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“En el testimonio de Meneses es imposible encontrar una verdad”: defensa de Santiago Uribe

El juicio contra Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe, está en su recta final. Este jueves, tercer día de los alegatos finales de la defensa, el abogado Jaime Granados se concentró específicamente a desmentir las declaraciones del mayor de la Policía quien ha asegurado que Santiago Uribe patrocinó e integró la organización paramilitar Los 12 Apóstoles.

28 de enero de 2021 - 09:36 p. m.
Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente Álvaro Uribe Vélez, investigado por la muerte del campesino Camilo Barrientos en Yarumal (Antioquia). Foto: archivo El Espectador.
Santiago Uribe Vélez, hermano del expresidente Álvaro Uribe Vélez, investigado por la muerte del campesino Camilo Barrientos en Yarumal (Antioquia). Foto: archivo El Espectador.

El extenso proceso judicial en contra de Santiago Uribe, hermano del expresidente Álvaro Uribe, ya está en su recta final. Este jueves 28 de enero, el abogado Jaime Granados, defensor de Santiago Uribe, se dedicó a desvirtuar en detalle el testimonio de uno de los testigos claves del proceso: Juan Carlos Meneses, quien se desempeñaba como mayor de la Policía para la época de los hechos. El hermano del expresidente está procesador por los delitos de concierto para delinquir y homicidio agravado pues, para la Fiscalía, Santiago Uribe participó y apoyó a la banda paramilitar conocida como Los 12 Apóstoles, la cual ejecutó el asesinato del campesino, Camilo Barrientos, en 1994.

El objetivo de esta estructura armada era atacar todo lo que tuviera relación con los grupos guerrilleros que delinquían en el municipio de Yarumal (Antioquia) en la década de los 90. Sin embargo, con el tiempo el objetivo se fue expandiendo y cobijaba además a los expendedores de droga, consumidores, prostitutas, entre otro universo de gente en el municipio y zonas aledañas. El grupo armado tenía varias “funciones” entre las que se encontraban prestarle seguridad a los ganaderos, hacendados y empresarios de la región de las acciones ilegales, principalmente la extorsión, de los grupos guerrilleros y bandas delincuenciales.

Juan Carlos Meneses, por su parte, fue el mayor de la Policía Nacional que para 1993 quedó designado como comandante de la Policía de Yarumal (Antioquia). Según sus declaraciones, cuando llegó al municipio su antecesor, el entonces capitán Pedro Benavides, le dijo que debía “colaborar” con un grupo de limpieza social de la región. Se trataba, precisamente, de Los 12 Apóstoles, organización que, según Meneses, era patrocinada por Santiago Uribe Vélez. Gracias a su testimonio, la Fiscalía ordenó la captura del hermano del expresidente y, a partir de ese momento, sus declaraciones tomaron fuerza en el proceso.

El mismo Meneses, por su parte fue condenado en 2017 a 27 años de prisión por el asesinato de Camilo Barrientos. En ese momento, se determinó que el mayor tuvo conocimiento del atentado que planeaban Los 12 Apóstoles contra el campesino y que su aporte fue “no hacer nada” para protegerlo. Meneses, primero, trató de entrar a la JEP, sin éxito. Sin embargo, siguió insistiendo y el tribunal especial lo aceptó por hechos relacionados con el conflicto armado, lo cual lo favoreció pues, precisamente por orden de la JEP, el 10 de abril de 2010 quedó en libertad.

Este fue uno de los testigos que protagonizó la audiencia de hoy en la que Jaime Granados, en sus alegatos de conclusión, se dedicó a desvirtuar uno a uno los hechos narrados por el mayor retirado, que comprometen a su defendido. “Encontrar una verdad en el testimonio de Juan Carlos Meneses es prácticamente imposible”, afirmó Granados quien, en varias oportunidades, cuestionó la legitimidad de la declaración de Meneses insistiendo en que se trata de un testigo que “interesado”, que “miente reiteradamente” y “buscaba beneficios”.

El defensor, atacó varias de las declaraciones que ha entregado Juan Carlos Meneses en el proceso. Por ejemplo, señaló que era falso lo que dijo Meneses respecto a que la familia Uribe Vélez estaba preocupada y haciendo averiguaciones porque él iba a presentarse ante la justicia. “Al coronel retirado Cesar Mauricio miranda (compañero de promoción de Meneses y edecán del presidente Uribe) le pregunte si dentro del periodo en el que se desempeñó como agente de seguridad de Álvaro Uribe, escuchó o se enteró de que el señor Álvaro Uribe estuviera preocupado porque Juan Carlos Meneses fuera a dar una declaración contra él o su familia. ‘Nunca me enteré de nada’, dijo (…) entonces, el coronel ¿corrobora la versión de Meneses Quintero?, claramente la refuta”, manifestó Granados.

Asimismo, se refirió a lo dicho por Meneses sobre que Francisco Villalba fue asesinado porque estaba aportas de declarar contra Álvaro Uribe Vélez y, en ese sentido, él también estaba en peligro. “Resulta que Villalba, ya fallecido, declaró en múltiples ocasiones contra Álvaro Uribe Vélez, las primeras desde finales de los 90. Tengo entendido que falleció en el 2009 y es de público conocimiento que rindió declaración ante la Comisión de Acusaciones siendo presidente Álvaro Uribe Vélez. (…) venir aquí Meneses a darse ínfulas sobre el peligro que él corre y señalar falsamente a Álvaro Uribe de la muerte de Francisco Villalba, es típico de él. (Noticia relacionada: La defensa de Santiago Uribe Vélez en la recta final de su juicio)

Granados también se refirió a que Meneses había afirmado que la familia Uribe Vélez lo estaba amenazando porque todas las personas que él conoció del grupo Los 12 Apóstoles fueron asesinados, entonces, “dedujo” que querían acallar a quienes tenían conocimiento de la información, patrocinio y dueño de la organización paramilitar. “Estoy casi seguro de que las amenazas venían del Gobierno Nacional y estoy casi seguro que era la familia Uribe Vélez”, dijo en su momento el mayor retirado quien manifestó que no había puesto una denuncia por las amenazas en su contra porque consideró que era “en vano” ponerlas en Colombia.

“Meneses reconoce que es una deducción, no tiene conocimiento, no es testigo de nada. Él deduce, él infiere, él conjetura, él especula, pero claro tiene que crear todo un escenario en donde resalta la importancia de Santiago y de Álvaro Uribe Vélez y de que son capaces de matar a cualquiera para lograr su silencio. Obviamente Santiago sobre ese tema siempre lo rechazó: ‘ningún miembro de mi familia, ni yo, hemos amenazado a persona alguna’. Sobre Villalba Santiago es claro: ‘no tuve nada que ver en la planeación de la matanza del Aro, según manifestó el ya fallecido Villalba, todo ese tema es porque Juan Carlos Meneses insinúa que Álvaro Uribe y yo fuimos los asesinos de Villalba y con eso se escuda para proferir las supuestas amenazas de nuestra parte en su contra’”, argumentó el defensor.

Por otro lado, Granados dijo que Meneses mintió cuando aseguró que Álvaro Uribe intentó comprar su silencio, a través de contratación estatal mientras fue presidente. “Vemos que, en la versión dada a la Fiscalía en 2014, indicó que había sido él (Meneses) a quien se le había ocurrido y que había querido aprovecharse y había solicitado los contratos. Luego lo presentó distinto, que fue a él a quien le hicieron ese ofrecimiento para comprar su silencio (…) se contradice (…) encontramos que todos los protagonistas que él menciona en esa historia lo desmienten. En este proceso declaró Daniel García Arizabaleta (director de Invías durante la presidencia de Uribe), Jhon Jaime Echavarría (funcionario del Ministerio de Transporte para la época), Alfazar González (asesor presidencial para municipios y regiones para la época). Los tres lo desmienten”, explicó el abogado.

Agregó que hubo inspecciones en los municipios en los que Meneses dijo que obtuvo contratos y se pudo demostrar que la mayoría de los mencionados proyectos gestionados nunca se llegaron a materializar y que en los casos en los que se gestionaron recursos, se hizo mucho tiempo después contratados por terceros que no tenía vinculación con Meneses. “Claro que Juan Carlos Meneses Quintero, quien reconoce que después de su retiro de la policía se puso a hacer política en el Valle del Cauca, actuó como intermediario para algunos funcionarios del departamento y que posiblemente buscaba lucrarse y que eso puede explicar el que haya ido algún día a la Casa de Nariño, pero viola la regla de la lógica que eso haya sido por decisión del presidente Uribe para que guardara silencio. Es falso”, explicó.

Otro asunto al que se refirió Granados está relacionado con las afirmaciones del mayor retirado quien aseguró que en dos ocasiones (años 96 y 97) se ganó la condecoración Coronel Atanasio Girardot, la más alta que se entrega en Antioquia, por orden de Álvaro Uribe, cuando este era Gobernador de Antioquia. “Yo pienso que fue más por el conocimiento que él tenía de mí, por el trabajo que se había hecho y por las dificultades que habíamos pasado por las investigaciones que en contra mía se llevaron en esa época. Pienso que un gobernador no va a condecorar a alguien que no conozca”, dijo en Juan Carlos Meneses en su momento ante la Fiscalía.

Granados, por su parte, argumentó que dichas condecoraciones eran solicitadas por la Fuerza Pública, es decir, que era la Policía la que decía a quién se debía condecorar. A continuación, el abogado leyó los oficios a través de los cuales el director de la Escuela Carlos Holguín de la Policía, Álvaro Sandoval, pidió a Álvaro Uribe una condecoración con ocasión de los aniversarios 38 y 39 de la institución. Asimismo, Granados desmintió que se tratara de la máxima condecoración posible pues, durante la administración de Uribe, se entregaron 422 medallas Atanasio Girardot. “¿Cuál es la excepcionalidad, el mérito extraordinario, el vínculo de Álvaro y Santiago Uribe Vélez con ese tema? Era con ocasión de esas celebraciones, era a petición de la Policía, no prueba nada”, explicó.

Otra “mentira” que, según Jaime Granados, dijo Meneses fue declarar que el coronel Pedro Manuel Benavidez lo intimidó en las instalaciones del búnker el día en el que él se presentó a declarar, el 31 de enero de 2014, cuando se asomó a la puerta de la sala y le hizo unas muecas. No obstante, el defensor de Santiago Uribe aseguró que ese día Benavidez se encontraba fuera de Bogotá, exactamente en Pasto (Nariño). “En respuesta a derecho de petición, se consigna que el señor Pedro Manuel Benavidez no presenta reporte de ingresos y salidas en las instalaciones del búnker de la Fiscalía para el día 31 de enero de 2014. Hay evidencia material objetiva basada en tema de monitoreo electrónico de que no ingresó ni salió Benavidez”, señaló el defensor. (Le puede interesar: Archivan caso a Santiago Uribe Vélez por presunta financiación a frente paramilitar)

“Qué falta de escrúpulos, qué descaro mentir al iniciar su declaración para crear un escenario en contra de él, de que puede estar intimidado. Esto refleja la personalidad mentirosa, inescrupulosa de Juan Carlos Meneses Quintero”, insistió Granados quien, a continuación, afirmó que el mayor de la Policía también mintió cuando dijo que Santiago Uribe había pagado los honorarios de sus abogados. En ese punto, manifestó Granados que Meneses se contradijo porque en una declaración aseguró que Santiago Uribe financió a sus abogados y, en otra, explicó que Santiago Uribe lo direccionó hacia los abogados que iban a ejercer su defensa, quienes trabajaban en el edificio donde tenía oficina Santiago Uribe, y le garantizó que saldría absuelto, pero no pagó los honorarios de los juristas.

Se trata de los abogados Luis Bernardo Ruíz Jaramillo y Víctor Pérez, quienes en efecto ejercieron la defensa de Meneses en el proceso que se adelantaba en su contra por el asesinato de Camilo Barrientos, ambos juristas rindieron interrogatorio. “No lo conozco, nunca me he encontrado con ese señor, nunca he tenido trato con esa persona”, afirmó Ruíz Jaramillo ante la Fiscalía, tal como lo citó el abogado Granados. Semejante fue la versión de Víctor Pérez quien contestó “no lo conozco”. Asimismo, Granados citó a los abogados para confirmar que fue el mismo Meneses quien les pagó los honorarios.

“¿Qué podemos concluir su señoría?, que Meneses le mintió otra vez a la administración de justicia al decir que Santiago Uribe Vélez la había conseguido el abogado y se lo había pagado porque eso no es cierto, está claramente refutado con la evidencia que hemos traído y que reposa en el expediente. ¿Qué tenemos frente a semejante personaje?”, cuestionó Granados concluyendo que “se trata de un testigo que sistemáticamente falta a la verdad, de todas las formas posibles (…) claramente sabemos que es un testigo interesado, que buscaba beneficios y que, además, tenía un resentimiento contra la Fiscalía por sus supuestos incumplimientos (...) si en al examinar el testimonio de (Alexander) Amaya Vargas decíamos que era muy difícil encontrarle una verdad, en el testimonio de Juan Carlos Meneses Quintero es prácticamente imposible”.

Finalmente, y para cerrar el capítulo de Juan Carlos Meneses, el defensor hizo una extensa explicación de por qué, a su consideración, una grabación aportada por Meneses de una conversación que sostuvo con el coronel Pedro Benavidez en la que resultaría comprometido Santiago Uribe, no puede ser tenida en cuenta. Aunque, en su momento, la Fiscalía justificó la prueba argumentando que Meneses estaba habilitado para hacerla porque así comprobó la vulnerabilidad y el peligro en el que se encontraba, para Granados, Meneses violó el derecho a la intimidad de Benavidez. Además, cuestionó la autenticidad de la grabación y, tras una evaluación más técnica, determinó que existe alta probabilidad de que esa prueba estuviera contaminada. En ese sentido, el defensor le solicitó al juez del caso que desestimara a Meneses como testigo en el caso.

El siguiente testigo de la Fiscalía al que se refirió Jaime Granados en sus alegatos es Eunicio Alonso Pineda Luján, cuyo testimonio en el caso ha sido trascendental. Pineda apareció en el proceso en marzo de 2013 cuando el abogado de la parte civil, Daniel Prado, solicitó su declaración. Lo que contó Pineda fue que trabajó en la hacienda La Carolina, de propiedad de la familia Uribe Vélez, y que allí conoció las actividades relacionadas con las autodefensas. Afirmó que decidió huir del lugar tras enterarse de que lo iban a asesinar pero, posteriormente, regresó a la región donde, según su versión, dos paramilitares lo torturaron hasta que logró escapar esquivando los disparos de sus verdugos. Sus declaraciones agitaron el caso. (Lea también: El testimonio clave en el proceso contra Santiago Uribe)

En diciembre de 2018, la opinión pública conoció que la defensa de Santiago Uribe cuestionó puso en tela de juicio la salud mental del testigo y el tema, nuevamente, fue discutido en esta audiencia. Jaime Granados explicó que desde el 22 de noviembre de 2013 (meses después de que el testigo declarara) puso en conocimiento del fiscal general y de la Fiscalía 16 de Derechos Humanos que el señor Pineda padecía de esquizofrenia. “Siempre ha sido tratado con el medicamento de nombre Ketamina Seroquel XR, el cual disminuye los impulsos homicidas que refiere por su enfermedad, además de las voces que influyen en su comportamiento y que escucha constantemente ordenándole asesinar a sus familiares, amigos y personas del común”, dijo Granados.

Agregó el defensor que Eunicio Pineda estuvo hospitalizado en abril de 2008 en el Hospital Mental de Antioquia y consultó varios centros psiquiátricos donde se le suministraron varios medicamentos para controlar su padecimiento. Agregó que el testigo siguió asistiendo a consultas periódicas hasta abril de 2009 y, luego, a citas psiquiátricas periódicas en la institución Salud Mental para Todos (SAMEI) hasta el 15 de febrero de 2012. Posteriormente, salió del país hacia Santiago de Chile, desde donde rindió testimonio. Explicó Granados que, la Fiscalía trató de evaluar las condiciones del testigo, a través de Medicina Legal, sin éxito. Por tanto, el 9 de junio de 2014 la defensa contrató al experto Ricardo Mora Izquierdo para que analizara la historia médica de Pineda, que reposaba en el expediente.

Tras esa labor, determinó el experto que la condición de Pineda es de “tipo crónico e irrevertible”. “A juicio de este perito, los testimonios que rinde Eunicio tienen una alta probabilidad de no ajustarse a la realidad, ni veracidad, debido a las condiciones mentales producidas por las graves enfermedades que padece, es decir, su señoría, son condiciones que no se las inventa la defensa, sino que hace un juicioso análisis de la información, hasta ese momento, disponible”, indicó el abogado agregando que, en la historia clínica del testigo se evidencia que ha presentado “pensamiento delirante, con ideas minusválidas de persecución, alucinaciones auditivas y visuales, conductas estrambóticas y bizarras, afecto poco modulado de contenido depresivo”.

Pero más allá del cuestionamiento al testigo por su condición mental, Granados hizo un análisis a las declaraciones que rindió Eunicio Alonso Pineda, calificadas como “mentiras, imprecisiones y contradicciones”. En primer lugar, trajo a colación una entrevista realizada a un hombre que fue patrón de Pineda en una finca ubicada en el municipio de San Pedro (Antioquia), León Eduardo Tobón: “el señor Eunicio me denunció a la Fiscalía porque yo, al parecer, tenía en mi finca un arsenal de armas e iban con gente armada a la finca. La Fiscalía me allanó la finca y la fiscal me pidió disculpas por el allanamiento ya que no habían encontrado nada en la finca (…) yo estaba trabajando con él y él de un momento a otro me acusa ante la Fiscalía diciendo un montón de mentiras”. (Lea también: Santiago Uribe, a un paso de saber si la justicia lo halla culpable o inocente)

Asimismo, Granados leyó una denuncia instaurada por Pineda el 9 de agosto de 2005 en la que el testigo dejó constancia de hechos temerarios y encuentros con nueve guerrilleros cuando trabajó en una finca llamada Judea. Luego, en posteriores declaraciones rendidas ante la Fiscalía en 2013 y 2015, cuando se le preguntó por este caso, Pineda cambió sustancialmente el relato, pues afirmó que se encontró con 40 paramilitares. Afirmó Granados que, finalmente, dicha denuncia fue archivada por “inexistencia de los hechos”. Sobre este asunto, concluyó el defensor que “es claro que hay importantes contradicciones entre la supuesta persecución de la que era víctima. (…) decimos que son inverosímiles no por simplemente descalificar el testimonio, sino porque él habla de que es constantemente perseguido por hombres del DAS, de la Sijín, del Ejército, hombres que hablan por radio, sentía que no podía ni dormir de noche”.

Según el abogado no se trata de mala fe del testigo, sino que es fruto de su problema de salud mental. “Queda claro que Eunicio, a lo largo de su vida ha denunciado, en varias oportunidades, la presencia de hombres armados con brazaletes, armas largas y radios que piden colaboración y después lo persiguen para matarlo logrando siempre escapar. También, es una constante que involucra a sus patrones en hechos delictivos y que habla que estos supuestamente le piden colaboración con los grupos armados (…) Por eso no es de extrañar que hiciera denuncias en contra de Santiago Uribe, de su patrono de la época, pues ya la información que reposa en el expediente acredita de manera fehaciente que otras personas han sido víctimas de esas falsas acusaciones”, dijo Granados.

Finalmente y tras casi siete horas de intervención, Jaime Granados solicitó la suspensión de la audiencia que quedó programada para el próximo viernes 29 de enero, a las 9:00 de la mañana cuando el defensor tendrá una nueva oportunidad para seguir refutando la hipótesis de la Fiscalía y los testimonios que han enlodado a su cliente.

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Mar(60274)30 de enero de 2021 - 01:03 a. m.
Ja, que argumentos los de Granados.
Juan(82042)29 de enero de 2021 - 12:19 p. m.
Cállate bembon, trabajas untado de sangre para esos Apóstoles.
Francisco(82596)29 de enero de 2021 - 12:14 a. m.
Que lo suelten de una vez y que nos dejen en paz. Si no hay verdad en el testimonio de Meneses, ¿por qué lo quieren matar?, ¿por qué lo han querido envenenar? Que dejen de mamar gallo al país y que proclamen su santidad a los cuatro vientos. Estamos hartos del temita.
Enrrique(25171)28 de enero de 2021 - 11:51 p. m.
De verdad en verdad os digo.... que el "apóstol " Santiago, es inocentón to...no es. (cepa guacharacas)
JUAN(37240)28 de enero de 2021 - 11:47 p. m.
Que karma con los Uribe. Dios mio, apiadate de Colombia y líbranos del mal que genera esta gente tan indolente y codiciosa!!
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