Tras la indignación que causó el asesinato de Carlos Arturo Ospina Córdoba, hijo de la líder comunitaria Ana Fabricia Córdoba –a quien mataron el 7 de junio de 2011–, el director de la Policía, general Rodolfo Palomino, manifestó a la emisora la F.M.: “no sabíamos que el hijo de a líder de restitución de tierras estaba amenazado”.
El general Palomino rechazó el asesinato y aseguró que a pesar de que el joven solamente estuviera participando en los talleres de restitución de tierras y no liderando los procesos, el crimen será investigado.
“Su único antecedente y que no descartamos, pero no se puede afirmar que sea el móvil, alguna dificultad que hubiera tenido hace algún tiempo con una persona. Fuera de eso no había existido alguna afectación contra su vida”, indicó el director de la Policía.
El general Palomino también puntualizó que las versiones de que el lugar donde ocurrió el homicidio era un expendio de drogas. “Él tiene una investigación dentro de un proceso por lesiones personales y en la zona donde fue asesinado existe un expendio de estupefacientes”, señaló Palomino.
El joven de 22 años fue asesinado en el barrio El Naranjal después de recibir cuatro disparos. Este es el quinto integrante de la familia de Ana Fabricia. Esta mujer salió desplazada del Urabá después de que los paramilitares asesinaran a su esposo y uno de sus hijos. Ya radicada en Medellín, su otro hijo, Jonathan Arley Ospina de 19 años, murió en extrañas circunstancias en las que supuestamente habrían participado las autoridades. A ella la mataron después mientras se encontraba al interior de un bus.