La Fiscalía General inició formalmente la investigación de los hechos que rodearon la muerte del portero del edificio de la Cancillería, Bairon Jair Camargo, en la tarde noche del pasado 3 de agosto en Bogotá. Camargo fue hallado sin vida al interior del Palacio San Carlos gracias a los gritos de auxilio de personas que se encontraban en el edificio. El vigilante fue encontrado con un impacto de bala, al parecer, de su arma de dotación. Un fiscal de la Unidad de Vida de la Dirección Seccional de Bogotá asumió el caso y adelanta las acciones para saber lo que sucedió.
La Fiscalía pretende esclarecer si se trató de un suicidio o si por el contrario, habría personas diferentes detrás de su muerte. Según la empresa de vigilancia donde trabajaba la víctima, Camargo había superado todas las pruebas psicológicas y de manejo de armas, sin mostrar antecedentes o trastornos mentales, y que aguardan por la autopsia de Medicina Legal para conocer más detalles al respecto.
“Es esa entidad la que certificará con base en las evidencias en la escena del crimen como en el cuerpo de la víctima, si confirma que se trate de un suicidio”, dijo Germán Duque, gerente de la empresa Seguridad Superior. Si bien la versión que más toma fuerza a estas horas es la que Camargo se suicidó, las autoridades no descartan aún que se haya tratado de un ataque del cual el vigilante fue víctima.