) y yo misma le pedí al procurador general que revise este caso. Aquí estamos para darle la cara al país y mostrarle que cada palabra de la doctora Jeannete Benítez es una falsedad. No vamos a dejar que el nombre de esta entidad se ponga en duda”.

La funcionaria añadió: “Le quiero decir a Colombia que tenga la certeza de que estamos haciendo un trabajo impecable en la protección de los derechos de los trabajadores con el objetivo de que esos $5.3 billones de recursos parafiscales del país siempre tengan como propósito final los trabajadores colombianos. Aquí quiero ser muy clara. El país puede tener la certeza de que la doctora Jeannete Benítez ha calumniado a esta Superintendencia. Sus acusaciones son mentirosas. A la Procuraduría le enviamos un documento respondiendo párrafo por párrafo la carta que dejó la exfuncionaria retirada. A ella la retiré porque me llegaron quejas de ella y de su trabajo. Aún más, yo no puse a Erika Ahumada como directora de esa caja intervenida de Comfasucre, pero sí le puedo decir que me ha parecido una administradora eficiente”.

Sobre el nombramiento del abogado Rubén Darío Córdoba como agente especial de vigilancia de Comfasucre insistió: “No hay ninguna inhabilidad allí. Él tiene una hoja de vida estupenda que lo acredita para el cargo”. Restrepo le entregó a Noticias Caracol y a El Espectador los documentos que le envió a la Fiscalía y a la Procuraduría para que indaguen este caso. “Soy la más interesada en que esto se aclare pronto, porque tengo una hoja de vida intachable y mi único patrimonio es mi prestigio. Me duele profundamente que pueda verse manchado por una denuncia temeraria. Al final probaré mi inocencia y la verdad saldrá a relucir. Pero me resulta indignante todo lo que consignó la doctora Benítez”. En la denuncia penal que instauró contra su exfuncionaria, la superintendente Restrepo defendió su gestión y de acusada pasó a acusadora.

“Revisados los memorandos y correos electrónicos remitidos por la doctora Benítez al despacho de la Superintendente de Subsidio Familiar, en ninguno reportó la existencia de irregularidades o situaciones de riesgo asociadas a corrupción o prácticas indebidas que, al interior de la entidad, afectaran la eficacia del área o las investigaciones a su cargo”. También aseveró que en su entidad no se engavetan procesos ni se desaparecen pruebas, que esas afirmaciones resultan absurdas y evidencian el “total desconocimiento por parte de la doctora Benítez de la normatividad que regula el proceso de visitas” a estas cajas de compensación. Señaló la superintendente Restrepo que durante su gestión no ha intervenido ninguna entidad, que todos esos actos administrativos se profirieron antes de su llegada a la Supersubsidio y que, por tanto, la tesis de que edificó un fortín político sobre esa base se desmorona completamente.

“No es cierto que la intervención administrativa de Comfasucre haya correspondido a un acto de politiquería para cumplirle al secretario del Partido Liberal Héctor Olimpo Espinosa, medida cautelar que no fue adoptada durante mi gestión”, añadió en su denuncia a la Fiscalía. Y continuó: “Las manifestaciones efectuadas por la doctora Benítez en su escrito reflejan su falta de imparcialidad y constituyen un claro acto de prejuzgamiento (contra Erika Ahumada)”. Precisamente sobre Ahumada, Restrepo aseguró: “Acredita más de 16 años de experiencia en gerencia de proyectos del sector salud, revisoría fiscal, gestión empresarial, control interno, auditoría, liquidación e intervención de entidades públicas y privadas donde ha desarrollado los planes de salvamento”. En pocas palabras, elogió la labor de Ahumada. Hoy, sin embargo, sobre ella pesa un pliego de cargos proferido por Jeannette Benítez.

En diálogo con Noticias Caracol y El Espectador, el secretario general del Partido Liberal Héctor Olimpo Espinosa, oriundo de Sucre, se mostró ajeno a cualquier acusación de Benítez. “Me parece que esa es la reacción de alguien que acaba de salir de una entidad”, señaló vehemente y añadió: “Muchas de las cosas que pasan en mi departamento me las achacan a mí porque soy de allá, pero no tengo información de este caso. Sé quién es la señora Ahumada, pero no tengo relación con ella, me dicen que es una buena funcionaria, pero hasta ahí, no sé más. A mí me meten en vainas todo el tiempo, qué puedo responder a eso. Eso sí, voy a poner una denuncia por calumnia contra esta señora. Pero sepa usted que nada de lo que ocurre con Comfasucre hace parte de mi resorte o mis funciones”. Y remató a manera de conclusión: “Seguramente esto hace parte de los temas de la política local”.

También se pronunció sobre este caso Erika Ahumada, directora de Comfasucre y directamente salpicada por Jeannette Benítez en su denuncia. Según Ahumada, no existe prueba alguna de irregularidad durante su gestión. Lo que pasa, asegura, es que quieren sacarla a escobazos de allí porque denunció las irregularidades de la anterior administración de la Caja de compensación. “Esto tiene otro trasfondo: detectamos fraudes por más de $82 mil millones y pusimos en evidencia que se le venían pagando cuotas de subsidios a 27 mil personas que no existen. Todas las pruebas ya las pusimos ante la justicia. Me parece que quien tiene que dar explicaciones es William Martínez, quien estuvo al frente de Comfasucre durante 15 años y quien tiene denuncias penales. Es muy triste que le quieran arruinar a uno su reputación con señalamientos ridículos, infundados e infames”.

Ahumada añadió que la exdelegada de la Supersubsidio estuvo direccionada todo el tiempo, que su gestión ha sido tan buena que “quieren sacarme porque hay mucha plata de por medio” y que ya puso las denuncias penales contra Benítez porque está convencida de que miente. Incluso advirtió que la Superintendencia de Salud avaló todos sus procesos de contratación, que esa entidad revisó 232 contratos y no halló anomalía alguna y que, por tanto, resulta ilógico que se le quiera relacionar con un presunto carrusel de contratos en salud “sin control”, como sostuvo Jeannete Benítez. “Sucre es muy complicado. Me he reunido con el vicefiscal con el fin de que todas nuestras denuncias sean trasladadas a Bogotá, pero no ha sido posible. Yo tengo todo en orden en la casa. Pero lo dicho por esta señora es lo más bajo que me ha pasado”.

Por ahora la Fiscalía y la Procuraduría indagan el caso. Todos los funcionarios consultados por Noticias Caracol y El Espectador aseguran a rajatabla que su verdad es la única. Sin embargo, está claro que alguien miente. La justicia tendrá que resolver pronto este rompecabezas.

Por Juan David Laverde Palma

 

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