“Manifestaciones de Otto Bula son solo venganza”: exdirectora de Extinción de Dominio

Entrevista con Andrea Malagón, exdirectora de la Unidad de Extinción de Dominio a quien Otto Bula se refirió al denunciar un supuesto cartel de corrupción dentro de la Fiscalía.

Catalina Vargas / cvargas@elespectador.com
18 de febrero de 2019 - 09:00 p. m.
Andrea Malagón dejó la Dirección de Extinción de Dominio en julio de 2018. / Archivo.
Andrea Malagón dejó la Dirección de Extinción de Dominio en julio de 2018. / Archivo.

La exdirectora de Extinción de Dominio de la Fiscalía Andrea Malagón fue mencionada en una denuncia de Otto Bula ante la Fiscalía el año pasado. Por esa denuncia se abrió una investigación formal hace unas semanas contra los hermanos Alfredo y Carlos Mendoza Fortich, quienes, según Bula, pedían altas sumas de dinero a cambio de hacer “gestiones” para que los bienes incautados por la Fiscalía volvieran a sus dueños. En esas gestiones, dice la denuncia, participaban Malagón, el exvicefiscal Jorge Perdomo y Julián Quintana, exdirector del CTI. En entrevista con este diario, Malagón rechaza tales afirmaciones, como ya lo hicieron Perdomo y Quintana.

¿Usted conoce a los hermanos Alfredo y Carlos Raúl Mendoza Fortich?

No los conozco.

¿Conoció a Érika Tatiana Rivera? (Una fiscal local detenida junto con los Mendoza Fortich).

No la conozco y nunca hizo parte de la Unidad de Extinción de Dominio.

Ellos están siendo investigados a raíz de una denuncia del excongresista Otto Bula, quien aseguró que Alfredo Mendoza Fortich le pidió $6.000 millones y que, a cambio, usted, como directora de Extinción de Dominio de la Fiscalía, y los abogados Jorge Perdomo y Julián Quintana le ayudarían a recuperar propiedades incautadas.

Desconozco las manifestaciones que haya hecho el señor (Mendoza) Fortich. No conozco a los hermanos. El tema de las devoluciones de los bienes dentro de los procesos de extinción del derecho del dominio ya se viene conociendo desde hace mucho rato. De hecho, El Espectador, al momento de la captura del exfiscal Rodrigo Aldana (abril de 2017), hizo referencia a las denuncias que tanto la doctora Ana Caterina Heyck Puyana como yo presentamos, poniendo al descubierto maniobras que se estaban haciendo, en cabeza del exfiscal Aldana, para devolver bienes de Otto Nicolás Bula. En consecuencia, el exfiscal Aldana fue capturado (y condenado a nueve años de prisión). Eso es de lo que yo tengo conocimiento. No puedo decir nada más al respecto.

¿Quiénes llevaban el caso de Otto Bula en ese momento?

El fiscal Aldana. Era un proceso gigante, se le dio mucho bombo. Yo ni siquiera pertenecía a la Unidad de Extinción del Derecho de Dominio cuando (se abrió), fue el proceso de los (hermanos Juan Fernando e Ignacio Álvarez) Meyendorff en donde se logró detectar esos bienes (a nombre de Otto Bula). Hubo unas fincas bastante grandes. Entre 2016 y 2017 se inició otra investigación contra Otto Nicolás Bula por estar vinculado con la Oficina de Envigado, con base en unos documentos que encontraron a alias Pichi Calvo en los que se relacionaban platas que se le debían a Otto Nicolás Bula por parte de la Oficina de Envigado. Con base en eso se inició la investigación con el apoyo de autoridades internacionales.

¿Alguna vez se reunió con el exvicefiscal Perdomo o con el exdirector del CTI Julián Quintana como abogados litigantes?

Jamás. Nunca. Yo tengo un principio desde que era funcionaria pública: no me reúno con abogados, no tengo por qué reunirme con ellos. Lo tengo precisamente para evitar este tipo de comentarios, porque los abogados de los delincuentes y los delincuentes pueden usar las palabras que uno dice en contra de uno, en cambio lo escrito, escrito está. Entonces todo se hace por escrito y se contesta por escrito.

¿Cómo era su relación con Julián Quintana y Jorge Perdomo cuando estaban en la Fiscalía?

El doctor Quintana era el director del CTI y con él se sostenían reuniones de trabajo. Con el doctor Perdomo, una relación normal entre un vicefiscal y una directora.

¿Ellos alguna vez le hicieron alguna propuesta indebida?

Jamás. Nunca. Si lo hubiesen hecho los hubiera denunciado inmediatamente.

(Lea aquí: ¿Un cartel para recuperar bienes incautados al interior de la Fiscalía?).

En la audiencia de los hermanos Mendoza Fortich se dijo que, una vez Otto Bula pagara la millonaria suma que le pedían, se podía concretar una reunión de su abogado con usted para llegar a una negociación sobre los bienes...

Desconozco cuál era el abogado de Otto Bula. Bula tenía ese proceso y después aparecieron más bienes relacionados con otras actividades criminales presuntamente atribuidas a él. Muchos de los bienes que fueron afectados con posterioridad a la salida de (el fiscal Rodrigo) Aldana y que estaban en cabeza de Otto Bula fueron vinculados a procesos de extinción del derecho del dominio. Incluso en esta administración (de Néstor Humberto Martínez), en reiteradas oportunidades me pidieron que me reuniera con sus abogados. Si mal no recuerdo, hubo una solicitud que se hizo dentro del mismo proceso penal que se está adelantando por el proceso de colaboración (de Odebrecht), en donde la vicefiscal María Paulina (Riveros) me pidió que se hiciera una reunión para que se mirara el proceso de colaboración que Otto Bula podría llegar a tener dentro de los procesos de extinción del derecho del dominio.

¿Se realizó la reunión?

Yo solicité que se grabara en video y se llevó a cabo creo que el año pasado, cuando Otto Bula ya estaba en proceso de colaboración, y en presencia de mi jefe de ese entonces, el director Andrés Jiménez. Había un abogado allí, pero no recuerdo el nombre. A él se le explicó que el proceso de negociación con extinción de dominio era acogerse a sentencia anticipada y ya, pero esa fue la relación que se tuvo directamente con ellos. Las manifestaciones de (Mendoza) Fortich y de Otto Bula solo obedecen, creo yo, a una venganza.

¿Por qué venganza?

Porque jamás pudieron corromper a esta funcionaria. A un delincuente que está acostumbrado a ser corrupto y a conseguir las cosas a través de la corrupción, y da con una persona que no le da la oportunidad bajo ninguna circunstancia de corromper, no le queda más remedio que enlodar su nombre.

Usted dijo algo sobre una red que se habría formado en la Dirección de Extinción de Dominio de la Fiscalía. ¿A qué red se refiere?

Rodrigo Aldana no fue el único fiscal que yo denuncié, hubo otros dos funcionarios que fueron objeto de mis denuncias. No voy a dar los nombres en este momento porque eso está en investigación.

¿Siguen vinculados a la Fiscalía?

No, ellos ya no hacen parte de la Unidad de Extinción precisamente por eso.

¿Pero siguen vinculados a la Fiscalía?

No tengo conocimiento. Se solía decir que se vinculaban bienes a extinción del derecho de dominio y que se solicitaban sumas para devolver esos bienes. ¿Qué fue lo que pasó? Que como los procesos y procedimientos en el interior de la Dirección se volvieron más estrictos y controlados, era mucho más difícil para los fiscales corruptos vincular un bien, pedir la extorsión y devolverlo. Se veían a gatas para cumplir los compromisos que tenían, y entonces sucede lo que ahorita está sucediendo. El abogado que pagó y que no le cumplieron, échele la culpa a la que no tiene nada que ver, que es Andrea del Pilar Malagón Medina, que no tuvo ni siquiera la intención de reunirse con ellos.

¿En qué procesos se basaban sus denuncias?

Sí, fue en los de Rodrigo Aldana y de la Oficina de Envigado. Hubo un proceso en particular que nos llamó poderosamente la atención, de los Báez, en donde se evidenciaban incluso los proyectos de devolución de los bienes (a los hermanos Diego Rodolfo y Jacinto Enrique Báez les incautaron 193 bienes en 2013, avaluados en unos $50.000 millones). Todo eso se evidenció ante las autoridades. Yo tengo copia de la carpeta que pasé para que se investigara.

En la investigación del caso Mendoza Fortich se mencionan algunos bienes de Otto Bula por los que le pedían dinero. ¿Usted alguna vez tuvo acceso a procesos sobre esos bienes? Uno en los Montes de María, dos apartamentos en Montería, una casa en Córdoba…

Esos bienes se vincularon dentro del proceso en el que Otto Bula fue afectado con extinción del derecho de dominio, por cuenta de unas investigaciones que se estaban adelantando por hechos relacionados con la Oficina de Envigado. Fue en 2017, si mal no estoy. Pero hay unas fincas en Córdoba que habían sido relacionadas en el proceso que inicialmente tenía Rodrigo Aldana, por cuenta de (la investigación contra) los Álvarez Meyendorff. Nosotros no entendíamos por qué no se vincularon al proceso de extinción de dominio desde un principio, sino posteriormente.

(Le puede interesar: Exvicefiscal Perdomo pide ser reconocido como víctima de supuesto cartel de la Fiscalía).

¿Por qué renunció a su cargo como directora de Extinción de Dominio en la Fiscalía?

Por recomendaciones médicas. Tres días antes de mi renuncia había perdido a mi hijo. Por causa del estrés del trabajo perdí a mi hijo.

¿Qué la estaba estresando?

La Dirección de Extinción del Derecho de Dominio es un cargo de mucha responsabilidad. Ser la líder de 100 funcionarios, atender las necesidades de todos los funcionarios, cumplir con las metas del señor fiscal general de la Nación, adelantar los planes de mejoramiento que se necesitaban, calificar a los funcionarios, atender a los medios de comunicación, seguir cumpliendo con compromisos internacionales, atender a las autoridades internacionales. El estrés normal de un trabajo que estaba somatizando. Además tenía cinco períodos de vacaciones que no había tomado y eso hizo mella en mi cuerpo, quedé embarazada, perdí mi hijo y como consecuencia de eso hice un alto en el camino.

¿Qué le dijo el fiscal general cuando usted le entregó su renuncia?

Nada, que muchas gracias y que fuera a descansar.

¿En algún momento tuvo roces con el fiscal Néstor Humberto Martínez?

Jamás, nunca. De hecho, me parece muy injusto cómo lo están juzgando a él. Néstor Humberto Martínez está cumpliendo un excelente trabajo y está tocando callos que históricamente nunca se habían tocado.

Devolviéndonos al caso que nos compete, los Mendoza Fortich le habrían asegurado a Otto Bula que como este negocio ya se habían hecho cinco más, como el caso de Supercundi. ¿Hubo irregularidades allí?

Las investigaciones relacionadas con Supercundi creo que son las mejor soportadas de cualquier caso. Ese fue un proceso juicioso de investigación, de recolección de pruebas, no solamente pruebas documentales y testimoniales, sino pruebas técnicas que trajeron como consecuencia formulaciones de imputaciones y afectaciones de bienes a personas que los tenían en su poder. Si se hubieran presentado irregularidades en el proceso de extinción del derecho de dominio, hace mucho rato los abogados hubiesen tenido argumentos suficientes, no para ir a los medios de comunicación a denigrar de los funcionarios que adelantaron la investigación, sino para solicitar controles posteriores de las medidas cautelares. Hasta el momento en que yo estuve no lo hicieron.

¿Planea pedirle a la Fiscalía que le notifique si hay alguna investigación en su contra?

Tengo la firme convicción de que la Fiscalía General de la Nación de este momento es una muy buena Fiscalía, de funcionarios rectos, éticos y cumplidores de la ley. No me queda la menor duda de que, si estoy siendo investigada, cumplirán con mi derecho de defensa, como el de cualquier ciudadano. Mi conciencia está tranquila, no tengo nada que ocultar, todas las actuaciones que rigieron mi vida como funcionaria pública siempre tuvieron en mente la enseñanza de mi padre: cumplir la ley a cabalidad.

Si la Fiscalía la llega a solicitar, ¿usted vendría del exterior?

Si me llaman para que dé explicaciones, yo las doy, y nuevamente entregaré la copia de las evidencias que tengo en mi poder, que he entregado en tres oportunidades a la Fiscalía. Por los hechos se conocen a las personas y los hechos demuestran que lo único que se hizo por parte de los fiscales que estuvieron bajo mi dirección fue cumplir la ley y, en el caso de Otto Bula, afectarle todos los bienes. Como no logró corromper a nadie, entonces acabemos con la vida, honra y bienes de quien le impidió lograr su cometido.

Aparte de Otto Bula, ¿alguien más podría estar detrás de esto que usted califica de complot?

En el trabajo, todos los días, los funcionarios de la Fiscalía se enfrentan a peligros por estar cumpliendo la ley, y a enemigos que son conocidos y otros desconocidos. Se puede esperar cualquier cosa de los delincuentes.

¿Quisiera agregar algo?

Dos cosas importantes. La primera es que mis funciones dentro de la Fiscalía incluían el dirigir a los fiscales, mas no tomar decisiones dentro de los procesos, porque eso es responsabilidad de los fiscales, quienes conforme a la ley son autónomos e independientes. Tenía conocimiento de los casos que ellos llevaban porque era la directora de la Unidad de Extinción de Dominio, mas no podía tomar decisiones en esos procesos. El otro tema es que, conforme a la ley actual, la Fiscalía no tiene la potestad de devolver bienes en extinción de dominio, precisamente para evitar los hechos de corrupción que se venían presentando en anteriores oportunidades. Quienes hacen esas devoluciones son los jueces de la República.

Por Catalina Vargas / cvargas@elespectador.com

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