Este sábado los escoltas de Jairo Acuña, defensor del subintendente retirado de la Policía, Nelson Tovar, quien se convirtió en testigo clave para esclarecer el crimen de Diego Felipe Becerra, ultimaron a dos presuntos sicarios que pretendieron atentar en contra de la vida del abogado. Los hechos ocurrieron en barrio Murillo Toro, ubicado en el sur de Bogotá.
“En este momento ninguna hipótesis es descartable. Todo tendería, en un comienzo, a indicar que se trató de un intento de hurto, pero es solamente una situación preliminar porque la investigación apenas la estamos iniciando”, señaló el general Hoover Penilla, comandante de la Policía de Bogotá a Noticias Caracol.
Según el general Penilla, los jóvenes asesinados presentaban antecedentes por hurto, mientras uno tenía medida de aseguramiento en su domicilio, el otro había terminado de pagar una pena hace algunos meses. “Vamos a hacer una investigación que necesariamente nos tiene que dar claridad de lo que realmente sucedió”, señaló el comandante de la Policía de Bogotá.
No es la primera amenaza que recibe Jairo Acuña y su defendido Nelson Tovar, así lo afirmó Gustavo Trejos, padre del grafitero quien recordó que en su momento Jairo Acuña ha sido víctima represalias como panfletos y mensajes intimidantes a su correo electrónico que aún no han sido esclarecidas.
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Trejos además ha sostenido que el suboficial fue atacado por un hombre que tenía en su poder un arma de fuego que intentó utilizar en la madrugada el 24 de septiembre de 2016, sin embargo, Nelson Tovar alcanzó a reaccionar.
Nelson Tovar fue condenado en enero pasado a ocho años de prisión por su participación y responsabilidad directa en los hechos que rodearon la manipulación de la escena del crimen del joven grafitero Diego Felipe Becerra Lizarazo ocurrido el 19 de agosto de 2011.