Guillermo Gaviria sin líos con la justicia

Guillermo Gaviria. / Archivo

Después de que se reabriera el 29 de noviembre de 2012 el proceso contra el reconocido empresario antioqueño, Guillermo Gaviria Echeverri, por supuestamente financiar grupos paramilitares del Urabá, la Fiscalía decidió archivar el expediente en favor del fundador de empresas como Colanta, Unibán y Carbocol, porque consideró que las declaraciones del principal testigo en su contra, Raúl Emilio Hasbún, alias 'Pedro Bonito', eran imprecisas y faltaban a la verdad.

La polémica del padre del actual alcalde de Medellín, Aníbal Gaviria, comenzó en 2010 después de que ‘Pedro Bonito’, en sus declaraciones a la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía, señalara que Gaviria Echeverri había patrocinado voluntariamente a grupos paramilitares que operaban en la región donde operaban sus empresas. Según Habún, todas las firmas bananeras estaban cansadas de las ‘vacunas’ que cobraba la guerrilla, y por tal razón estaban de acuerdo con financiar a grupos de autodefensa que tenían como fachada una Convivir.

En ese contexto fue que la multinacional Chiquita Brands, ya condenada en Estados Unidos, pagó tres centavos de dólar por cada caja exportada de banano a las autodefensas. Según ‘Pedro bonito’, con ese dinero se compraban armas para la organización, especialmente para la Convivir Papagayo, fachada de los ‘paras’. De estos giros que terminaron en las arcas del grupo ilegal, Hasbún señaló que Gaviria llegó a pagar $15.300.000.

Sin embargo, desde que se libró la primera orden de captura en contra del empresario de 89 años, éste se defendió diciendo que sus pagos fueron producto de una extorsión que ejercía sobre sus empresas ‘Pedro Bonito’. Gaviria Echeverri siempre sostuvo que sólo vio en una ocasión a Raúl Hasbún en una reunión de Unibán (Unión de Bananeros del Urabá), que éste oficiaba como un empresario de la región y que los pagos realizados por el gerente de sus empresas, Juan Esteban Álvarez –también absuelto en la más reciente decisión de la Fiscalía– fueron producto de tres reuniones que éste sostuvo con el exjefe paramilitar.

Según relató Álvarez a la Fiscalía, los tres encuentros se dieron en torno a una extorsión de las autodefensas. Dicho escenario fue protagonizado por Gustavo Alzate, emisario de ‘Pedro Bonito’, quien dejó constancia de las amenazas contra Guillermo Echeverri, su familia y sus empresas. El gerente Álvarez y Gaviria decidieron realizar, presionados, cinco pagos a los paramilitares en el transcurso de dos años.

El empresario de 89 años ya quedó a paz y salvo con la justicia. Su defensa calificó de mentiroso a ‘Pedro Bonito’ y considero que la fiscal María Fabiola Mejía incurrió en un grave error al dictar por segunda vez medida de aseguramiento el año pasado. Todo el meollo que lo tiene, según las hijas de Gaviria Echeverri, postrado en una silla y con tanque de oxígeno, parece tener un final.