En firme, acusación contra exmagistrado de Justicia y Paz que habría recibido soborno

Eduardo Castellano Roso fue capturado el 11 de octubre de 2018. / Pixabay.

La Corte Suprema de Justicia dejó en firme la acusación de la Fiscalía contra Eduardo Castellanos Roso, exmagistrado de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Bogotá, por los delitos de revelación de secreto, cohecho propio y soborno en actuación penal. El ente acusador aseguró que Castellanos habría recibido un total de US$ 50.000 de parte de Miguel Ángel Melchor Mejía Múnera, alias El Mellizo, comandante del Bloque Vencedores de Arauca de las Autodefensas, a cambio de información privilegiada. Castellanos se declaró inocente.

Después de la audiencia, realizada el pasado 6 de febrero, la defensa de Castellanos solicitó la nulidad de la acusación por dos motivos. Primero argumentó que el delito de revelación de secreto había caducado, pues “los hechos se desarrollaron entre los años 2013 y 2015”. Y añadió que “se ha violado la garantía del debido proceso e, indirectamente, se afecta el derecho de defensa, en la medida en que tendrá que defenderse de un comportamiento que ya caducó”.

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Como segundo argumento, la defensa del exmagistrado de Justicia y Paz explicó que, para la acusación por el delito de cohecho, no se precisaron las fechas exactas, lo que, a su consideración, “le impide ejercer la defensa”. “(…) en el delito de cohecho, de manera genérica, se señaló por el fiscal que sucedieron entre los años 2013 y 2016 (no 2015) sin precisar las fechas concretas en que el procesado recibió los U$50.000 dólares”, explicó.

Pero la Corte Suprema de Justicia consideró que la solicitud de nulidad no era procedente, porque “al juez de conocimiento le está vedado, en esta etapa, su examen, pues no puede anticipar su criterio y solo debe verificar los requisitos (…) en relación con cada delito. Proceder de manera contraria sería entrometerse en terrenos del ente acusador”.

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Además, en el auto también llamó la atención a la defensa, pues, en la audiencia de acusación, debió pedir a la Fiscalía que profundizara los hechos que no eran claros, “sin embargo, de manera un tanto extraña, solicita la nulidad de la actuación”. “La nulidad aquí propuesta por el apoderado del acusado parte de una eventualidad que aún no se ha exteriorizado, en la medida en que todavía no se ha concretado la acusación y, por lo mismo, no puede alegarse que exista incongruencia”, concluyó el alto tribunal.

De acuerdo con la Fiscalía, los pagos que habría hecho alias El Mellizo a Castellanos ocurrieron entre 2013 y 2016, en tres entregas. Una de US$20.000 en un establecimiento público en el centro de Bogotá y dos, de US$20.000 y US$10.000, en el vehículo del abogado de El Mellizo, Marco Antonio Quintero Cano, quien sería amigo íntimo del entonces magistrado.

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El ente acusador también aseguró en el escrito de acusación que Castellanos Roso habría comprometido la administración de justicia y, luego, cuando El Mellizo fue excluido de Justicia y Paz, le habría otorgado múltiples aplazamientos en audiencias judiciales o que lo representaran varios abogados, sin que esto pueda ocurrir.