El viernes pasado el Consejo Superior de la Judicatura dijo que la atención en los juzgados civiles y de familia en Bogotá volvía a la normalidad después de casi dos meses de protestas. El anuncio lo celebraron los jueces, que han presentado su interés de seguir trabajando, y también los más afectados por el paro: los ciudadanos. Sin embargo, según los sindicatos que lideran el movimiento, todavía hay paro y ninguna actividad está normalizada.
Lo dice Luis Orlando Chinchilla, representante del sindicato Vocero Judicial, y Freddy Machado, presidente de Asonal Judicial, dos líderes sindicales que promovieron el paro que comenzó el 13 de enero pasado -aunque sólo el primero continúa en paro-. Para entender la razón de su disgusto, hay que remontarse al acuerdo que creó el Consejo Superior de la Judicatura para cambiar el modelo de atención al usuario. En él aparecieron los Centros de Servicio, en los que se concentrarían todas las tareas administrativas de los juzgados -como las notificaciones y los envíos de copias- que, hasta ese momento, se concentraban en cada despacho.
Cuando intentaron aplicar el acuerdo, comenzaron los problemas. Los empleados que desempeñan las tareas cuestionadas expresaron su inconformidad y empezó el paro. En medio de la protesta los sindicatos lograron que se suspendiera la creación de los nuevos centros y convocaron mesas de concertación para dialogar y negociar con la Judicatura. Sin embargo, para el sindicato Vocero Judicial, liderado por Luis Orlando Chinchilla, la suspensión no es suficiente, “lo que queremos es que se elimine el acuerdo”, le dijo a El Espectador.
“Seguimos en paro porque lo que nosotros pedimos no ha sido escuchado. Lo que ha dicho Martha Lucía Zamora es mentira. Seguimos pensando que con el acuerdo lo que se afecta en realidad es el servicio al usuario. Cuando todo el trabajo de los juzgados esté represado en una sola oficina, las filas van a durar horas y es más sencillo que los expedientes se refundan, y eso no lo vamos a permitir”, explicó Chinchilla, cuyo sindicato, que reúne a más de 500 empleados, sigue en paro. Jorge Luis Gómez, abogado litigante, expresó que si bien hay ingreso a algunos despachos judiciales, en los mismos no hubo ayer atención al público.
En la otra orilla está la versión de Martha Lucía Zamora, presidenta del Consejo Superior de la Judicatura, quien le aseguró a El Espectador que “para mí ya no hay paro. Todos los juzgados en Bogotá están operando con total normalidad desde ayer. Si bien hay un grupo de personas que no quieren trabajar, ayer los jueces cumplieron con sus deberes con la justicia. Si eso es estar en paro, pues el sindicato debería explicar qué entiende con esa palabra”, y agregó que está dispuesta a seguir dialogando para llegar rápido a una solución. Según cifras de la propia Judicatura, durante el paro se han dejado de atender 90.000 procesos.
Miembros de Dejusticia: César Rodríguez Garavito y Carolina Villadiego, explicaron en la pasada edición dominical de este diario, que con el anuncio de Martha Lucía Zamora, el paro terminó siendo la manifestación más visible de improvisaciones y demoras que paralizan el sistema judicial.
Sin embargo, para la directora de la Corporación Excelencia para la Justicia (CEJ), Gloria María Borrero, el conflicto que ha mantenido suspendidas las actividades en los juzgados es puramente administrativo, que se debería resolver lejos del trabajo de los jueces con la justicia. Además, la directora explica que la resistencia de seguir en el paro que ha liderado Chinchilla, podría obedecer a una campaña política, pues, en los próximos meses, serán las votaciones sindicales en la Rama Judicial.