El 46 % de los ecosistemas de Colombia están en riesgo

De los 81 ecosistemas que tiene el país, 19 están en peligro y 19 más en peligro crítico. Sin embargo, sólo el 16 % de ellos tiene alguna protección.

María Mónica Monsalve S. / @mariamonic91
16 de agosto de 2017 - 03:00 a. m.
Bioma de bosque seco tropical, bioma de desierto tropical y ecosistemas húmedos son algunos de los que están en crítico. / Cristian Garavito (El Espectador) y Petruss (Wikimedia Commons).
Bioma de bosque seco tropical, bioma de desierto tropical y ecosistemas húmedos son algunos de los que están en crítico. / Cristian Garavito (El Espectador) y Petruss (Wikimedia Commons).

Con el tiempo se ha vuelto común escuchar que algunas especies de animales entran a listados internacionales de amenaza, como advertencia de que su población está a punto de extinguirse. No obstante, estos listados internacionales no sólo existen para animales y plantas, sino para ecosistemas enteros que podrían colapsar prontamente y poner así en riesgo todo lo que depende de ellos.

Es por esto que la Universidad Javeriana y Conservación Internacional Colombia, con respaldo del Instituto Humboldt, publicaron la Lista Roja de Ecosistemas de Colombia, un análisis que permite identificar las partes del país que están en riesgo por la transformación humana y que deben entrar en un listado “de alerta”. Las noticias no son las mejores: de los 81 ecosistemas que tiene Colombia, el 46 % se encuentra categorizado como en peligro crítico o en peligro, las dos clasificaciones más altas de amenaza antes de que se declaren en colapso.

A pesar de que estos 38 ecosistemas sólo representan el 10 % del territorio nacional, esto significa que si no se toma alguna medida urgente podrían desaparecer del todo. “Para que lleguen a un estado crítico significa que hemos perdido gran parte de estos ecosistemas, hasta el 90 %, lo cual es muy dramático. Se podrían pensar como especies endémicas, que por el hecho de que no son extensiones tan grandes no dejan de ser importantes”, aclara Andrés Etter, profesor del Departamento de Ecología y Territorio de la Universidad Javeriana y coautor del estudio.

Del resto de ecosistemas, el estado de 17 es vulnerable (21 %) y 26 en preocupación menor (32 %). En áreas, equivalen al 27% y el 63% del país.

Específicamente, los ecosistemas que se han llevado la peor parte son los del bioma de bosque seco tropical, el bioma de desierto tropical, los ecosistemas secos intrazonales de los Andes, los ecosistemas húmedos y las áreas de bosque húmedo tropical del piedemonte llanero. Es decir, paisajes de la región Caribe, partes de la región Andina, humedales de Boyacá y Cundinamarca y zonas llaneras.

De hecho, el 58 % de los 19 ecosistemas en peligro crítico, que deben ser prioridad a la hora de restaurarlos, están en la región Caribe, seguidos del 12 % en la región Andina, 7 % en la Orinoquia, 1 % en el Pacífico y, sorprendentemente, 0 % en el Amazonas.

“Esto es clave en medio de un tema como la restauración, que está tan de moda en las agendas”, explica Ángela Andrade, directora política de Conservación Internacional Colombia y coautora del estudio. Pues la Lista identificó, además, que los ecosistemas que están más afectados no son precisamente los que tienen alguna figura que los proteja.

Sólo 4 % de los que están en peligro crítico están en el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP) y sólo el 12 % de los que están en peligro tienen esa figura. Los 17 en estado vulnerable, por su parte, tienen el 20 % como áreas protegidas. “Los ecosistemas amenazados están mal representados en el SNAP y necesitan atención urgente”, concluyen los investigadores.

Una lista mundial que apenas se está construyendo

Para saber cuáles son los ecosistemas que corren más peligro, los investigadores tuvieron en cuenta varios insumos, como la reducción en la distribución geográfica y su restricción, la degradación de seres vivos y elementos ambientales, y la disrupción de interacciones y procesos biológicos en el ecosistema. En otras palabras, se tuvieron que enriquecer con datos que van desde la transformación de los ecosistemas por actividades humanas (como la deforestación y construcción de urbes), pasando por cambios en la precipitación y el impacto del cambio climático, hasta incluir información sobre la dispersión y polinización en un ecosistema. Factores correspondientes a los lineamientos dados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), una organización dedicada a la conservación de los recursos naturales que tal vez es más recordada por haber creado la popular Lista Roja de Especies Amenazadas.

A pesar de que la Lista Roja de Ecosistemas mundial no ha avanzado tanto, el aporte que hace Colombia es un primer paso para lo que promete convertirse en un mapa internacional capaz de identificar el estado de conservación de los diferentes ecosistemas en el 2025. Y así como actualmente se sabe que los grandes gorilas están al borde de la extinción o que los pandas gigantes salieron de la lista de especies amenazadas, en el futuro se podrá saber si la pérdida del bosque seco tropical es una constante en el mundo.

Por ahora, y mientras ese rompecabezas mundial se termina de construir, la Lista Roja de Ecosistemas de Colombia servirá para alertar sobre los lugares donde la situación es grave y con esa información planificar coherentemente.

Por María Mónica Monsalve S. / @mariamonic91

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