La red que inducía a hacer abortos con medicamentos de contrabando

La Dijín y la Fiscalía capturaron a 11 personas que, al parecer, conformaron una sociedad que comercializaba ilegalmente Cytotec, un medicamento de uso controlado en el país, pero que era traído de contrabando desde otras latitudes.

Cristian Steveen Muñoz Castro / Twitter: @CristianSteveen
07 de septiembre de 2018 - 03:00 a. m.
Los investigadores del caso aseguran que la banda borraba las fechas de caducidad de los medicamentos.  / Policía
Los investigadores del caso aseguran que la banda borraba las fechas de caducidad de los medicamentos. / Policía

En una conversación entre dos personas, una mujer le pregunta a un hombre cuántas pastillas debe tomar una joven con diez semanas de gestación para terminar un embarazo. El interlocutor, identificado como Jorge Narváez Villa, le responde a Nubia que, si no se sabe cuándo fue el último período, es “delicado” contestar esa pregunta. Sin embargo, confirma que se requieren 12 pastillas: “Seis la primera noche, dos debajo de la lengua y cuatro intravaginales. Las otras, 24 horas después”. El hombre continúa su asesoría y dice que debe levantar las piernas por una hora, realizar actividad física y no consumir lácteos ni calmantes. Por último, concluye afirmando que “si del cielo cae Cytotec, (se) aprende a hacer abortos”.

Esa conversación hace parte de una investigación conjunta de la Policía y la Fiscalía contra una organización que estaba vendiendo ilegalmente Cytotec en todo el país, un medicamento de uso restringido en Colombia. Las interceptaciones, conocidas por El Espectador, sumadas a otras pruebas judiciales, demostrarían que esta organización ya venía comercializando el fármaco desde hace varios años y sugiriendo, además, cómo emplearlo para abortar sin ningún conocimiento en el tema. El caso se inició por una denuncia que alertó sobre la venta de este medicamento en páginas de internet, sin contar con los requisitos legales para su óptimo manejo.

Un investigador de la Dijín le manifestó a este diario que la denuncia llegó acompañada de números telefónicos que se encontraban en varias páginas web. Por eso, la Fiscalía solicitó interceptar las líneas y, días después, se aclararon los roles de 11 personas que, al parecer, conformaban esta sociedad. Confiadas en el servicio que se ofrecía, las mujeres llamaban y recibían orientaciones del procedimiento por parte de Ligia Aroca Aroca y Laura Aroca Narváez, madre e hija, respectivamente, y de Jorge Narváez Villa, uno de los administradores de las páginas web. La otra persona que supervisaba los portales fue identificada como Mario Humberto Méndez Bernal.

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El grupo, como parte de la red ilegal, habría dosificado el medicamento en raciones de cuatro tabletas por $90.000, pero el consumo variaba según el estado de gestación de la mujer, por el efecto que debían producir. La Dijín asegura que la banda verificaba cuándo había sido el último período de la gestante y que, en efecto, el feto no sobrepasara tres meses y medio. “Era un negocio que generaba mucho dinero por la dosificación de las tabletas, pues en la caja venían 28 pastillas. Entre semana, más o menos, recaudaban entre $4 y $5 millones”, aseguró el investigador. Las pesquisas permitieron concluir por cuál vía entregaban el fármaco y cómo recaudaban el dinero.

Las autoridades tienen registros de que esta banda distribuía el Cytotec en todo el país. Para ello, aparentemente, Diana Paola Moyano, su esposo, Marcelo Méndez Bernal, y Alan Santiago Amaya recaudaban el dinero que era abonado por las mujeres mediante empresas de giros. Como soporte, exigían copia de la factura de consignación para enviar, por la misma vía, el medicamento regulado. Mientras tanto, Daniel Felipe Rubiano Salamanca, otro de los supuestos integrantes, era el mensajero de la droga en Bogotá, al igual que la joven Laura Aroca Narváez. Además, en las interceptaciones se escuchó hablar a los implicados sobre reiteradas entregas de este medicamento en inmediaciones de estaciones del sistema Transmilenio.

Incluso, en las conversaciones dejaron entrever el ofrecimiento de este medicamento a menores de edad. En otra charla, y luego de que Narváez le dijera a Nubia que las mujeres recomiendan el Cytotec por si “quieren salir de eso (el embarazo)”, le advierte además que se debe preguntar por la edad porque de eso depende la cantidad de pastillas que debe consumir “para que dilate más”. Y añade Narváez: “El problema es que han salido muchas ‘culicagadas de 15 años’”. Nubia replica que la mujer que se comunicó con ella era niña, porque así lo demostraba su fotografía en WhatsApp. Su interlocutor sugirió que era mejor que la menor les contara a sus papás, “porque el problema es que donde pase algo se meten en problemas con ellos”.

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¿Qué es el Cytotec? Héctor Augusto González, ginecólogo obstetra y miembro de la Federación Colombiana de Obstetricia y Ginecología, le dijo a El Espectador que el medicamento, también conocido como Misoprostol, se utiliza para las interrupciones voluntarias de embarazo —de acuerdo con los tres casos permitidos por la Corte Constitucional—, para controlar hemorragias después del parto y, además, para producir contracciones en algunos casos de gestación. Si bien este fármaco es utilizado actualmente, es claro que debe contar con fórmula médica e indicaciones especializadas. En caso “de no usarse adecuadamente, las mujeres pueden tener sangrados abundantes, que incluso pueden llevar a la muerte, o rupturas uterinas”, advirtió.

Luego de que las mujeres utilizaban el medicamento, el grupo que se lo vendía les pedía practicarse una ecografía para verificar que el aborto se había realizado con éxito. Pero como no tenían conocimiento del tema, no todo salía bien. En diálogo con una mujer, al parecer venezolana, Narváez, uno de los miembros de la red, le explica que es muy raro que no haya abortado por la cantidad de pastillas que le dijo que tomara. “Se me hace raro que no hayas expulsado el embrión con el medicamento y con las semanas de gestación que dijiste tener”. La mujer le contesta que cree que el Cytotec pudo no haber funcionado porque las primeras cuatro pastillas no causaron efecto. Si presentaban problemas de salud, les pedían que fueran al médico, pero que bajo ninguna circunstancia dijeran que habían consumido el medicamento.

Venta de otros medicamentos de contrabando

De manera paralela, el investigador de la Dijín aseguró que esta sociedad también despachaba medicamentos traídos de contrabando desde otros países, especialmente de Ecuador, y les borraban las fechas de vencimiento y rastros, dejando ver su actuar delictivo. Julio César Mateus Hernández y su pareja, Adriana Marcela Díaz Hernández, también capturados, eran los encargados de administrar una bodega de fármacos en el barrio Carabelas, en Bogotá. En ese predio, al igual que en un apartamento en Soacha (Cundinamarca), también almacenaban medicamentos que fueron decomisados por la Fiscalía.

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Además, la Dijín tiene registros de más de 5.000 tabletas traídas por rutas ilegales a la capital del país, donde se distribuían a otras regiones según su demanda. También fueron encontrados medicamentos para otros usos: preservativos y leche para bebés, entre otras cosas. El pasado 28 de agosto, la Fiscalía reportó la captura de estas 11 personas, que son investigadas por los delitos de ilícita explotación comercial, usurpación de marcas, concierto para delinquir, corrupción de medicamentos y fabricación y comercialización de sustancias nocivas para la salud. Mientras Jorge Narváez Villa y los esposos Julio Cesar Mateus y Adriana Marcela Díaz fueron enviados a la cárcel, los demás investigados recibieron otro tipo de medidas.

Las autoridades indagan si hay más personas que habrían pertenecido a la organización, así como posibles nexos con otras organizaciones ilegales que, al parecer, traían medicamentos de contrabando desde varias zonas limítrofes con Colombia, evadiendo filtros fitosanitarios y de seguridad. También están tras el rastro de otras páginas de internet que, al parecer, continúan con la comercialización del Cytotec.

Por Cristian Steveen Muñoz Castro / Twitter: @CristianSteveen

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