Derrame de petróleo por atentado en oleoducto de Caño Limón se extiende por 107 kilómetros

El Espectador habló con Gregorio Angarita, director de Corponor, para conocer cuál es el primer reporte ambiental. Advierte que el plan de contingencia por parte de Ecopetrol es débil y que son 300 predios los afectados.

María Mónica Monsalve S. / @mariamonic91
27 de septiembre de 2017 - 05:16 p. m.
Corponor estima que hay 2.140 hectáreas afectadas por el derrame de petróleo.  / Tomado del Twitter Ecopetrol
Corponor estima que hay 2.140 hectáreas afectadas por el derrame de petróleo. / Tomado del Twitter Ecopetrol

El día de ayer, martes 26 de septiembre, los pobladores que viven cerca al río Catatumbo, a la altura del municipio de Teorama, se encontraron con un nuevo paisaje. Gran parte del agua que corre por este río y por las quebradas La Tiradera y la Cristalina, en el departamento de Norte de Santander, estaban teñidas por petróleo.

Según la información que se ha reportado, el derrame de petróleo fue consecuencia de un atentado al oleoducto Caño Limón Coveñas que tiene 780 kilómetros de longitud y es alimentado por los campos de explotación de Ecopetrol ubicados en el departamento de Arauca. Hasta el momento, los  dos ataques dinamiteros, uno en Norte de Santander y el otro en Arauca, han sido atribuidos a la guerrilla del ELN.

Aunque Ecopetrol advirtió de forma inmediata que ya activó un plan de contingencia, lo cierto es que las cifras y las imágenes dejan la sensación de que se trata de una tragedia ambiental.

En palabras de Gregorio Angarita, director de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera Nororiental (Corponor), autoridad ambiental de Norte de Santander, “es una muestra del débil plan de contingencia en recursos hídricos que hay en el departamento”.

A pesar de que el comité de Corponor apenas se está desplazando desde Ocaña hasta al lugar del atentado para conocer el alcance ambiental de este, ya tienen algunos datos que resultan alarmantes.

Primero, entre el punto del derrame en Teorama y el punto de control en Gabarra, donde Ecopetrol está intentando manejar el derrame, hay 107 kilómetros de largo. Es decir, que el petróleo se está extendiendo por este recorrido sin ningún tipo de manejo o intervención.

Como consecuencia, son tres los municipios afectados: Teorama, El Tarra y Tibú. La aproximación es que se trata en total de 300 predios y 2.140 hectáreas que estarían impactadas por el derrame.

Lo “bueno”, por ahora, es que parece que ninguna fuente hídrica para consumo humano estaría afectada. “Hicimos una medida tomando 100 metros al lado derecho del río Catatumbo y 100 metros al lado izquierdo. Según nuestros datos, ningún acueducto toma el agua en esta área, sino que lo hacen en quebradas más altas, donde parece no haber afectación”, afirmó Angarita.

Sin embargo, lo que más le preocupa al director de Corponor es que, una vez más, este atentado es la prueba de que el plan de contingencia sigue siendo débil, pues le parece absurdo que tengan que pasar 107 kilómetros de río afectado para que se haga algún tipo de manejo.

“Estamos muy preocupados porque hace más de cinco meses fuimos a la ANLA para reclamar que Ecopetrol actualice el plan de contingencia en las fuentes hídricas de Santander”, continua. ¿Su razón? En sólo lo que lleva del 2017 han ocurrido 45 atentados a oleoductos, mientras en el 2016 fueron 42, por ende, teniendo en cuenta la falta de seguridad y vulnerabilidad de la zona el protocolo de contingencia debería ser más riguroso.

“Se debería pensar en un plan que tenga en cuenta tecnología más eficiente y la connotación nacional que tiene este territorio y el Catatumbo”, aclara Angarita.

Es más, uno de sus temores es que, si el punto de control no resulta ser del todo eficiente, el derrame de petróleo podría escaparse hasta llegar al Lago de Maracaibo, a territorio venezolano. No obstante, Ecopetrol ha aclarado que ya se comunicó con las autoridades petroleras del vecino país para tenerlos al tanto sobre la emergencia.

La corporación espera que, en los próximos días, después de hacer un análisis riguroso sobre el terreno, pueda entregar un informe de los daños en aguas, suelos, flora y fauna que pueda dejar este derrame. Igualmente, ante la pregunta de cómo y cuánto tiempo podría tomar limpiar o mitigar esta contaminación, Angarita señaló que es un tema muy complejo, por lo que no se puede dimensionar aún. “Pero si lo que estamos viendo en imágenes es realidad, va a tomar mucho tiempo”, concluyó.

 

 

Por María Mónica Monsalve S. / @mariamonic91

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