Aprueban trazados de reubicación de Murindó, Antioquia

Como parte del Plan Parcial de la Gobernación de Antioquia, que busca contrarrestar los efectos de las constantes inundaciones provocadas por el río Atrato, arquitectos diseñan un proyecto habitacional conformado por 600 viviendas y ocho edificios de servicios.

Agencia de Noticias de la Universidad Nacional
11 de junio de 2018 - 05:29 p. m.
La emergencia por las inundaciones del río Atrato dejó un saldo de más de 260 familias damnificadas por el invierno y 145 viviendas afectadas en Murindó en 2017. / Archivo El Espectador
La emergencia por las inundaciones del río Atrato dejó un saldo de más de 260 familias damnificadas por el invierno y 145 viviendas afectadas en Murindó en 2017. / Archivo El Espectador

No es la primera vez que esta población de aproximadamente 6.000 habitantes es reubicada. En 1992 un terremoto –que alcanzó entre 6 y 6,7 grados de magnitud en la escala de Richter– azotó la zona noroeste de Colombia y destruyó el casco urbano de la localidad, ubicada en el Urabá antioqueño, la cual fue trasladada al borde el río Atrato, una mala decisión que mantiene en permanente riesgo a los murindoseños.

El profesor Jaime Sarmiento Ocampo, de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín, subraya que se trató de una decisión errónea, puesto que “el río se desborda constantemente”. De hecho, agrega que en 1992 el municipio se trasladó a unos 7 km de su ubicación inicial, y en esta oportunidad, tras la declaración de calamidad pública, se hará a 13 km del punto actual, en el piedemonte de una montaña. (En contexto: Murindó se reubicará a 13 kilómetros de donde está)

Para desarrollar el Plan Parcial, el profesor Sarmiento, junto con otros expertos y estudiantes de la U.N. Sede Medellín, realizaron un diagnóstico en compañía de ingenieros geólogos, civiles y otros especialistas. 

La propuesta tiene dos componentes: la determinación del trazado de calles y la conformación de manzanas. También cuenta con el diseño de un proyecto habitacional de 600 viviendas y de ocho edificios de servicios que se destinarán al hospital, la escuela, el Centro de Desarrollo Infantil, la terminal de transporte y una plaza de mercado. 

El profesor señala que entre los problemas de Murindó se encuentran la desconexión y la falta de recursos para generar su subsistencia. Por eso parte de la propuesta se hace en términos de sostenibilidad, entendida en tres ámbitos: el primero es el medioambiental, ya que procura que la nueva implantación no afecte drásticamente el ecosistema; en ese sentido, se establecieron corredores verdes que descienden de la montaña a la planicie. (Lea también: Murindó se declara en calamidad pública por inundaciones)

El segundo es la sostenibilidad social. Con esta se busca que los habitantes del municipio convivan de manera adecuada, ya que en el territorio está asentada población conformada en un 40 % por indígenas, 50 % de afrodescendientes y 10 % de mestizos. 

El tercero es el componente económico. Se trata de que las personas de Murindó generen sus propios recursos. Con ese objetivo los investigadores plantean viviendas de uso mixto con espacios para establecer negocios o un pequeño centro comercial en la terminal. 

Desarrollo arquitectónico 

Para el proceso previo de diseño se tuvieron en cuenta las necesidades y especificidades de quienes serán los moradores de las edificaciones. Por ejemplo, en la Alcaldía se trabaja con tres entes: administrativo, jurídico y contralor. 

Así mismo, los investigadores recibieron asesoría de la Secretaría Seccional de Salud y Protección Social de Antioquia sobre los requerimientos del Hospital de Murindó. 

Otra parte fue la técnica. Se hicieron planos y maquetas a diferentes escalas, y para las cimentaciones se trabaja con materiales como hierro, madera y hormigón. 

Para el profesor Sarmiento, el rol de la U.N. es fundamental para brindar soluciones de este tipo, ya que “es una institución pública que se debe a su sociedad y algunas que requieren de la atención de la Universidad. Estamos atendiendo una situación concreta y real, y a partir de estos trabajos, educando a los estudiantes”. 

Para la ejecución del Plan Parcial se otorgó un plazo de 18 meses que rigen desde enero del presente año.

Por Agencia de Noticias de la Universidad Nacional

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