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El comandante de la Armada Nacional, almirante Evelio Ramírez, conversó con El Espectador sobre el episodio que se registró este fin de semana en el que tres botes de esa institución que terminaron en territorio venezolano, luego de que, al parecer, las embarcaciones se soltaran de un puesto de control a orillas del río Meta, en el departamento fronterizo del Vichada. El alto oficial señaló que hasta el sábado en la tarde todo estaba dispuesto para que las lanchas fueran devueltas.
Aunque el mismo sábado la Fuerza Naval de Oriente, con sede en Puerto Carreño (Vichada), dio su versión para aclarar algunas suspicacias difundidas desde Venezuela por parte de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, sobre la incautación de las tres lanchas de combate, ese mismo día el almirante Ramírez viajó al lugar para verificar lo sucedido. En diálogo con este diario explicó en qué va la investigación que arrojará luces de por qué estos botes con armamento y emblemas de la Armada terminaron en el sector Chorro El Mono, río Orinoco, municipio de Cedeño, en el Estado de Bolívar.
¿En qué va la investigación por la pérdida de estas tres lanchas?
Esa investigación va avanzando desde el mismo momento que se conocieron los hechos. Se inició una investigación para establecer las circunstancias que llevaron a que esos botes terminaran en aguas del Orinoco venezolano. Sin embargo, tengo que abstenerme de revelar los detalles de lo que hemos encontrado hasta que esta culmine para que no se afecte esa debida diligencia.
¿Qué botes eran? La información que circula en Venezuela es que estos harían parte de la conspiración para derrocar a Maduro...
Desafortunadamente, se asocia con ese episodio. Los botes están perfectamente identificados con los logos de la Armada Nacional. Es más, la Armada de Venezuela la que identifica que estos son lanchas de la Fuerza Pública colombiana. En el trabajo diario ellos se cruzan y saben de las capacidades navales. Cuando suceden estos hechos, la Fuerza Naval de Oriente de que ya las embarcaciones ingresan a aguas venezolanas se informa al puesto naval de Puerto Páez de Venezuela. En ese momento se les pide el apoyo para que se ubiquen esos botes. Ellos presentan una muy buena actitud y se comprometen a buscarlos y que una vez los encontraran iban a informar.
¿Cuándo se enteraron de la situación?
Esto ocurrió sobre las tres de la mañana del sábado, aproximadamente. Sobre las 7 a.m. informaron a nuestro enlace en Puerto Carreño que ya se encontraron los botes en una orilla del río de Orinoco. Y solicitaron empezar a coordinar la devolución de los botes. A las 10 a.m del mismo sábado hay otra comunicación en la que piden los nombres de las personas de la armada que van a ir a recibirlos y hasta ahí van las cosas. Finalmente, ayer domingo en la mañana, ellos informan que el alto mando asumió el control de esa situación y que ellos ya no tienen ninguna responsabilidad.
¿Qué llevan esos botes?
Son tres. Dos de ellos Boston Whaler, que están artillados y un tercero que es logístico, en el que se transporta la tropa. Estas llevan armamento, ametralladoras punto 50, fusiles y munición.
¿Con quién se hizo la articulación con Venezuela si Colombia no tiene relaciones diplomáticas con el vecino país?
En el momento se hace directamente con el puesto naval de Venezuela que está en Puerto Páez vía telefónica.
¿Qué sigue en este caso?
Lo más importante es lograr establecer las causas de este episodio que son lamentables, irregulares, no se ajustan a los protocolos y procedimientos de la Armada. Es nuestro compromiso determinar que pasó.
¿Qué tan frecuente suele suceder este tipo de hechos?
Ninguno, no existen antecedentes.
¿Qué tan cerca ocurrió esto de la frontera?
Aproximadamente, a unos dos kilómetros del límite. El punto donde estaban ubicadas las lanchas queda en las bocas del río Meta, en donde desemboca con el río Orinoco. Viajé a ese punto por orden presidencial y se hizo una simulación con botes para tratar de establecer los tiempos que determinaron. En aproximadamente cinco o seis minutos esos botes cruzaran a territorio venezolano. Recomendamos es que no se coadyuve a dar una información que termine desorientando y generando suspicacias que no son convenientes.