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La jueza 11 de conocimiento de Bogotá, Paula Astrid Jiménez concluyó que el médico forense Máximo Duque incurrió en una serie de irregularidades en la exhumación del cuerpo del joven Luis Andrés Colmenares Escobar realizada en julio de 2011 en el cementerio de Villanueva (La Guajira). Para la funcionaria judicial el exdirector de Medicina Legal violó todos los protocolos establecidos para este tipo de actividades.
Las pruebas reveladas en el juicio, entre las que se encuentra el material fotográfico de la exhumación, permiten inferir que Duque incurrió en una mala praxis puesto que se hizo en un espacio inadecuado ya que se realizó al aire libre, con personas que no contaban con la experticia para eso, incluso un menor de edad, y con instrumentos que no eran los adecuados para tratar a un cadáver, como lo es un cuchillo de cocina.
“Lavó el cráneo, esto también se ve en las fotografías, con un jarro de agua que pasa por la cabeza y escurre al piso de tierra arrastrando el productor lavado sin filtros o medios que permitieran reconocer los pedacitos de hueso y procedió nuevamente a organizarlos y colocó los dientes caídos y otros fragmentos desprendidos procediendo a hacer las fotografías”.
Tras evaluar los conceptos de los expertos se concluye que no todos los fragmentos “fueron colocados” nuevamente, por lo que es “altamente probable que las pequeñas fracciones de hueso se hubiesen perdido en ese momento del levantamiento y lavado”. Todos los expertos de la defensa de las procesadas coincidieron en afirmar que se presentaron fallas que alteraron los resultados de las conclusiones de la exhumación.
Se desconoce, por lo tanto, si algunas de las fracturas descritas por Duque en su informe fueron ocasionadas antes de su muerte, “lo que modifica el contexto e interpretación de las concusiones”. El manejo de las muestras de piel también habrían sido manipulados de mala forma.
"Quedó plenamente demostrado ante este juzgado que se alteró la evidencia al ocasionar nuevas fracturas en el macizo facial por el arrancamiento inapropiado del tejido momificado y que se perdieron varios fragmentos óseos. Pero en opinión de esta operadora judicial lo que es realmente reprochable es que el experto (Máximo Duque) en vez de lugar de dar cuenta de ello y advertir a la audiencia lo anterior lo ocultó y lo utilizó para convencer en el juicio que todos los elementos de la segunda necrpsía eran originales y habían ocurrido en vida cuando se presentaron postmorte", concluyó.
Las causas de la muerte
“El despacho concluye que el daño sufrido por Luis Andrés Colmenares es consistente con una caída sobre la cara y no a golpes propinados por terceros”, precisó la jueza de conocimiento en la lectura del fallo en el que se absolvió a Laura Moreno y Jessy Quintero por su presunta participación y conocimiento en los hechos que rodearon la muerte del joven universitario cuyo cuerpo fue hallado el 31 de octubre de 2010 en el canal de aguas del parque El Virrey en el norte de Bogotá.
Tras revisar las declaraciones de expertos forenses que declararon en el juicio la funcionaria judicial concluyó que las heridas que presenta el rostro del joven fueron producidas por el impacto de la caída. Considera que en el proceso penal se desvirtuaron los argumentos presentados por el perito de la Fiscalía, Máximo Duque y otros expertos presentados por el ente investigador.
Considera que la mayoría de los expertos en el tema permitieron concluir que no existe rastro con el que se pueda inferir que las fracturas fueron producidas por un tercero. “En el juicio se entendió que los golpes en la cara son amortiguados por los senos frontales y paranasales, que sus huesos coyunturales están conformados por trabéculas llenas de sangre”.
“Se dijo que funcionan como una bolsa de aire y por eso no se observan lesiones de contragolpe. Otra razón de la ausencia de estas lesiones está dada por la explicación de los científicos maxilofaciales y el antropólogo que demostraron con apoyo bibliográfico que debido a la arquitectura de la cara, la energía de la cara se disemina por esta estructura produciendo múltiples fracturas que van por esta arquitectura hasta que se agote la energía”, indicó.
Esto, explicaron los expertos, es un mecanismo natural del cuerpo para proteger el cerebro. “De la misma manera se desvirtuó la afirmación del perito de la Fiscalía respecto a que habían varios golpes de impacto con sus respectivas fracturas pues se explicó claramente que un solo impacto de alta energía causa todo el complejo fractural”.