Esta ultima tarea ya la venían adelantando el Ministerio de Ambiente, en cabeza de la Dirección de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos; el Instituto Alexander Von Humboldt y las corporaciones autónomas regionales, pero que este 2016 mostró sus mejores resultados: de los 36 complejos de páramo que tiene Colombia, ya son 20 los que fueron delimitados.
Pero, más allá de la cifra, la importancia de este proceso es que se convierte en el primer paso para conservar los páramos y así garantizar los distintos servicios ecosistémicos que brindan. En Colombia, por ejemplo, el 70 % del agua de las grandes ciudades viene de estas áreas y, según afirma el Gran Libro de los Páramos, su vegetación y suelos pueden retener 10 veces más la cantidad de carbono que un metro cuadrado de bosque tropical.
Sólo con los 20 páramos que ya quedaron delimitados, explica el Ministerio, son 787.295 las hectáreas cartografiadas, 16 los departamentos beneficiados y 26’944.427 los habitantes que se abastecen del recurso hídrico que viene de estos. Nueve de ellos se encuentran dentro de parques nacionales y el 70 % de su territorio está bien conservado.
El paso a seguir, explica Tito Calvo, director de Bosques, Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos del Ministerio, es determinar qué áreas de estos 20 páramos se irán para conservación, restauración o tendrán programas de recuperación, dependiendo de las dinámicas sociales y económicas que se vivan en cada uno de estos complejos. “El tema del plan de manejo y zonificación está a cargo de las autoridades ambientales que tengan jurisdicción en cada páramo, quienes tienen un plazo de tres años para hacer estas clasificaciones”, afirmó a El Espectador.
Es por esto que de forma paralela también están buscando diseñar una estrategia integral de intervención para ir cambiando gradualmente las prácticas agrícolas que llevan años asentadas en esos territorios, pues las condiciones climáticas y conflictos sociales han logrado que, con el tiempo, la línea de cultivo suba más.
Delimitación de páramos, una respuesta a la ola invernal del 2010
Aunque la delimitación de los páramos volvió a estar en el ojo del huracán con la decisión de la Corte, los estudios técnicos para delimitarlos a una escala más detallada es una tarea que viene de tiempo atrás. De hecho, después de que al país lo golpeara una de los fenómenos de La Niña más fuerte que se hayan vivido, entre el 2010 y el 2011, el Plan Nacional de Desarrollo del primer gobierno del presidente Juan Manuel Santos puso en el papel algo que cada vez era más evidente: se debían fortalecer y delimitar ciertos ecosistemas estratégicos, como los páramos, con el fin de mitigar los efectos negativos que traían las extremas condiciones climáticas.
De los 36 complejos de páramo que tiene el país, se priorizaron los 21 que pertenecían a las cuencas más afectadas durante la ola invernal del 2011 para ser detallados a escala 1:25.000 con el insumo dado por el Instituto Humboldt y la financiación del Fondo de Adaptación. Otros, por estar protegidos dentro de la figura de parques naturales o estar en mejores condiciones, fueron o serán delimitados a escala 1:100.000.
De esta manera, el Ministerio se puso el reto de terminar para el año 2018 con la delimitación de todos los páramos de Colombia. La idea es que 13 sean anunciados en el 2017 y los últimos tres, dentro de dos años.