“Vine a Colombia para aclarar los hechos, yo tengo familia acá”. Así lo aseguró el empresario italiano Giorgo Sale en una entrevista con Caracol Radio, en la que señaló que no tuvo problemas para ingresar al país pues tiene todos sus papeles en regla y el pasaporte al día.
“A mí no me capturaron como lo dijeron los medios de comunicación, yo me presenté a la Fiscalía para aclarar las cosas. Ya llevó 135 días preso y no he obtenido hasta el momento ni un juez de garantías”, manifestó Sale quien se encuentra recluido en la cárcel Modelo de Bogotá.
El empresario es acusado en Colombia del delito de "lavado de activos en concurso con porte de estupefacientes, por haber circulado dinero entre Colombia y Europa producto de tráfico de estupefacientes en diferentes modalidades", sin embargo insistió en su inocencia y señaló que tiene toda la documentación preparada con su abogado para demostrar su “correcta inversión en Colombia”.
Respecto a sus supuestos nexos con el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, Sale aseguró que nunca tuvo ningún tipo de relación con él “Lo conocí como cliente de mi restaurante y sólo lo he visto dos veces en mi vida. En 2004 y 2005”.
Al preguntarle sobre las declaraciones de Mancuso, quien señaló en su momento que tenía negocios con él, Sale manifestó que prefiere no tomar esas afirmaciones en serio y que “no voy a caer en esa provocación para dar ‘papaya’. Que él diga lo que quiera, yo no sé qué es la cocaína”.
El empresario también hizo referencia a la visita que le hizo en la cárcel el exministro Sabas Pretel y confirmó que le pidió que dijera que Salvatore Mancuso le había entregado un dinero “Me pidió que dijera que había sido un préstamo que él me había hecho, que eso no era delito en Colombia. Le dije que yo no tenía por qué decir una cosa que no es verdad. Yo en ese momento no vi nada de malo en eso. Él me abrazó y simplemente me dijo que tenía que irse porque tenía un compromiso”.
Asimismo, Sale reveló que ya entregó un documento de 32 páginas a sus abogados que contiene las denuncias de los “hechos degradantes e ilegales” en su contra ocurridos entre 2003 y 2006 en Italia y Colombia. Señaló que dicho informe será radicado en la Fiscalía para su estudio.
Sobre su relación con el médico veterinario Celso Alfredo Salazar, detenido por lavado de activos en 2006 y recluido en la cárcel de Las Mercedes de Montería, señaló que lo conoció en un restaurante de Bogotá y que “cuando he sabido quien era tome distancia, ni más ni menos. Yo no puedo decir nada en contra de Celso Salazar como no puedo decir nada en contra de nadie”.