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En la mañana de este jueves, la Fiscalía confirmó que había incautado las propiedades del exjefe anticorrupción de ese organismo, Gustavo Moreno, de su grupo familiar y del abogado Leonardo Pinilla, con fines de extinción de dominio. En otras palabras, Moreno y Pinilla tendrán que ir a jueces a demostrar si esos bienes tienen una procedencia legal, si fueron obtenidos con dinero de su trabajo y no proveniente de delitos.
El Espectador hizo un rastreo inicial de las propiedades que figuran o han figurado en las oficinas de registros públicos a nombre de Gustavo Moreno, quien tiene 36 años, es abogado de la Universidad Libre y ejerció durante ocho meses como director de la Fiscalía Nacional Especializada contra la Corrupción. También los de su esposa, Carolina Rico, quien al parecer tenía en su poder billetes de los que le entregó el exgobernador Alejandro Lyons a Moreno como parte de la “trampa” que le tendió la DEA al exjefe anticorrupción.
Este martes, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos explicó que desde noviembre pasado Alejandro Lyons, investigado por actos de corrupción y robo de dinero público durante su mandato en la Gobernación de Córdoba de 2012 a 2015, denunció que Moreno le estaba pidiendo por lo menos $400 millones a cambio de filtrarle información de los procesos en su contra. Al parecer, Moreno alcanzó a enviarle correos encriptados a Lyons con declaraciones de testigos de uno de los casos que hoy se investiga en Córdoba.
Gustavo Moreno ha tenido una carrera profesional de unos 10 años, pues se graduó como abogado en 2007. En ese tiempo, se hizo a un patrimonio compuesto por un apartamento ubicado cerca a Unicentro, en el norte de Bogotá, que compró en abril de 2013 por $490 millones. En enero de 2016, el apartamento fue traspasado a su esposa, transacción que se registró en $500 millones. En octubre del mismo año, el apartamento fue vendido a un tercero por $505 millones.
Tampoco es de ellos ya el apartamento de 52 metros cuadrados, situado en el Centro Internacional de Bogotá, que Moreno compró en diciembre de 2013 por $150 millones. Lo vendió dos años después, con una ganancia de $30 millones, a una mujer. Asimismo, Moreno vendió el apartamento de 68 metros cuadrados que había comprado en julio de 2014 en el noroccidente de Bogotá por $285 millones. Fue la única vez que, al parecer, no ganó en el negocio: se lo vendió por $101 millones menos a una mujer llamada Nohemy Rivera.
Un apartamento que todavía aparece a nombre de la esposa de Gustavo Moreno, Carolina Rico Rodríguez, tiene un área de 53 metros cuadrados y está en el exclusivo sector de Chicó en el norte Bogotá. Esa propiedad se la vendió Germán Madero Pérez, secretario de Competitividad del actual gobernador de Cundinamarca, Jorge Rey a Gustavo Moreno por $178 millones en mayo de 2013. Él, a su vez, se la vendió a su esposa dos años más tarde por $229 millones. Por último, a nombre de Moreno también aparece un negocio en proceso por un apartamento de 145 metros cuadrados, que también está localizado cerca al centro comercial Unicentro, en el norte de Bogotá.
En cuanto a Leonardo Pinilla, el abogado que quedó a cargo con procesos de Moreno cuando este fue nombrado jefe anticorrupción en la Fiscalía (como el de Luis Alfredo Ramos), lo único que aparece registrado a su nombre -con dominio incompleto, es decir, no de toda la propiedad- es un apartamento de 49 metros cuadrados ubicado en Montería, en el barrio El Recreo. Él hizo una inversión de $117 millones en marzo de este año.
Tanto Moreno como Pinilla están siendo investigados desde mayo de este año, aseguró hoy la vicefiscal María Paulina Riveros. “Se han iniciado acciones de extinción de dominio para identificación y eventual extinción de dominio de los bienes, bien sea en cabeza suya o de algunos de sus familiares”, indicó la vicefiscal.