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La Ciénaga de San Silvestre, en Barrancabermeja, es uno de esos tesoros naturales de Colombia que corre el riesgo de morir si no se actúa a tiempo. Este espejo natural de agua dulce, de 70.804 hectáreas, abastece de agua a cerca de 300.000 habitantes del Magdalena Medio, hace parte del corredor del jaguar y es la casa del manatí antillano. Sin embargo, sus aguas se han ido contaminando por el avance de la frontera agrícola y ganadera así como el vertimiento de lixiviados de dos rellenos sanitarios construidos muy cerca: Anchicayá y Yerbabuena.
Luego de realizar un recorrido por la ciénaga, el ministro de Ambiente Luis Gilberto Murillo anunció que estudiará la posibilidad de presentar este humedal ante la Convención Ramsar. La misión de esta convención internacional es propender por la conservación y el uso racional de los humedales mediante acciones locales y nacionales con el apoyo de cooperación internacional.
“Hay mucho avance de la frontera agrícola, sobre todo de deforestación que se ha hecho para sembrar pastos para el ganado. Eso no es conveniente para la ciénaga y en esto necesitamos el compromiso de la ciudadanía. Cuando comparo San Silvestre con otras ciénagas que he visto, considero que está en un estado que se puede recuperar, estamos a tiempo”, indicó el ministro Murillo.
Adicionalmente el fundionario anunció que realizará acompañamiento permanente a la Alcaldía de Barrancabermeja y a la Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS) para que se cumpla con lo exigido en la sentencia de la Corte Constitucional que ordena hacer seguimiento al tema de los residuos sólidos en esa ciudad del país.
A través de un comunicado del Ministerio de Ambiente, el Representante Ciro Fernández Núñez, promotor de esta visita a la región, manifestó que es fundamental la presencia del ministro y su compromiso “con ayudarnos a evaluar la posibilidad de declarar como sitio Ramsar a nuestra fuente hídrica que es muy importante“.
Durante la visita de varias entidades a la Ciénaga, el alcalde de Barrancabermeja Darío Echeverry explicó que se requieren estudios más objetivos para diagnosticar el estado del cuerpo lagunar: “Aquí hay un tema de credibilidad y confiabilidad entres los actores que participamos en este proceso. Tenemos un proceso de monitoreo de la ciénaga y sus afluentes, es importante contar con el acompañamiento del Ministerio a través del Ideam, porque queremos que esas cifras y resultados sean aceptados por todas la comunidades”.
Desde hace varios meses, la periodista Silvia Mendez, en este periódico, había denunciado las jugadas políticas para permitir la construcción de dos rellenos sanitarios que se suman a la problemática que amenaza la ciénaga. “La Corporación Autónoma Regional de Santander (CAS) autorizó, entre septiembre de 2013 y julio de 2014, las licencias ambientales de construcción de ambos basureros, aprovechando el inminente cierre por emergencia sanitaria de La Esmeralda, antiguo relleno del puerto petrolero. A partir de ese momento comenzaron las irregularidades”, explicó en el artículo Los males que amenazan de muerte a la Ciénaga de San Silvestre.