Felipe Rincón: en defensa de los tesoros del país

El abogado Felipe Rincón logró, después de una incansable lucha de años, un histórico fallo de la Corte Constitucional en el que se obliga al Gobierno a hacer todo lo posible por recuperar la riqueza que en 1892 fue regalada a la corona española.

Nicolás Marín Navas
04 de diciembre de 2017 - 02:00 a. m.
Felipe Rincón decidió demandar la entrega de la colección quimbaya a España porque concluyó que era inconstitucional.  / Foto: Óscar Pérez - El Espectador
Felipe Rincón decidió demandar la entrega de la colección quimbaya a España porque concluyó que era inconstitucional. / Foto: Óscar Pérez - El Espectador

El abogado Felipe Rincón logró, después de una incansable lucha de años, un histórico fallo de la Corte Constitucional en el que se obliga al Gobierno a hacer todo lo posible por recuperar la colección quimbaya que en 1892 fue regalada a la corona española.

La travesía de Felipe Rincón empezó en 2006. Antonio José Rengifo, doctor en derecho del mar de la Universidad de Londres, lo invitó a participar en el caso de la colección Quimbaya. Ha sido un camino tortuoso, lleno de piedras, que llevó el caso a través de juzgados y tribunales hasta que finalmente, la Corte Constitucional ordenó al Gobierno hacer todo lo posible por recuperar la colección que pertenece a España desde 1892, cuando el entonces presidente de Colombia, Carlos Holguín Mallarino, le regaló 122 piezas precolombinas.

Lo que empezó en una acción popular se convirtió en un litigio contra el Estado que culminó con la importante decisión en la Sala Plena del alto tribunal, el pasado mes de octubre. Todo por la determinación y persistencia de Felipe Rincón y su equipo, quienes después de una meticulosa revisión de la historia, lograron probar la ilegalidad de la donación. Ahora la tarea mayor corresponde a las autoridades, y empieza por convencer a España de que el Tesoro Quimbaya pertenece al patrimonio cultural colombiano.

Felipe Rincón es abogado de la Universidad Santo Tomás, con especialización en derecho comercial de la Universidad de los Andes. Respecto a la invitación a participar en el caso, señala que comenzó la investigación cuando llegó “a la conclusión de que esa donación era absolutamente inconstitucional y que España no podía tener ese tesoro”. Según el abogado, el error del gobierno de Carlos Holguín en 1892 fue no pedir autorización al Congreso de la República para hacerlo, tal como lo ordenaba la Constitución de 1886.

A pesar de lograr el histórico fallo que podría traer de vuelta una de las colecciones más valiosas para Latinoamérica, el camino recorrido dejó un sabor agridulce al abogado Felipe Rincón, pues se ha encontrado con muchas personas de poder que se oponen a su investigación. “Sentí una gran decepción de las instituciones gubernamentales, en la medida en que los que empezamos esta lucha jurídica terminamos siendo señalados como los malos del paseo. Por eso nos dijeron muchas veces que por qué reclamábamos eso, cuando ya se había regalado. Y que, además, 'lo que se regala, no se pide'”.

Otra de las decepciones de Felipe Rincón a lo largo de esta lucha jurídica fue constatar cómo se concibe el Estado colombiano en relación con otros países. “Entendí que todavía hay una sumisión hispánica por parte de muchos funcionarios del Estado colombiano. Que el colombiano no siente lo suyo como propio, que la cultura y la historia de los aborígenes nuestros poco importan. Que aquí se quieren congraciar siempre con las potencias extranjeras por intereses mezquinos, como si se tratara de un mercado persa”.

Los resultados de un esfuerzo de 11 años han sido insuficientes. “Lo que hoy percibo es que en el Eje Cafetero, que es la región de donde era la etnia quimbaya, ha habido un interés y un despliegue apreciable, pero en general no se ha dado la reacción que debería esperarse, es decir, de más compromiso con la situación planteada”. Con decepción, añade: “Es como si se le llevan algo de su casa que usted quiere mucho, es como si se le llevan los retratos de sus abuelos que usted tanto quiere. ¿Eso a quién le interesa si no es a usted?”.

La proyección de la investigación siempre apuntó a ser parte de un tema relevante para el país y desde el inicio se percibió que el asunto podía desencadenar en un proceso importante. El tiempo le daría la razón al equipo de apoyo a Felipe Rincón: “Sabíamos que el caso iba a tener unas repercusiones internacionales importantes. Desde luego, esa reacción no ha parado y hasta ahora el debate se da en el escenario internacional. No sabemos realmente dónde vaya a terminar la controversia en Europa y Colombia”.

El debate sigue enmarcado en un contexto de países que comienzan a pedir el regreso de piezas importantes de su arqueología a sus países de origen, más que nada por el valor simbólico que tienen a nivel histórico. Uno de los casos más importantes a nivel suramericano es el de Perú, que logró recuperar alrededor de 46.000 piezas provenientes de Machu Picchu que estaban en Estados Unidos. A pesar de esto, en Colombia quedan casos importantes sin resolverse, como, por ejemplo, el del galeón San José, que también es del interés de Felipe Rincón.

La importancia de tomar la determinación de empezar el caso es innegable, pues la colección quimbaya representa una parte invaluable de la historia de Colombia. Los casos internacionales dan indicios de que es posible ver de regreso las 122 piezas que, según Felipe Rincón, salieron ilegalmente de Colombia, y además aseguró: “La pelea fue muy dura, afortunadamente fuimos un equipo de personas que nos convencimos de que teníamos que seguir el caso hasta el final, como en efecto ocurrió. Vamos a ver cómo se desenlaza”.

Por Nicolás Marín Navas

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