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Néstor Orlando Guitarrero, para la Fiscalía, estableció en 2015 un esquema de trasteo de votos junto con el entonces candidato Felipe Andrés Galán para llegar a la Alcaldía y al Concejo de Cota (Cundinamarca), respectivamente. Por ello, Guitarrero y Galán fueron llamados a juicio el 22 de marzo de 2017. Dos años después, este proceso se encuentra a punto de arrancar: el próximo 12 de abril, en el Juzgado Penal del Circuito de Funza, tendrá lugar por fin la audiencia preparatoria, en la cual el juez definirá qué pruebas y testigos serán ventilados en los estrados judiciales.
Guitarrero fue elegido por primera vez alcalde de Cota, uno de los municipios más ricos del país por su recaudo de impuestos, hace casi 11 años, en representación del Polo Democrático. Ya había sido concejal de 2001 a 2007, por lo que la política no le era ajena. Lo de 2008 fueron unas elecciones atípicas que tuvieron que hacerse luego de que se supiera que el alcalde elegido en 2007, Néstor González, estaba inhabilitado para ejercer cargos públicos por haber sido sancionado por un juez penal de Funza.
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En 2015, Guitarrero quiso repetir. En esa época era evidente que Guitarrero había mejorado considerablemente su nivel socioeconómico. "A pesar de ser un hombre de extracción humilde (su mamá trabajó como empleada doméstica y su papá es agricultor), hoy Guitarrero vive en Palo Verde, uno de los conjuntos residenciales más costosos de Cota (a 20 minutos de Bogotá) donde cada casa ronda los mil millones de pesos", reveló en ese momento el portal especializado La Silla Vacía.
Después de una campaña que contó con el aval del Partido de la U y el Liberal, como él mismo mostró en sus piezas publicitarias, Guitarrero perdió las elecciones ante Carlos Julio Moreno Gómez, el candidato de Opción Ciudadana. Ese movimiento antes se conocía como Partido de Integración Nacional (PIN) y hoy, de nuevo, está en el ojo del huracán: uno de sus líderes naturales, el excongresista Luis Alberto Gil, fue detenido hace un par de semanas porque, afirma la Fiscalía, recibió un soborno de miles de dólares bajo la promesa de corromper decisiones judiciales.
Fue para hacerse reelegir que habría cometido los delitos de fraude en inscripción de cédulas y corrupción del sufragante. Según la Fiscalía, habría liderado un esquema de fraude electoral entre marzo y abril de 2015, cuando los habitantes de Cota habrían presenciado cómo, sin razón aparente, se formaban largas filas a la entrada de la Registraduría local. Lo poco convencional de la situación llevó al registrador municipal a remitir un oficio a la Fiscalía para que indagara.
El ente investigador concluyó que a varios habitantes de Zipaquirá, un municipio a 32 kilómetros de Cota, los llevaron en el vehículo que al parecer sería del candidato Galán con indicaciones precisas de inscribir su cédula para votar en este lugar y luego regresar en el mismo vehículo a su residencia. Por el trámite, dice la Fiscalía, recibían $30.000. Los nuevos registrados, comprobó el organismo, no residían en Cota, ni trabajaban allí, ni tenían vínculo alguno con el municipio ni arraigo. Ese dato fue clave.
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En el escrito de acusación, la Fiscalía describió así el esquema: "Para lograr su fin, Felipe Andrés Galán contrató los servicios del señor José Alexander Ávila Valbuena, quien fue una de las personas encargadas para que transportara en el mismo carro de Felipe Andrés Galán a varias personas desde el municipio de Zipaquirá, Cundinamarca, hasta Cota, para que inscribieran sus cédulas de ciudadanía en este municipio y luego fueran devueltas nuevamente en el mismo vehículo de Felipe Andrés Galán, a su sitio de residencia, es decir, en el municipio de Zipaquirá, Cundinamarca".
Como los presuntos responsables siempre usaron el mismo carro, a la Fiscalía le resultó fácil rastrear al propietario: Andrés Felipe Galán, quien contaba con el respaldo político y financiero de Néstor Orlando Guitarrero en su campaña. En la investigación también se encontró que Yenny Sossa, quien residía en Zipaquirá, presuntamente era la encargada de convencer a otros habitantes de registrar su cédula en Cota y de pagarles la suma acordada, según la acusación de la Fiscalía. A Valbuena, supuestamente, le pagaban $20.000 por cada viaje.
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Guitarrero, Galán, Sossa y Ávila resultaron así investigados por, presuntamente, hacer que personas sin ningún nexo con Cota inscribieran sus documentos de identidad para votar allí: “Como es obvio, para que frente a los comicios electorales [sic] del 25 de octubre de 2015 pudieran depositar el voto a su favor”, aseguró la Fiscalía. En octubre de 2017, sin embargo, Ávila pactó un principio de oportunidad con la Fiscalía y quedó en una posición distinta: será testigo en contra de los demás a cambio de no ser investigado. Ellos, por su parte, se declararon inocentes desde la imputación.
La colaboración de Ávila, reconoce la Fiscalía, fue fundamental para "ubicar elementos probatorios y evidencia física" que comprometería a Néstor Guitarrero, a Felipe Andrés Galán y a Yenny Sossa, todos llamados a juicio. La audiencia preparatoria debía tener lugar el pasado 11 de marzo, pero por razones administrativas la diligencia no ocurrió. Según las fechas planificadas por el propio juzgado, podrá realizarse el próximo 12 de abril. El Espectador llamó y le escribió con insistencia a Néstor Guitarrero para conocer su versión de los hechos, pero no hubo respuesta.