El expediente del hermano del exmagistrado Ricaurte

Rafael de Jesús Ricaurte junto a su socio José Toro Naranjo, alias ‘Nacho’. /Cortesía

Desde 2010 Rafael de Jesús Ricaurte Gómez, hermano del exmagistrado Francisco Ricaurte, estaba en el radar de las autoridades norteamericanas, por sus presuntos vínculos con una red de narcotráfico que despachaba contenedores llenos de droga desde Santa Marta. El pasado 5 de marzo, el CTI de la Fiscalía capturó a Ricaurte en la capital de Magdalena junto a su socio José Toro Naranjo, alias Nacho —un supuesto capo del norte del Valle—. Ambos son requeridos en extradición por una corte de Nueva York.

El expediente de Rafael Ricaurte es bastante particular, no solo por su parentesco con quien fue presidente de la Corte Suprema de Justicia y el Consejo Superior de la Judicatura, sino porque sus pretensiones llegaron hasta la política. En 2011, Ricaurte se lanzó a la Asamblea de Magdalena con el aval del Partido de la U. No logró ser diputado, ya que tan sólo consiguió 1.319 votos. En esa época, poco o nada se conocía de las andanzas de Ricaurte como enlace de la mafia. Tanto así, que ni siquiera hoy en día en la Fiscalía existía alguna investigación en su contra.

Pero las autoridades entraron en alerta el 17 de noviembre de 2011. Poco tiempo después de las elecciones departamentales, Rafael de Jesús Ricaurte fue víctima de un atentado. En la noche de ese jueves, un hombre que se movilizaba en bicicleta disparó contra Ricaurte cuando se bajaba de una camioneta en el barrio Ciudadela 29 de Julio en Santa Marta. El hermano del exmagistrado salió ileso, sin embargo, un mototaxista fue alcanzado por los proyectiles. La Policía comenzó la investigación para determinar quién estaba detrás del atentado contra el excandidato y estableció que la Oficina de Envigado había planeado asesinar a Ricaurte por un ajuste de cuentas.

Los primeros resultados de las pesquisas se dieron tres días después del atentado. La Policía capturó a Jorge López Córdoba, Juan David Álvarez Duque, Franklin Giovanny Manotas Mier, Delimiro Pérez Díaz y Leonardo Fabio Anicharico, quienes pertenecían a la Oficina de Envigado y, según la autoridades, idearon el atentado. A ellos les decomisaron un fusil AK-47 y un revólver, armas con las que intentaron asesinar a Ricaurte. Asimismo, los cinco hombres tenían circular roja de la Interpol.

En ese entonces surgió la duda de por qué la Oficina de Envigado atentó contra un excandidato a la Asamblea que no tenía ningún punto negro en su hoja de vida. Fuentes de la Policía le contaron a El Espectador que en su momento se descubrió que se trató de un ajuste de cuentas, ya que se había perdido la plata de un cargamento de droga que había salido por Santa Marta. Pese a las sospechas, a Ricaurte no se le abrió proceso alguno. Sin embargo, la DEA ya lo tenía identificado como el hombre que manejaba la rutas de envío de drogas desde Colombia, pasando por México, hasta Estados Unidos.

A Rafael de Jesús Ricaurte empezaron a hacerle seguimientos desde 2010, cuando se descubrió que tenía contacto constante con Nacho, un narcotraficante al que le seguían la pista los norteamericanos desde tiempo atrás. Se le hicieron interceptaciones telefónicas y se evidenció el nexo directo entre ambos hombres. Ya en 2014, cuando se realizó un operativo en el que se incautaron 500 kilos de cocaína que estaban ocultos en un barco que zarpó desde Santa Marta, los agentes norteamericanos enfilaron baterías para capturar a Nacho y a Ricaurte.

En Colombia no existía expediente alguno contra ellos, pero ante el requerimiento de las autoridades norteamericanas, la Fiscalía empezó a colaborar con las pesquisas. Fue entonces que el pasado 4 de febrero, por medio de interceptaciones a las comunicaciones de Nacho y Ricaurte, se conoció que ambos hombres se reunieron en Cartagena para planear el envío de una tonelada de droga a Estados Unidos. Al parecer, Nacho le dio un adelanto a Ricaurte, quien debía encargarse de que una compañía legalmente constituida llevara el cargamento hasta Veracruz (México) en contenedores.

La logística estaba a cargo de Ricaurte. Supuestamente, él tenía el control de las rutas y el objetivo era lograr que el cargamento llegara hasta Nueva York, donde cobrarían 3.500 dólares por kilo. En pocas palabras, se trataba de un negocio que podía dejar ganancias por 1,6 millones de dólares —restándole los gastos de la operación—. Gracias a estos seguimientos, las autoridades norteamericanas lograron que la Interpol emitiera una circular roja contra Ricaurte y Nacho, quienes finalmente fueron capturados hace 15 días.

En estos momentos están a la espera de que la Corte Suprema de Justicia defina si se aprueba la extradición y, posteriormente, si el presidente Juan Manuel Santos firma y da el aval. El exmagistrado Francisco Ricaurte lamentó la situación y envió un comunicado en el que precisó: “Expresamos a la opinión pública nuestro desconcierto y tristeza frente a los hechos en los que se involucra a Rafael de Jesús Ricaurte Gómez, con quien, a pesar de nuestro parentesco, no teníamos cercanía desde hace muchos años”.

El exmagistrado agregó que esta es una “dolorosa situación por la que han atravesado muchas familias que no puede utilizarse fuera de contexto para afectar a sus integrantes, en particular a los que sirven y han servido al país como funcionarios públicos”, y que su hermano debe asumir las consecuencias de sus actos de forma individual. Finalmente, Francisco Ricaurte precisó que apoyarán cualquier decisión que tome la justicia.