Palacio de Justicia: La búsqueda de los restos del magistrado Andrade

Fueron 32 años en los que la familia Andrade Zuluaga creyó que aquel cuerpo que se encontraba en una tumba en un cementerio en la ciudad de Barraquilla correspondía al del magistrado auxiliar Julio César Andrade, muerto en el holocausto del Palacio de Justicia los días 6 y 7 de noviembre de 1985.

Después tres décadas, una llamada de la Fiscalía General y el Instituto de Medicina Legal les dio una noticia que no esperaban pero sí sospechaban. Aquel cuerpo correspondía en realidad a Héctor Jaime Beltrán, mesero de la cafetería del Palacio de Justicia, y quien hasta ese momento hacía parte del grupo de los 11 desaparecidos.

En febrero de 2016, los tres hijos del magistrado Andrade habían solicitado formalmente a la Fiscalía la exhumación del cuerpo. Esto por las dudas que les generaron los nuevos hallazgos en el desarrollo de las investigaciones por el caso del Palacio de Justicia. Querían tener certeza que el cuerpo en realidad pertenecía a su ser querido.

“Esto ha sido un engaño durante 32 años, nos sentimos burlados en nuestra fe, iniciaremos las actuaciones judiciales que nos permita la ley”, precisó Julio César Andrade Zuluaga, hijo del magistrado auxiliar. Esperan que prontamente se conozca toda la verdad sobre este caso, y obviamente el paradero de Andrade para darle cristiana sepultura e iniciar nuevamente el proceso de duelo.

“Es una situación bastante compleja. Por un lado a mi familia la llena de felicidad por darle regocijo a la familia Beltrán, entregarle los restos de su ser amado y por el lado de nosotros iniciar un segundo duelo. Esto es bastante triste y doloroso para todos nosotros”, señaló. Por su parte, Diana Andrade sostuvo que durante 32 años lloraron los restos de Héctor Beltrán, lo que ha creado un nexo con los familiares del empleado de la cafetería.

“Sostenemos la foto, compartimos a un ser querido en común. Lo amamos, lo lloramos, lo vamos a seguir queriendo. Es una familia muy querida para nosotros de ahora en adelante”, aseguró la hija del magistrado quien tras salir de la sede del Instituto de Medicina Legal se fundió en un abrazo con Pilar Navarrete, esposa de Héctor Beltrán.

Para la familia de Héctor es evidente que se presentaron fallas desde el principio en el manejo de la situación por parte de las autoridades tras la operación de recuperación del Palacio de Justicia. Errores que llevaron a que 30 años después se desconozca el paradero de varios de los rehenes y no se sepa con seguridad qué fue lo que pasó en realidad con sus seres queridos.