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El encuentro entre una misión de la ONU y la guerrilla de las Farc, conforme a lo pactado el 23 de junio en La Habana, terminó en una crisis. Los miembros de la organizanción internacional tenían como objetivo llevar a un grupo de subversivos a La Habana, donde recibirían instrucción sobre la manera en la que se ejecutará el monitoreo y la verificación del cese al fuego. Sin embargo, la cita nunca se dio.
En hechos que aún no han sido esclarecidos, tres guerrilleros terminaron heridos tras un supuesto ataque de tropas del Ejército. El Comando Conjunto No. 3 del Suroriente suministró un comunicado oficial en el que manifiesta que éste se dieron en el desarrollo de operaciones de control territorial de área para proteger a la población civil y garantizar su seguridad.
Los hechos, según la institución, se presentaron el viernes 8 de julio entre tropas de la Brigada Móvil No 2 de la Fuerza de Despliegue Rápido y presuntos integrantes del frente 55 de las Farc, en la vereda Candilejas del municipio de la Uribe (Meta). De acuerdo con el informe de prensa no hubo afectación en las propias tropas ni en la población civil.
Tras los combates, “los uniformados encontraron dos banderas con eslogan alusivo a las Farc – PC3, medios digitales como cámaras y memorias USB, víveres y material de intendencia entre ellos un equipo de campaña artesanal, dos pantalones verde oliva y una camisa pixelada, material que fue puesto a disposición de la autoridad competente”, señaló el Ejército.
Según el registro de los militares “no se hallaron rastros de sangre que indicaran que se hubiese presentado heridos en esta acción”. Sin embargo, las Farc aclararon previamente que sí los hubo, razón por la que una comisión del Comité Internacional de la Cruz Roja, autorizada por el Gobierno, los atendería.
“Las Farc solicitaron al Gobierno apoyo humanitario; de inmediato la Fuerza de Tarea Conjunta OMEGA inició coordinaciones con el CICR, con el fin de prestar el apoyo requerido, no obstante hace pocas horas el CICR notificó al comandante militar de la base de la Uribe que la operación quedaba cancelada pese a que todo estaba preparado para tal efecto”, concluyó el comunicado.
A través de su cuenta de Twitter el miembro del secretariado de las Farc Carlos Lozada aseguró que "lo ocurrido en Meta no fue combate de encuentro, fue asalto a delegados de las Farc que viajaban a La Habana. Por ese mismo canal, Rodrigo Granda dijo que "morterazos que hirieron a tres guerrilleros que esperaban extracción de verificadores del cese al fuego demuestra intransigencia de ciertos mandos (sic)".
Mientras se aclara de qué manera se presentaron los hechos, el Gobierno y la guerrilla de las Farc tienen el reto de ajustar sus protocolos para que en el futuro no se repitan estas situaciones, poniendo en peligro la confianza que han construído las partes durante los tres años que se han prolongado las negociaciones y sobre todo para que el cese de hostilidades se pueda cumplir y verificar.