A la cárcel oficial del Ejército (r) investigado por la masacre de Pueblo Bello

Después de 25 años de la masacre, familiares de las víctimas realizaron varios actos de conmemoración de los hechos y llevaron 43 rosas amarillas en honor a los desaparecidos. / Luis Ángel

En la noche del 14 de enero de 1990, 60 paramilitares llegaron a Pueblo Bello (Antioquia) a vengar el robo de 43 reses. La orden de su jefe, Fidel Castaño, era que por cada vaca robada por las Farc, debían asesinar a una persona del corregimiento. Desaparecieron a 43 habitantes de la zona y, según testimonios que han recogido las autoridades, varios fueron torturados. Hoy, no se sabe nada de 36 de ellos y en medio de la investigación para dar con los responsables y encontrar a los desaparecidos, la justicia acaba de enviar a la cárcel a una persona que habría sido clave para que los hombres de Castaño perpetraran la masacre. 

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Se trata del teniente (r) del Ejército,  Fabio Enrique Rincón Pulido, quien para la época de los hechos estaba en un puesto militar cercano a Pueblo Bello. Según la investigación de la Fiscalía, en la zona ya se sabía que los paramilitares podían vengar el robo de las reces  y por eso, las autoridades ordenaron instalar un retén militar en el municipio de San Pedro de Urabá, justamente a la salida del corregimiento donde eventualmente ocurrieron los hechos. Las pesquisas han mostrado que, al parecer, el exmilitar habría ordenado el retiro del retén, sin ninguna explicación, justamente la noche del 14 de enero de 1990. 

Además, la Fiscalía asegura que Rincón Pulido escoltó los vehículos de los paramilitares en lo que transportaron a las 43 personas cuando salieron de Pueblo Bello. Quienes han declarado sobre los hechos, le explicaron al ente investigador que Los Tangueros, como se conocía al grupo de paramilitares responsables de las masacres, llevaron a las víctimas a la finca Santa Mónica, donde fueron recibidos por Castaño en persona, y luego a Las Tangas, donde a algunos "les cortaron las venas, las orejas, los órganos genitales o les chuzaron los ojos”. Cuando las familias de los desaparecidos le preguntaron al militar qué había pasado, él se limitó a decirles:  “en Pueblo Bello cambiaron vacas por gente”.

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Después de 28 años de esta masacre, una de las más crueles de la historia del conflicto en Colombia, el CTI de la Fiscalía capturó a Rincón Pulido, que hoy tiene 54 años, en el municipio de Chiquinquirá (Boyacá). Deberá responder por los delitos de homicidio múltiple agravado, desaparición forzada agravada, terrorismo y tortura. En este caso, explicó la Fiscalía, hay otros siete militares vinculados y hay un total de 17 exparamilitares condenados. Además, Colombia fue condenado en 2006 por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) por no haber protegido a los campesinos.

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Puntualmente, el tribunal internacional explicó que la decisión en contra del Estado se tomaba por "haber incumplido sus obligaciones de garantizar los derechos a la libertad personal, integridad personal y vida de esas personas, como consecuencia de las faltas del Estado a sus deberes de prevención, protección e investigación, así como por las violaciones a los derechos de acceso a la justicia, protección judicial y garantías judiciales cometidas en su perjuicio”.