Nicolás Isaksson Palacios, la pieza clave para la investigación contra directivos de Reficar

La Fiscalía firmó un principio de oportunidad con el abogado Nicolás Isaksson. / EFE

El viernes 2 de noviembre, el reconocido abogado Nicolás Isaksson Palacios le pedirá perdón a la junta directiva de Ecopetrol por los actos de corrupción que llevaron a que Reficar sea hoy el protagonista de unos de los casos de corrupción más graves de la historia reciente del país. El exjefe del grupo legal de la refinería de Cartagena le dará la cara a los directivos, cumpliendo con el principio de oportunidad al que llegó con la Fiscalía, y del cual se han desprendido cuatro líneas nuevas de investigación.

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La cita está pactada para las tres de la tarde, en las oficinas de Ecopetrol, propietaria de la refinería. Allí, Isaksson, cuyo lugar de nacimiento es Dinamarca, deberá explicarles a los socios los pormenores de la “información financiera sensible que se le ocultó de forma dolosa a los integrantes de la junta directiva de Ecopetrol, atendiendo instrucciones de la administración, y que habrían permitido conocer la realidad financiera del proyecto y, en especial del valor presente neto de la empresa”, señaló la Fiscalía a través de un comunicado.

Desde que estalló el escándalo y se supo que la obra tuvo un costo final de US$8.016 millones de dólares, más del doble de los US$3.777 millones de dólares presupuestados inicialmente, Isaksson sabía que debía actuar para salir bien librado. Por primero que hizo fue renunciar a su cargo de en el grupo legal de la empresa y, en seguida, comenzó a planear su salida del país, no sin antes tener una propuesta de trabajo en el exterior. La consiguió en Corea del Sur.

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Antes de dejar suelo colombiano, se encargó de hacerle una copia a todos los archivos de su computador para tener el respaldo suficiente, en caso de que la Fiscalía lo llamara a dar explicaciones por los sobrecostos en las obras de la Refinería. El ente investigador no tardó en darse cuenta que Isaksson resultaba ser una de las piedras angulares para la investigación del escándalo de corrupción, que el mismo fiscal Néstor Humberto Martínez, ha calificado como el más grave en 200 años de historia colombiana. 

El exjefe del equipo jurídico se llevó desde correos que intercambió con sus jefes y directivos de la empresa que se encargó de construir la refinería, Chicago, Bridge and Iron (CB&I), hasta documentos en los que se evidenciaría, según la Fiscalía, que la orden que recibió fue la de darle a la empresa estadounidense los controles de pagos de la obra, una estrategia que les permitió cobrar sin ningún control.

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Desde julio de 2017, la Fiscalía tenía claro que Isaksson debía responder en los estrados judiciales por lo ocurrido en la Refinería. En los primeros encuentros que tuvo el ente investigador con el abogado de la Universidad de los Andes, a través de una llamada por Skype, el hoy testigo clave empezó a develar poco a poco los documentos que había sacado de Colombia. La Fiscalía no tardó en ofrecerle beneficios judiciales, a cambio de que les entregara toda la información que tuviera sobre el caso. 

Y así fue. Isaksson hoy es un testigo estrella para la Fiscalía y su información es hoy la pieza clave para las cuatro nuevas líneas de investigación que desarrollará el ente investigador. La primera de ellas tiene que ver con un presunto ocultamiento de información, hecho por el cual se imputaron cargos en días pasados a Javier Genaro Gutiérrez Pemberthy, expresidente de Ecopetrol, y a Reyes Reinoso Yánez, expresidente de Reficar.

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El fiscal delegado para las finanzas criminales, Andrés Jiménez, señaló que las otras líneas “implican dobles pagos de gasolina (contrato que habría sido entregado a AMC) e irregularidades en el manejo de grúas (que habría recibido Mamout), y otras en las que la Fiscalía está avanzando en este momento”. Todas estas supuestas irregularidades serían la explicación de por qué hubo el estrafalario sobrecosto en  Reficar. 

Además de salpicar a Gutiérrez Pemberthy y Reinoso Yánez, las declaraciones de Isaksson también menciona a Orlando Cabrales, expresidente de la refinería; a Felipe Laverde, vicepresidente jurídico; a Pedro Rosales, vicepresidente ejecutivo; y a Masoud Deidehban, Philip Kent Asherman y Robert Matis, de CB&I.  El testigo estrella ya tiene claro el camino de ruta para recibir beneficios judiciales dentro del proceso que la Fiscalía construyó en su contra por los delitos de interés indebido en la celebración de contratos, peculado por apropiación, enriquecimiento ilícito y falsedad en documento.