El más reciente golpe que logró dar la Fuerza Pública contra Los Urabeños fue la captura de Greylin Fernando Varón Cadena, alias Martín Bala, jefe de las ‘oficinas’ de cobro de esta bacrim en el departamento del Valle del Cauca. Varón Cadena fue capturado junto con tres de sus escoltas el pasado 28 de mayo en Bogotá, mientras compraba una de las lujosas motos Harley Davidson en la carrera 13 con calle 82. Sin embargo, por problemas de salud, fue remitido a la clínica Santa Fe, al parecer, porque todavía no se ha sanado de uno de los disparos que recibió en el abdomen durante un atentado. Según las investigaciones, buscaba tratamiento médico y por esa razón estaba en la capital del país.
La historia de Martín Bala y sus vínculos con el narcotráfico nacieron en los años 90, cuando su padre, Martín Fernando Varón, trabajaba para el narco Víctor Patiño Fómeque, extraditado a EE.UU. en 2002 y deportado en 2010. Empezó a ser visible después del asesinato de su padre —de quien heredó su apodo— y de que Patiño Fómeque le pidiera ayuda para evitar que el extinto narco Wílber Varela, alias Jabón, asesinara a toda su familia mientras él se encontraba preso. Desde ese entonces comenzó la guerra por el control del cartel entre el jefe de Martín Bala, Diego León Montoya, alias Don Diego, y Jabón. Tras el asesinato de este último y la captura de Don Diego, quienes heredaron la pelea fueron Martín Bala y los hermanos Javier Antonio y Luis Enrique Calle Serna, alias Los Comba. Sin embargo, los hermanos Calle Serna se entregaron a la justicia en 2012 y dejaron el camino libre a Varón Cadena.
Martín Bala era el último eslabón que le faltaba a la Policía para acabar con las ‘oficinas’ del cartel del norte del Valle, que anteriormente estaban repartidas entre Machos —aliados de Los Urabeños— y Los Rastrojos —organización de los hermanos Comba—. Estos dos últimos grupos fueron los responsables de la frenética guerra que se libró en distintos puntos del departamento, como el municipio de Buenaventura, donde se registró la masacre de 10 personas el pasado 11 de enero.
Junto con Varón Cardona, los responsables de acabar con Los Rastrojos eran Orlando Gutiérrez Rendón, alias Negro Orlando, y Héctor Mario Urdinola Álvarez, alias Chicho Urdinola, sobrino del extinto narcotraficante Iván Urdinola y quien además fue el autor intelectual del asesinato de Lorena Henao, esposa de Urdinola.
Estos tres hombres —ya capturados— fueron contratados por el máximo jefe de Los Urabeños, Dairo Antonio Úsuga David, alias Otoniel, para que fueran una de las alas militares de su organización y controlaran las rutas del narcotráfico en la región. El poder que ejercían estas oficinas de cobro en el suroccidente del país era de tal magnitud, que aunque estaban asociadas con Otoniel, tenían un funcionamiento totalmente independiente.
A pesar de que existe un expediente abierto contra Martín Bala en Estados Unidos, en su contra no pesa ninguna orden de extradición. En Colombia, Varón Cadena fue arrestado en 2009 en Cali por porte ilegal de armas y a la salida de la clínica la Fiscalía le imputará cargos por los delitos relacionados con el narcotráfico y homicidio. También varios miembros de la familia de Martín Bala han sido asociados con temas de narcotráfico, sus hermanas, con quienes vivió un tiempo en Madrid (España) fueron capturadas en septiembre de 2011 en el país europeo porque, supuestamente, pertenecían a una red de lavado de activos.