Una sorpresiva incapacidad presentada por el magistrado Gustavo Malo obligó a la presidencia de la Corte Suprema de Justicia a convocar Sala Plena extraordinaria para este viernes a las 2:30 de la tarde. El magistrado, quien está siendo investigado por hacer parte de una red de corrupción al interior del alto tribunal, solicitó una licencia no remunerada de dos meses que se vence, precisamente, este viernes.
Así las cosas, la Sala Plena entraría a definir la eventual continuidad del magistrado Fernando Bolaños, quien, desde el primero de octubre, ocupa la plaza del magistrado investigado por la Comisión de Investigación y Acusación de la Cámara de Representantes. La Corte también había convocado sesión extraordinaria el próximo martes para avaluar una prórroga de la licencia o un eventual relevo de su cargo.
Estas dos posibilidades están sobre la mesa luego de que el pasado miércoles, 22 de noviembre, la Corte modificó su propio reglamento: con una mayoría de las dos terceras partes de la Sala Plena (16 de los 23 votos), se podrá relevar a cualquier magistrado cuya "honorabilidad" esté "cuestionada de manera grave y fundada". Decisión que estuvo enmarcada en una coyuntura concreta y es el regreso de Malo a sus funciones como magistrado de la Sala Penal.
Desde que se conoció que Malo, supuesta ficha de Francisco Javier Ricaurte –preso por el escándalo de corrupción en la Corte–, podría estar implicado en el llamado cartel de la toga, los voceros de la Corte han hecho explícito su deseo de que él se retire del cargo mientras enfrenta las acusaciones en su contra. Malo, por su parte, ha reiterado su inocencia y ha dejado claro que no tiene interés en renunciar. (Le podría interesar: Corte Suprema aprueba nueva norma: relevar a magistrados seriamente cuestionados)
Según la declaración que rindió el exfiscal Gustavo Moreno a la Corte Suprema de Justicia, el magistrado habría trabajado para la organización. Dijo, por ejemplo, que toda la información que tenían sobre el expediente contra el senador Musa Besaile era porque él mismo se las proporcionaba -en el despacho de Malo estaba esa investigación-. Besaile admitió haber pagado 2.000 millones de pesos a cambio de no ser detenido. El senador de la U hoy está en prisión.