Padrinos de Sarita, los primeros culpables del abuso, tortura y asesinato de la niña de tres años

Edilberto Rojas Torres y Ángela Yohanna Guerra Urueña, padrinos de Sara Salazar Palacio. / Fiscalía

“Sara presentaba fracturas recientes y antiguas desde la cabeza hasta las uñas de los pies”. Con estas palabras, una representante de la Procuraduría se refirió a los horrores que tuvo que vivir Sara Salazar Palacio, una niña de tres años que murió en abril del año pasado en Armero (Tolima), luego de ser víctima de abusos sexuales y físicos. Las palabras se escucharon en la audiencia en la que un juez penal de Ibagué declaró culpables a Ángela Guerra y Edilberto Rojas, padrinos de la menor por ser los responsables de haberla torturado y haber participado en su homicidio.

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Se trata de la primera condena en este caso que conmocionó a todo el país por la sevicia y terror que vivió Sara Salazar antes de morir. Según lo han confirmado los médicos que atendieron a la menor y Medicina Legal, la niña llegó al hospital con signos de violencia intrafamiliar, estaba desnutrida, presentaba fracturas en varios lugares de su cuerpo, le faltaba una parte de un dedo de una mano, y como si fuera poco, la menor había sido abusada sexualmente. Ángela Guerra, la madrina de Sara Salazar y quien se encargó de llevarla a un centro médico cuando su estado era crítico, le aseguró al personal médico que todo se trataba de un accidente pues la niña se había caído de la cama.

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El fiscal del caso aseguró, durante la audiencia que se celebró ayer lunes 28 de mayo, que la explicación de la mujer era mentira. “La muerte de Sara fue un acto absolutamente violento, ejecutado por una persona en condiciones físicas totalmente superiores a las que tenía la niña”, aseguró el delegado del ente investigador, quien además señaló que la culpable directa del caso era, precisamente, Ángela Guerra. “(Este es un caso que) lo calificamos y lo reiteramos como detestable, reprochable y, si se nos permite, absolutamente asquerosos”, agregó el fiscal.

Según lo han logrado establecer las autoridades, Ángela Guerra y Edilberto Rojas obtuvieron la custodia de Sara Salazar en febrero de 2016. Después de que los ojos de la Fiscalía se concentraran en sus andanzas, ambos aseguraron que trataron a la niña como una hija más y que nunca la maltrataron. Su versión de los hechos fue totalmente desvirtuada por la Fiscalía y el juez del caso declaró que Guerra es culpable de los delitos de tortura y homicidio, y Rojas del delito de tortura a título de coautor pasivo.

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La defensa de los padrinos de Sarita anunció que apelará el fallo pues, en sus propias palabras, no esperaba que la condena fuera tan alta. Mientras que Guerra enfrenta una pena de entre 27 a 35 años, la de Rojas  está entre 25 y 30 años. El juez, que leerá en las próximas semanas la condena final, aseguró durante la audiencia que duró casi 13 horas, que la historia de Armero se divide, nuevamente en dos. Primero lo hizo en 1985, con la tragedia de Armero. Ahora, en 2017, lo vuelve hacer pero con la muerte de Sara Salazar.

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Los padrinos no son los únicos involucrados en este proceso judicial. La excomisaria de familia del municipio de Armero, Katherine de los Ángeles García Rodríguez, fue capturada en agosto de 2017 pero hoy se encuentra en libertad. Según la investigación en su contra, la exfuncionaria archivó el caso de Sara Salazar, luego de las denuncias que había recibido la comisaria sobre el supuesto maltrato y acoso que estaba recibiendo la menor en su casa.