Cuba siembra coral en sus fondos marinos para repoblar arrecifes

Tomada de Pixabay/Referencia

Cuba lleva a cabo un proyecto en el Parque Nacional Guanahacabibes, en la provincia occidental de Pinar del Río, para sembrar coral en los fondos marinos y repoblar sus valiosos arrecifes dañados por enfermedades o por la acción del hombre.

Esta iniciativa pionera en Cuba, liderada por expertos del Acuario Nacional, cuenta con la colaboración de especialistas de Estados Unidos y se comenzó a gestar a mediados de 2015, cuando se instalaron las dos primeros viveros con la especie Acroporacervicornis, en peligro crítico.

Tras dos años de seguimiento, en agosto se plantaron en el fondo marino los primeros fragmentos de coral "cultivado" en estructuras artificiales, en los sitios conocidos como Laberinto y Cabezo de Marcel, entre los más afectados de Guanahacabibes por el buceo y la navegación, informa este miércoles el diario oficial Granma.

El pasado febrero, biólogos marinos del Acuario Nacional, junto con especialistas del Acuario de La Florida, el Centro Nacional de Áreas Protegidas y buzos del Centro Internacional de Buceo María la Gorda, crearon 22 nuevos viveros en la zona marina del parque.

En las últimas semanas se han sembrado esos viveros en profundidades de entre seis y diez metros esos viveros, construidos a partir de tubos de PVC como los que se usan en fontanería, unidos en forma de ramificación.

En cada vivero hay 60 fragmentos de Acroporacervicornis que pueden crecer más de diez centímetros al año, lo que convierte Guanahacabibes en el primer sitio del país con un centro de restauración de arrecifes coralinos.

El "acroporacervicornis", conocido comúnmente como cuerno de ciervo, estaba muy extendido en todo el Caribe y era uno de los principales formadores de arrecifes entre los tipos de coral, explicó la bióloga Dorka Cobián, una de las investigadoras al frente de la experiencia.

Fue en la década de los ochenta cuando comenzó a extinguirse este coral a causa de enfermedades, la contaminación, la sobrepesca, el buceo o la proliferación de especies invasoras, lo que afectó a peces, crustáceos y moluscos, a los que sirve de refugio.

"Extrajimos fragmentos de coral de 20 sitios distintos del parque, con el objetivo de lograr una mayor diversidad genética una vez trasplantados y que las colonias sean resistentes", explicó Cobián.

Según la experta, la aplicación de esta técnica, que ya se ha empleado con éxito en otros países como los Estados Unidos, México o República Dominicana, puede ser de mucha utilidad en la conservación de la especie, y a más largo plazo, para la restauración de los arrecifes.