La Fiscalía General llamó a juicio a ocho integrantes de la Policía para que respondan por su presunta participación en la desaparición de 300 kilos de cocaína incautados en un allanamiento adelantado en el occidente de Bogotá el 3 de junio del 2010.
Según la investigación del ente, los uniformados habrían decidió no entregar la droga que fue hallada en una bodega en el barrio La Granja, “pues allí no había ninguna persona en esos momentos que pudiera informar sobre el hallazgo del alucinógeno”.
Pero pocos minutos después, empezaron a llegar al lugar un grupo de personas que vivían en el apartamento ubicado en la bodega, por lo que los uniformados decidieron encerrarlos en una de las habitaciones.
Pese a esto, el padre de los menores llegó al lugar para preguntar por la situación lo que fue aprovechado por los policías para acusarlo penalmente por la aparición de la droga en la bodega, cargos de los que fue absuelto por un juez de la República.
El próximo 11 de febrero, ante el juez cuarto especializado de Bogotá la Fiscalía acusará al teniente Josué Álvarez Barco, los subintendentes Milton Paz Torres y Delwilson Duarte Moreno y a cinco patrulleros por los delitos de falsedad ideológica en documento público, peculado por apropiación y hurto de estupefacientes durante allanamiento.