Luis Alirio Mora, supuesto testaferro de las Farc, reconocido como víctima en la JEP

Norberto Mora Urrea, hermano de Luis Alirio, se encuentra en libertad y reside en Europa. / Gustavo Torrijos - El Espectador

Luis Alirio Mora Urrea, señalado por la Fiscalía de ser un supuesto testaferro de la extinta guerrilla de las Farc, fue aceptado como víctima en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), según confirmaron fuentes del proceso a este diario. El reconocimiento de su calidad de víctima se da puesto que Mora Urrea fue secuestrado, según sostiene, por el Frente 22 de ese grupo armado y buscaba ser incluido en el proceso que adelanta la justicia especial para investigar el fenómeno de aprehensiones ilegales.

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Luis Alirio Mora Urrea, y sus hermanos Norberto, Uriel y Edna Yaneth, son los dueños de los supermercados Supercundi y Merkandrea y han sido acusados de, supuestamente, blanquear dineros del frente 53 de las Farc y por este caso se adelanta un proceso en su contra en la justicia ordinaria. Sin embargo, en la JEP aclararon que, si bien los familiares de Mora Urrea serán reconocidos como víctimas indirectas, se trata de un proceso independiente que se adelantará sin perjuicio de la investigación por testaferrato que adelanta la Fiscalía.

En la decisión de la JEP influyó que uno de los miembros del Frente 22 de las Farc confesó que sí habían secuestrado a Mora Urrea en 1999. Además, en el informe que recibió la jurisdicción especial sobre secuestro, elaborado por la Fiscalía, se pudo identificar que, por el secuestro de Luis Alirio Mora, efectivamente había una investigación penal en curso. Según Noticias Caracol, una de las pruebas que presentó la defensa de la familia fue un parte de la Cruz Roja en el que se certifican las agresiones y relatan los hechos que narra Luis Alirio Mora.

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En un video, el hombre le contó al medio que su secuestro fue una experiencia “imposible de olvidar”.  “Se hace algo infernal y ahí amarrado en medio de esos dos palos en ese cambuche donde no podía coger para ningún lado, haciendo mis necesidades, ahí, a unos metros donde todo el mundo lo mira a uno”, narró Mora Urrea.

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“Tengo que mencionarlo, esta investigación requiere con urgencia absoluta la intervención de la Jurisdicción Especial para la Paz porque resulta que el señor Luis Alirio Mora Urrea fue secuestrado en el año 99 por el frente 22 de las Farc”, había advertido en septiembre del año pasado el abogado Alejandro Carranza quien explicó que la Fiscalía les acreditó que, en efecto, cuando sucedió el hecho, Norberto Mora Urrea presentó la respectiva denuncia y Luis Alirio Mora aparece como víctima. Además, señaló en su momento que la familia nunca contó con apoyo estatal para lograr la liberación, por lo que tuvieron que hacer una negociación por su cuenta.

De acuerdo con la investigación de la Fiscalía en contra de los Mora Urrea, la presunta relación entre la familia Mora Urrea y el grupo guerrillero había empezado desde hace varios años con la supuesta amistad de María Ana Bertilda Urrea de Mora, mamá de los sindicados, con Víctor Julio Suárez alias el Mono Jojoy. Otra de las pruebas usadas por el ente investigador para detener por estos delitos a los hermanos fueron unas presuntas reuniones que tuvieron con los frentes 51, 53 y 55.

A través de diferentes labores investigativas, la Fiscalía dice que cuenta con nuevas pruebas que permiten “reafirmar” lo expuesto en anteriores audiencias sobre la presunta responsabilidad de los hermanos Mora Urrea en actos de blanqueo de capitales.  El ente investigador cuenta, entre otras cosas, con las declaraciones de Luis Alberto Grajales, Tifer Quiroga Vargas y Wilson Rivas Bonilla, quienes, como integrantes de las Farc, constataron los supuestos nexos de los hermanos en el recaudo y administración de dineros del Frente 53 de las Farc. 

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Sin embargo, para el abogado defensor de los Mora Urrea, la Fiscalía trata de montar un “falso positivo judicial” al asegurar que los testigos con los que lograron enviar a prisión son falsos y los peritazgos contables son irregulares. Por eso los denunció por falso testimonio. Además, el defensor de los hermanos hizo serios reparos al testigo Wilson Rivas Bonilla, quien luego de su captura en 2001 se acogió a Justicia y Paz. 

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Eso sucedió hace 13 años, tiempo en el que nunca mencionó los vínculos de los hermanos Mora con las Farc. “¿Faltó a su compromiso de contribuir con la verdad?”, se preguntó Carranza. El defensor agregó que no entendía por qué cuatro meses después de acogerse a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y recobrar su libertad, Rivas recordó de repente que los Mora Urrea eran los principales testaferros de las Farc.