Luego de que se conociera la grabación en la que se escuchaba al polémico abogado Víctor Pacheco relatar los hechos que rodearon el supuesto pago de un soborno de $500 millones al magistrado Jorge Pretelt para que influyera en la decisión que buscaba favorecer los interés de la empresa Fidupetrol, se conoció que el protagonista de esta historia salió del país. Según la Revista Semana, se trata de un viaje de vacaciones que tenía Pacheco programado con anterioridad al destape del peor escándalo de corrupción que se ha vivido al interior de las altas cortes.
A las 7:08 de la mañana de este miércoles Pacheco abordó un avión con destino a Ciudad de Panamá, donde, según su reserva, tomaría un vuelo con destino final a Santiago de Chile. En los registros de la aerolínea Copa Airlines aparece que el polémico abogado regresaría el 14 de marzo a Barranquilla tomando la misma ruta. No deja de generar suspicacia la salida del país de Pacheco, ya que las explicaciones que les ha entregado a las autoridades –Fiscalía y Comisión de Acusación–distan de la historia que le contó el pasado 3 de febrero al expresidente de la Corte Constitucional, Luis Ernesto Vargas Silva.
Pacheco, investigado por los delitos de cohecho y tráfico de influencia de particulares, advirtió el lunes ante un asesor del despacho del Vicefiscal que le hizo 60 preguntas que sí se había reunido con el magistrado Vargas Silva, pero que jamás habló de actuaciones ilegales cometidas por Pretelt. Asimismo, reconoció que se reunió a finales de 2013 con Pretelt para hablar sobre la tutela de Fidupetrol que había sido seleccionada; que habían malinterpretado el tema referente a los $500 millones porque no se intentó sobornar a ningún magistrado sino que esa sería la cifra que pediría un abogado constitucionalista de ‘quilates’; y que se recomendó dar un regalo a Marcela Monroy y su hijo de 17 años con el fin de que su exesposo, el magistrado Mauricio González, ponente del caso Fidupetrol, emitiera un fallo favorable.
Declaraciones que dio bajo la gravedad de juramento y que, según se le escucha decir en la conversación con Vargas Silva, no resultarían ser tan veraces. Y es que en el audio Pacheco se refiere a que el propio Pretelt le dijo en su apartamento que él era el único que le hablaba al oído al magistrado González pero que a éste no le gustaba la plata, por lo que tenían que pasársela a la exesposa. Silva lo indagó sobre qué plata estaba hablando y Pacheco respondió: “Le digo (a Pretelt): ¿De cuánto estamos hablando? De 500 millones. Uy Jueputa. Dije: será, será que yo soy de provincia, no joda. 500 millones no puede ser”.
Asimismo, Pacheco indicó que él no se metió en la negociación –según dijo la hicieron sus clientes de Fidupetrol con un el exmagistrado Rodrigo Escobar Gil, quien sería el delegado de Pretelt– pero que al enterarse de que no se cumplieron los pactos, él tenía que contar lo sucedido: “Cuando yo pensé, este es un hijo de P mayúscula. Como es posible, estoy seguro, para mí, para mí pensamiento, que no hizo nada con González (…) Cómo es que este tipo expone a sus compañeros con estas vainas. Entonces yo me quedé callado, y me dije, esta joda la tengo que decir”.
Pacheco le dijo a la Fiscalía que estaba pensando en no ir a la diligencia que tenía en la Comisión de Acusación –encargada de investigar a Pretelt– porque sentía que no tenía garantías. Sin embargo, el pasado martes llegó a declarar y le dijo a los medios que su versión no era la misma que había entregado en la Fiscalía porque tenía el derecho a no autoincriminarse. ¿Volverá al país el hombre que destapó sobre el escándalo en la Corte Constitucional y sabe toda la verdad? ¿Por qué Pacheco entregó versiones diferentes a la que le había contado al magistrado Vargas Silva cuando se comprometió con el magistrado González a destapar la verdad y a tener un careo con Pretelt?