Por malos olores y difíciles condiciones sanitarias, reclusos en La Picota están en protesta

Según los denunciantes, en una celda en la que deben dormir dos personas, están hasta seis en ella. / Archivo

El pasado 9 de agosto, más de 60 reclusos del pabellón de extraditables en la cárcel La Picota de Bogotá, denunciaron a través de videos la grave situación sanitaria en la que se ven enfrentados diariamente. Los internos denunciaron ante los medios de comunicación que el patio no cuenta con agua potable, ni servicios sanitarios, lo cual incrementa los malos olores.

El Espectador habló con Carlos Arturo Toro, abogado de varios reclusos que se encuentran internados en el pabellón de extraditables, y describió las difíciles condiciones en las que permanecen los presos. El abogado Toro informó a este diario que la protesta inició en la noche del pasado 8 de agosto, cuando se reportó un daño en la cañería. Los reclusos afirmaron que, al estar tapado el drenaje de los sanitarios que se encuentran dentro de las celdas, los desechos corporales se rebosaron causando fuertes olores y devoluciones de estos.

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De igual forma, el abogado Carlos Arturo Toro explicó que en las celdas que tienen capacidad para dos personas, duermen seis reclusos y por ello también denuncian el hacinamiento del cual están siendo víctimas. Asimismo, aseguró que esta situación empezó hace algunos meses cuando los reclusos que se encontraban en los pabellones 12 y 16 del edificio El Erón, fueron trasladados de manera desmedida hacia este nuevo lugar. “Esto se preveía porque ya se le había advertido al director, pero él no quiso atender los reclamos de los reclusos y se produjo el traslado”.

Ante estas denuncias, según explicó el abogado, el Inpec solo se ha pronunciado para decirle a los internos que si no cambian su conducta, serán trasladados hacia otro lugar nuevamente. “Hasta el momento el señor director estuvo hablando con ellos y solamente les dijo que, si persistían en la actitud de protesta, realizaría traslados individuales. Es decir que la respuesta del Inpec ha sido represiva y no de soluciones”.

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Los internos del pabellón de extraditables, además de los recientes problemas sanitarios, denuncian hacinamiento y problemas de salud dentro de las celdas por las condiciones en las que se encuentran, así como la falta de un sitio adecuado para recibir la visita de sus familiares. “Esto es una violación a los derechos fundamentales de las personas que están en reclusión en este momento”, concluyó el abogado Toro.

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Las prisiones colombianas tienen una sobrepoblación de 39.125 reclusos, es decir, un 49,38 % más de la capacidad de las cárceles. El número de personas que esperan una condena es de 36.452, que se podría equiparar con esa cifra que tiene en crisis al sistema carcelario.