“Dejen los combustibles fósiles bajo tierra”: ganadores del Nobel a Biden

A un día de la Cumbre Climática convocada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, varios premios Nobel enviaron una carta pidiendo que se acabe la explotación de combustiles fósiles y que se respete el Acuerdo de París. Entre los firmantes están el Dalai Lama, Juan Manuel Santos y Rigoberta Menchú.

21 de abril de 2021 - 08:02 p. m.
Por otro lado, la sostenibilidad ambiental tiene que ver con la equidad, sobre todo con la intergeneracional, la cual consiste en “satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las de las generaciones futuras”.
Por otro lado, la sostenibilidad ambiental tiene que ver con la equidad, sobre todo con la intergeneracional, la cual consiste en “satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las de las generaciones futuras”.
Foto: Pixabay

“La solución está clara: hay que mantener los combustibles fósiles bajo tierra”. Esta es la conclusión de la carta que 100 premios Nobel de distintas categorías enviaron esta mañana al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y a quienes asistan a la Cumbre del Clima que comienza mañana de maner virtual. Allí, 40 líderes mundial se reunirán a discutir el futuro climático del planeta Tierra.

Precisamente ayer se sumó nueva evidencia sobre la urgencia de frenar la explotación de combustiles fósiles y buscar energías alternativas. La Organización Mundial Meteorológica publicó su informe anual sobre el Estado del Clima, y los resultados no son alentadores: 2020 fue el año más caluroso jamás registrado, y a pesar de la desaceleración económica causada por la pandemia, las emisiones de gases de efecto invernadero no disminuyeron. Todo lo contrario: el desplazamiento climático aumentó considerablemente, y hay millones de refugiados climáticos. (Clima extremo y COVID-19: doble golpe para millones de personas)

La carta fue firmada por laureados como el Dalai Lama, Nobel de Paz 1989, el ex presidente Juan Manuel Santos (premio Nobel de Paz en 2016), Elizabeth Blackburn (Premio Nobel de Medicina 1989), Shirin Ebadi (la primera jueza iraní), Rigoberta Menchú (activista indígena guatemalteca, Nobel de Paz 1992), entre otros.

Reproducimos la carta completa:

“Como Premios Nobel de la Paz, literatura, medicina, física y economía, al igual que tantas personas alrededor del planeta nos sentimos interpelados por el gran problema moral de nuestro tiempo: la crisis climática y la consiguiente destrucción de la naturaleza. El cambio climático amenaza a cientos de millones de vidas y medios de subsistencia en todos los continentes y pone en peligro a miles de especies. La quema de combustibles fósiles –petróleo, gas y carbón– es, de lejos, la principal causa del cambio climático.

Les dirigimos esta carta hoy, en vísperas del Día de la Tierra 2021 y de la Cumbre de Líderes por el Cambio Climático, organizada por el presidente Biden, pidiéndole que actúen desde ahora, poniendo fin a la expansión de la producción de petróleo, gas y carbón para evitar una catástrofe climática.

Acogemos con satisfacción el reconocimiento de Presidente Biden y del gobierno de los Estados Unidos en la Orden Ejectuiva de que “Juntos debemos escuchar a la ciencia y estar a la altura del momento presente”. De hecho, estar a la altura del momento requiere respuestas a al crisis climática que definirán los legados y los requisitos para estar en el lado correcto de la Historia son claros.

Durante demasiado tiempo, los gobiernos se han quedado, escandalosamente, por detrás de lo que exige la ciencia y de lo que un creciente y poderoso movimiento popular no deja de repetir: es necesario actuar urgentemente para ponerle fin a la expansión de la producción de combustibles fósiles responsable de casi el 80% de las emisiones de dióxido de carbono desde la revolución industrial.

Además de ser la principal fuente de emisiones, la extracción, el refinado, el transporte y la quema de combustibles fósiles conllevan costos locales de contaminación, medio ambientales y sanitarios. Estos costos suelen ser asumidos por pueblos indígenas y comunidades marginalizadas. Es más, algunas prácticas indignantes de la industria han dado lugar a violaciones de los derechos humanos y a un sistema de combustibles fósiles que ha dejado a miles de millones de personas en todo el mundo sin energía suficiente para llevar una vida digna.

Tanto para los seres humanos como para el planeta, hay que seguir apoyando la lucha contra el cambio climático a través de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y su Acuerdo de París. Si no se cumple el límte de temperatura de 1.5 grados del Acuerdo de París, se corre el riesgo de empujar al mundo hacia un calentamiento global catastrófico.

Sin embargo, el Acuerdo de París no menciona ni el petróleo, ni el gas ni el carbón. Y mientras tanto, la industria de los combustibles fósiles sigue planificando nuevos proyectos que los bancos siguen financiando, Según el último informe del Programa de las naciones Unidas para el Medio Ambiente, en 2030 se producirá un 120% más de carbón, petróleo y gas de lo que es compatible con la limitación del calentamiento a 1.5°C. Por lo tanto, los esfuerzos por respetar el Acuerdo de París y reducir la demanda de combustibles fósiles se verán socavados si la oferta sigue creciendo. La solución está clara: hay que mantener los combustibles fósiles bajo el suelo.

Los líderes, y no la industria, tienen el poder y la responsabilidad moral de tomar medidas audaces para hacer frente a esta crisis. Hacemos un llamamiento a los líderes mundiales para que trabajen juntos en un espíritu de cooperación internacional:

-Poner fin a la nueva expansión de la producción de petróleo, gas y carbón, de acuerdo con los mejores datos científicos disponibles, tal y como señala el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático.

-Eliminar gradualmente la producción actual de petróleo, gas y carbón, de forma justa y equitativa, teniendo en cuenta la responsabilidad de cada país en el cambio climático y su dependencia respectiva hacia los combustibles fósiles, y capacidad de transición.

-Invertir en un plan de transformación que garantice el ascenso al 100% a las energías renovables en todo el mundo, que apoye las economías dependientes para que se alejen de los combustibles fósiles y que permita a las personas y a las comunidades prosperar a través de una transición global justa.

Los combustibles fósiles son los que más contribuyen al cambio climático. Permitir la continua expansión de esta industria es inadmisible. El sistema de combustibles fósiles es global y requiere una solución global, una solución por la cual debe trabajar la Cumbre de Líderes sobre el Cambio climático. El primer paso consiste en dejar los combustibles fósiles bajo tierra”.

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