Ante la furia de ambientalistas de Brasil, el juez federal Rolando Valcir Spanholo revocó la decisión del presidente de ese país, Michel Temer, cuando decretó que la Reserva Nacional de Cobres y Asociados (RENCA), un área forestal protegida desde 1984, se acabaría para dar paso a la minería privada y así estimular la economía. El juez dijo que el presidente Temer se extralimitó en sus funciones.
La propuesta de extinción del RENCA deberá pasar por el Congreso de Brasil para ser legal. Esta es posiblemente la vía legal más sencilla, aunque de todos modos los depósitos de oro, cobre, hierro, níquel y manganeso siguen en vilo. Por ahora, el fiscal general de Brasil, Rodrigo Janot, apeló la decisión del juez.
De acuerdo con The Guardian, esta decisión da a los defensores RENCA un tiempo de gracia para preparar su caso ante la justicia y le agrega presión a Temer, quien ha salido mal parado ante la opinión pública por poner los intereses económicos del país sobre la protección del medio ambiente.
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La semana pasada, el anuncio de la extinción del RENCA suscitó una furiosa reacción por parte de ambientalistas que se refirieron a la medida como “el mayor ataque al Amazonas en los últimos 50 años”. Activistas de Greenpeace se movilizaron el pasado domingo contra la medida, e incluso la supermodelo Giselle Bündchen –que también se ha convertido en activista ambiental– criticó la decisión.
Michel Temer declaró que “replanteará el proyecto para la protección de territorios indígenas y la conservación del área forestal”. Además de poner en peligro a 46.000 kilómetros de selva, vital para comunidades indígenas y especies silvestres, pone en peligro el billón de dólares que el gobierno noruego entrega a Brasil desde 2008 para frenar la deforestación de la selva Amazónica, que se ha incrementado exponencialmente en los últimos dos años.