Nueva masacre en el Cauca: ¿qué está pasando?

El asesinato de cinco personas en Corinto (Cauca) solo prende aún más alarmas frente a la situación de seguridad en el departamento. El ministro de Defensa y los altos mandos militares se desplazaron a la región.

Redacción Judicial
02 de noviembre de 2019 - 02:56 a. m.
El presidente Iván Duque anunció el envío de 2.500 hombres del Ejército para reforzar las acciones en Cauca. / AFP
El presidente Iván Duque anunció el envío de 2.500 hombres del Ejército para reforzar las acciones en Cauca. / AFP

Al regreso de la comunidad indígena de Corinto (Cauca), del entierro de los cinco indígenas asesinados por presuntos hombres de la columna Dagoberto Ramos (grupo disidente de las Farc), esta se encontró con un complejo panorama: el homicidio de cinco hombres —cuatro de ellos arrojados a la vía que comunica al casco urbano con el sector de Santa Elena, y un quinto cadáver que fue encontrado en la vereda de Huasano—. De acuerdo con las primeras informaciones, los cuatro cuerpos hallados en la vía tenían signos de tortura y uno de ellos una herida en la garganta, le confirmó a este diario Joe Sauca, coordinador del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC). De la quinta víctima no hay mayores datos todavía.

(Vea: Lo que ha pasado en el Cauca ya había sido advertido)

Aunque Medicina Legal no ha confirmado la identidad de los cinco cadáveres hallados en la tarde del jueves en Corinto, los cuatro cuerpos arrojados a la carretera contaban con documentación que permitió una primera identificación. Según estos papeles, entre las víctimas están Carlos Mario López, nacido en Florida (Valle del Cauca) e ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional; Diego Hernán Rodríguez, suboficial activo de la Armada; Diego Hernán Rodríguez y Diego Alejandro Cerquera. Los cuatro hombres, parece ser, eran parte de una comisión de topógrafos que estaban haciendo trabajos de campo en la parte norte del Cauca. Según habitantes de la zona, que El Espectador consultó, estaban desarrollando proyectos con la comunidad.

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De acuerdo con informes dados por el secretario de Gobierno de Cauca, Jaime Asprilla, las cuatro víctimas fueron asesinadas en la mañana del jueves y luego arrojadas al camino, donde fueron posteriormente encontradas por personas que transitaban por la carretera. Entre las muchas versiones, la población asegura que los cuatro hombres estaban haciendo trabajos con drones. Sin embargo, en el área en que se encontraron los cuerpos no hay seña o rastros de equipos usados para los trabajos topográficos que estaban realizando. Estos habrían sido robados por las personas que asesinaron a las cuatro víctimas. No hay certeza de si los asesinos forman parte de las disidencias de las Farc o si son narcotraficantes que tienen su base allí.

Las investigaciones por el asesinato de los cinco hombres apenas comienzan. Las autoridades todavía no han podido determinar quién contrató a la comisión topográfica ni en qué proyecto estaban trabajando en Corinto. No obstante, el gobernador del Cauca ha dicho que en el punto geográfico en el que estaba trabajando el equipo hay una amplia presencia de cultivos ilícitos. Solo allí hay por lo menos 239 invernaderos de marihuana, así como varias hectáreas de coca. Además del cultivo, esta parte del territorio nacional, conocida como el corredor del río Naya, es estratégica para sacar la droga al Pacífico y de allí hacia Centroamérica y Estados Unidos. Es por esta condición que grupos armados se disputan el control territorial del norte del Cauca.

En una entrevista radial, Óscar Rodrigo Ocampo, gobernador del Cauca, aseguró que el narcotráfico está detrás de las muertes ocurridas recientemente en el departamento, tanto las de los líderes indígenas —el pasado martes 29 de octubre— como las de la comisión topográfica -ocurrida el jueves 31 de octubre-. “Hay algo diferente a la guerra que hemos vivido en los últimos 50 años, porque esto ya no tiene extremos, no tiene antecedentes, y nos preocupa mucho”, declaró el gobernador en diálogo con la emisora W Radio. Aunque en la zona han circulado panfletos amenazantes firmados por el Cartel de Sinaloa, las autoridades han dicho que allí existen enlaces de grupos armados con carteles mexicanos, más no hay presencia de ellos en el territorio.

Tras la masacre en Corinto, el presidente Iván Duque les dio instrucciones de desplazarse a Cauca al ministro de Defensa, Guillermo Botero, y al general Luis Fernando Navarro, comandante de las Fuerzas Militares, para hacerse al frente de la difícil situación de orden público. A la delegación se unió el general Nicacio de Jesús Martínez, comandante del Ejército. “Estamos en Miranda (Cauca), junto a la cúpula militar y de policía, para hacer evaluación local de orden público”, anunció el ministro Botero a través de su cuenta de Twitter, en la que también declaró: “A los narcotraficantes los mueve una codicia tal que ninguna vida les merece respeto, pero nunca han podido ni podrán doblegar a los colombianos”.

Un día antes de los hechos ocurridos en Corinto, el presidente Duque realizó un consejo de seguridad en el departamento. En este encuentro el mandatario anunció, en menos de 40 días, el envío de 2.500 militares de la Fuerza de Despliegue Rápido número 4 (Fudra 4) para garantizar la seguridad y combatir a los grupos armados ilegales que se lucran del narcotráfico. “Con eso se busca cumplir los tres propósitos: control territorial, cerrar las rutas del narcotráfico empleadas por estas organizaciones y desmantelarlas”, afirmó el presidente en respuesta a la masacre en la que murieron la Gobernadora del resguardo de Tacueyó, Cristina Bautista, y cinco miembros de la guardia indígena de los nasa.

Sobre esta propuesta, la portavoz de la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos, Marta Hurtado, declaró: “Urgimos a las autoridades que rompan el ciclo de impunidad relacionado con amenazas, acosos y asesinatos que tienen como blanco a pueblos indígenas”. También pidió que la solución sea integral -no optar únicamente por el envío de refuerzos del Ejército- y en diálogo con las comunidades afectadas, que siempre han buscado mantener a los actores armados lejos de su territorio. “Los nasas han dicho repetidamente que no quieren una militarización, a lo que el Gobierno ofreció la posibilidad de que los soldados actuaran en coordinación con los guardias indígenas, pero tampoco quieren esto, sino otro tipo de solución”, concluyó la vocera de la ONU.

Por Redacción Judicial

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